Mawlawi Zubair Mutmaeen es uno de los miles de excombatientes arrojados a trabajos mundanos mientras el nuevo gobierno lucha por mantenerse en pie.
Saeed Shah/The Wall Street Journal
21 oct 2021 08:55 PM
Mawlawi Zubair Mutmaeen es uno de los miles de excombatientes arrojados a trabajos mundanos mientras el nuevo gobierno lucha por mantenerse en pie.
El anuncio se dio después de un primer entre líderes afganos y autoridades estadounidenses en Doha. Si bien desde Washington no han comentado el encuentro, desde antes habían aclarado que de ninguna manera las negociaciones significan un preámbulo al reconocimiento de los talibanes. Por otra parte, los representantes del país afgano indicaron que están combatiendo las acciones que el Estado Islámico lleva a cabo en su territorio, pero que para eso no necesitan la ayuda de los norteamericanos.
La delegación estadounidense se reunirá este sábado y el domingo en la capital catarí, Doha, con altos representantes del régimen Talibán, dijo un portavoz del Departamento de Estado. “Presionaremos a los talibanes para que respeten los derechos de todos los afganos, incluidas las mujeres y las niñas, y para que formen un gobierno inclusivo con un amplio apoyo”, agregó el vocero.
El encuentro con los británicos en la capital, Kabul, se produjo un día después de que los insurgentes sostuvieron un encuentro con una delegación iraní, otro evento que sucede por primera vez desde que asumieron el mando, para discutir las relaciones comerciales, un motor clave de la economía de Afganistán. La reunión representó la primera visita diplomática de Gran Bretaña a la nación desde que el Talibán tomó Kabul el 15 de agosto, y asumió el control del país tras el retiro de las tropas estadounidenses.
Los hechos, según una investigación de la organización, tuvieron lugar el 30 de agosto en el pueblo de Kahor, en el distrito de Khidir de la mencionada provincia, donde, en concreto, los talibanes mataron a once exmiembros de las Fuerzas de Seguridad de Defensa Nacional Afgana (ANDSF) y dos civiles. “Violan repetidamente los derechos de quienes perciben como sus adversarios, e incluso matan a quienes ya se han rendido”, se lamentó la secretaria general de AI, Agnés Callamard.
Con la recaudación de facturas paralizada, la empresa de energía eléctrica de Afganistán corre el riesgo de quedarse sin dinero.
La cadena de televisión holandesa NOS dio a conocer cartas enviadas por los insurgentes a los traductores, en las que se les demanda a presentarse ante la justicia del nuevo régimen de Afganistán. En caso contrario, los amenazan que serán duramente castigados "para dar una lección al resto de traidores”. “Nos vengaremos. Si no logramos atraparos, arreglaremos este asunto con vuestros familiares”, advierten en una carta, en la que acusan al intérprete de ser el responsable de la muerte de combatientes talibanes.
Los nuevos gobernantes del país y la filial regional del Estado Islámico se han enfrentado en varias ocasiones, mientras que los talibanes buscan solidificar el control.
El portavoz de Naciones Unidas, Stephane Dujarric, precisó que, hasta el viernes, el embajador reconocido de Afganistán ante el organismo, Ghulam Isaczai, que representa al gobierno depuesto del expresidente Ashraf Ghani, está inscrito para hablar a nombre del país asiático. La principal razón es que el comité de la Asamblea General que decide sobre las impugnaciones a las credenciales no se ha reunido y es altamente improbable que lo haga el fin de semana.
"Si le cortas la mano a una persona, no volverá a cometer el mismo crimen. La gente ahora es corrupta, extorsiona a otros, acepta sobornos", defendió el ministro de Prisiones, Nooruddin Turabi. El regreso de los "tribunales de la sombra" permitirá reanudar una serie de prácticas que habían sido erradicadas por los gobiernos civiles afganos.
Este ministerio ya era uno de los más estrictos en el Afganistán dominado por los insurgentes de los años 90, encargado de asuntos como la vestimenta, la apariencia física y el comportamiento de los ciudadanos. Según la cadena BBC, en el pasado esta oficina se encargaba de desplegar a una suerte de “policía de la virtud” que aseguraran el cumplimiento de la estricta interpretación de la ley islámica. Se lo conocía a sus agentes por golpear a mujeres que no fueran vestidas de acuerdo a los cánones talibán o que caminaran por la calle sin estar acompañadas de un hombre.
En una entrevista con el diario Financial Times, el enviado norteamericano para liderar las conversaciones con los insurgentes, Zalmay Khalilzad, dijo que la huida del Presidente afgano, Ashraf Ghani, del país echó por tierra un pacto con el movimiento fundamentalista.
Se trata del máximo líder del grupo, el mulá Hibatullah Akhundzada, y Abdul Ghani Baradar, uno de los rostros más reconocidos del movimiento fundamentalista.
La alta comisionada hizo un llamado “a la plena liberación de todas las personas detenidas arbitrariamente” en Venezuela. Además, advirtió que la violación de las garantías fundamentales en Nicaragua “se ha agudizado de manera alarmante”.
El biógrafo del jefe de Al Qaeda considera que al líder terrorista “le salió el tiro por la culata”, ya que no consiguió su objetivo con los ataques del 11 de septiembre, que era sacar a Estados Unidos de Medio Oriente.En esta entrevista con La Tercera, Bergen cuenta que en sus últimos años Bin Laden se apoyó en sus dos esposas mayores, que tenían doctorados.