A partir del lunes, cuando se tomó real conciencia de lo que estaba pasando con el coronavirus en Chile, las ventas en todo tipo de recintos gastronómicos se fueron a pique. De ahí en más, forzados por la autoridad y también de manera voluntaria, los cierres de locales han sido pan de cada día. De momento, el delivery es una de las pocas herramientas que les queda para seguir operando e intentar sobrevivir.
Álvaro Peralta Sáinz
20 mar 2020 03:00 PM