Las mejoras en la experiencia y el espacio privilegiado a la escena local no compensan la clave final de Lollapalooza, sea en Chile o cualquier otra latitud: un cartel atractivo para cada día. Este festival, con este lineup, podía abarcar un par de jornadas con dignidad, pero no tres. Dicho de otro modo: demasiado relleno y pocos números para atesorar en la memoria, más allá de la nostalgia bien servida de Blink-182, la energía pop rock electrónica de alta definición de Phoenix, o la propuesta exuberante de SZA.
18 mar 2024 01:30 PM