Donald Trump lo hizo otra vez. El republicano se convirtió en presidente de Estados Unidos una vez más al derrotar a la demócrata Kamala Harris, en unas elecciones que terminaron siendo menos estrechas de lo que se estimó inicialmente.

Esta victoria convierte a Trump en uno de los pocos presidentes en la historia del gigante del norte en ganar un segundo mandato no consecutivo. La vez anterior el empresario perdió la reelección a manos de Joe Biden, quien, hay que recordar, tuvo que abandonar la carrera para mantenerse en la Casa Blanca por cuestionamientos sobre su estado de salud.

La campaña de ambos candidatos fue un choque entre dos visiones diametralmente opuestas del futuro de Estados Unidos. Mientras Harris defendía la continuidad de las políticas progresistas iniciadas durante el gobierno de Biden, Trump se presentó como el candidato de la “restauración”, buscando regresar al estilo de gobierno que caracterizó sus primeros cuatro años.

De acuerdo con los primeros análisis, la economía se convirtió en uno de los temas clave que definieron la elección. Y ese mundo habló claramente con los resultados en la mano: subió la bolsa, el dólar, mientras que el bitcoin tocó máximos históricos.

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