Desde hace tiempo se conocen algunos estudios en los que se muestra la capacidad protectora de esta vacuna frente a otros patógenos que no son la bacteria de la tuberculosis, incluso, frente a algunos virus. Nuevos estudios pretender fijar su desconocido potencial.
Esta nueva técnica podría además ayudar a los médicos a identificar cepas susceptibles a los antibióticos, bacterias que actualmente requieren de varios semanas para ser identificadas.
En 2016, la incidencia mantuvo alza de 2015, con 13,2 casos por 100 mil habitantes. Contagios se focalizan en Arica e Iquique. Adultos mayores y extranjeros son los más afectados.
Inoculación contra la tuberculosis en recién nacidos alcanzó el 85,5% el año pasado. En 2014 fue de 98,3%. Según los expertos, en esta tendencia estaría influyendo el movimiento antivacuna. Llaman a fortalecer políticas públicas.
Menos pesquisas de diagnósticos y percepción de que la enfermedad ya no existe son parte de las causas. Adultos mayores, extranjeros y pacientes crónicos son principales grupos de riesgo.
