Con gran parte de los edificios de la capital del Reino de Chile destruidos, una epidemia de tifus y una lenta reconstrucción, el terremoto ocurrido en 1647 sumió a la ciudad en la desesperación. En esos días aciagos, marcados por la religiosidad, surgió el culto a una imagen impactante: el Cristo de Mayo, de la iglesia de San Agustín, vinculada a la figura de una mujer cuya vida oscila entre la verdad y el mito, la Quintrala.
6 may 2020 04:40 AM