El técnico argentino, amigo íntimo de José María Buljubasich, llegó en 2011 a Universidad Católica para ser videoanalista. Le tocó apagar el incendio de Poyet y hoy está en la cima, con un logro inédito para los cruzados y para el fútbol chileno. Este lunes se reúne con la dirigencia para sellar su continuidad.
5 dic 2021 04:52 PM