Era la oficina de ventas de un proyecto inmobiliario, en un cerro que enfrenta la bahía de Zapallar, y se transformó en el lugar perfecto para su dueño, que todos los viernes del año se escapa sagradamente a encontrar la calma en esta casa, armada a pulso y con exquisito gusto.
Por Magdalena Rencoret Producción Paula Lyon Fotos Nicolás Abalo
5 mar 2020 11:37 AM