Desde Senapred informaron que se evacuaron preventivamente a 60 personas de dos torres del edificio.
9 jun 2024 08:43 AM
Desde Senapred informaron que se evacuaron preventivamente a 60 personas de dos torres del edificio.
Las obras emplazadas en el campo dunar de Concón, sucumbieron ante un socavón provocado por las lluvias en septiembre del año pasado.
La catástrofe de los edificios Kandinsky en Concón puso en evidencia la urbanización “extrema” en la costa y la falta de una Ley de Costas que se encuentra estancada en el Parlamento.
Antes de que el sector fuese poblado, la duna original de Concón y Viña del Mar, de 1.662 hectáreas, limitaba al norte con el río Aconcagua y al sur con el estero Reñaca. La compra de terrenos, en 1980, dio paso a la masiva construcción de edificios, que tuvo su boom en la década del 2010 y que según diversos estudios, ha disminuido su superficie (31 hectáreas en 12 años), altura (12 metros en 26 años) y volumen (un millón de toneladas en 9 años). Movimientos ambientalistas buscan detener la construcción de nuevos edificios y aumentar el área del santuario. En ambas comunas hay proyectos aprobados aún por construir.
Se trata de tres anteproyectos de cuatro edificios, permisos de obra nueva para cinco torres y un local, la modificación de cinco proyectos, la recepción parcial de un edificio y un total de cuatro inmuebles. A cinco de ellos la Dirección de Obras Municipales también les aprobó certificados de copropiedad inmobiliaria, lo que permite vender. El director Julio Ventura, a quien la alcaldesa busca destituir, también ha aprobado la fusión y subdivisión de decenas de predios, constituyendo al menos 11 nuevos terrenos donde proyectar viviendas.
Algunos de los residentes de los edificios evacuados aseguran que no firmarán la declaración jurada exigida para ingresar y retirar enseres, pues ella exime de responsabilidad al Estado en caso de producirse algún accidente.
El catálogo nacional del Sernageomin da cuenta de 10 remociones en masa en el entorno del campo dunar en los últimos 16 años. Tres de ellas se produjeron por sismos, otras tres, por precipitaciones y dos (las actuales) por la rotura de un colector de aguas lluvias. Como consecuencia, se ha observado la caída de casas construidas sobre dunas, destrucción de habitaciones, arena cubriendo los primeros pisos de un edificio y la fractura de calles, veredas y losas de estacionamientos.
Tras los bullados casos causados por socavones en el campo dunar de Reñaca Norte, se reveló otro caso similar en Cachagua. En este mismo sector una investigación de 2001 ya revelaba la fragilidad de estos ecosistemas y explicaba por qué no se debían intervenir y menos construir edificios habitacionales.
Un desprendimiento de tierra se materializó al costado de una residencia ubicada en el condominio Beranda.
La titular del MOP explicó las obras de mitigación en las zonas afectadas por socavones de Cochoa-Reñaca.
El fin de semana largo fue propicio para que gente se acercara a las dunas de Viña del Mar para observar o retratarse con los deslizamientos de tierra como fondo. La policía uniformada y seguridad municipal han establecido una vigilancia de 24 horas para evitar que más visitantes se acerquen a la zona.
Dos propietarios y un exarrendador de los edificios afectados por los deslizamientos de tierra ocurridos en las dunas de Viña del Mar cuentan cómo han vivido una emergencia que no esperaron experimentar jamás. Mientras, retiran los últimos enseres que quedan en sus antiguos hogares, sin tener la certeza de cuándo (o si es que) podrán regresar.