“Le gritó un carabinero que le dijo: ‘¡Agáchate, tírate al suelo!’ Eso fue todo lo que le dijo”. Esas son las únicas palabras que uno de los tres carabineros asesinados en el sector de Antiquina, en la comuna de Cañete, en la región del Biobío, le habría dicho en la madrugada del sábado 27 de abril a Carlos Antihuen Riquelme (37) al momento de ser emboscados a disparos por desconocidos a unos 5 kilómetros de donde minutos más tarde serían encontrados sus cuerpos carbonizados en la camioneta blindada en la que se transportaban.
El testimonio, entregado ayer a 24 Horas de TVN por la madre de Antihuen, es el primer indicio público de que alguno de los funcionarios policiales Carlos Cisterna, Sergio Arévalo y Misael Vidal haya efectivamente visto e interactuado esa fatídica noche con el hombre al que iban a fiscalizar que estuviera cumpliendo con el arresto domiciliario nocturno que pesa en su contra desde agosto de 2023 por el delito de posesión, tenencia o porte ilegal de municiones. Además, lo convierte en un testigo clave del triple homicidio.
Ayer, en el marco de la conmemoración del Día del Trabajador, el Presidente Gabriel Boric insistió en que “estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para encontrar a los culpables y que respondan ante la justicia y la sociedad chilena”. Mientras que en la zona de Cañete, ayer continuaron los diferentes operativos y diligencias para tratar de llegar con los responsables del crimen que tiene a las comunas de Tirúa, Cañete y Contulmo con toque de queda.
Una de las diligencias que llamó la atención de los habitantes de Antiquina, el mismo sector del ataque, fue un masivo operativo de la PDI de Angol que incluyó un helicóptero institucional y vehículos blindados. Miembros de la policía civil realizaron una serie de allanamientos por una investigación distinta al triple asesinato del sábado, relacionada a una causa por robos, pero que dejó como detenidos a dos de las personas que la tarde del domingo pasado fueron “retenidos” e interrogados por Carabineros, y que horas más tarde fueron dejados en libertad.
El desmarque de la WAM
Entre las pistas con las que hoy está trabajando la policía uniformada para dar con sospechosos y sujetos de interés para resolver el crimen, está el tratar de dar con el paradero de una cámara GoPro Hero 5 que era utilizada por el cabo Vidal, con la que iba dejando registros de la diferentes acciones durante su turno. Pero hasta el momento, ni la cámara ni el armamento que utilizaban los tres funcionarios han sido hallados ni en el lugar donde fueron a hacer el control policial ni en el kilómetro 25 de la Ruta P-72-S, donde fue hallada la camioneta con los cuerpos.
Otro de los elementos que está en la mira de los investigadores es la eventual intervención del sitio del suceso para entorpecer la investigación. “No es inusual que quienes cometen estos crímenes alteren el sitio del suceso, realicen maniobras para esconder evidencia, para tratar de engañar a los persecutores”, explicó el martes el fiscal nacional, Ángel Valencia, en Radio Cooperativa.
Entre esa evidencia perdida estarían el ocultamiento o el traslado de casquillos de balas, los que han sido intensamente buscados por los investigadores. De hecho, algunos de ellos fueron encontrados en diferentes puntos de la Ruta P-72-S, lo que hizo creer inicialmente a los persecutores que pudo haber existido un intercambio de disparos en la vía. Pero días más tarde, las autopsias realizadas a los cuerpos de los uniformados arrojaron que su muerte fue por disparos en el rostro y en el tórax.
Entre los diferentes grupos radicales que actúan en la zona, hasta ahora Weichan Auka Mapu (WAM) es el único que se ha pronunciado descartando que miembros de su orgánica hayan participado en los hechos. “Repudiamos totalmente el asesinato de los 3 policías la noche del pasado viernes”, difundieron la noche del martes a través de las redes sociales del medio alternativo Radio Kvrruf.
“Creemos como WAM, que acciones como la ocurrida no contribuyen al proceso de reivindicación territorial, y transgrede principios fundamentales de toda lucha revolucionaria que se precie de tal”, expresaron. “Desconocemos y rechazamos el origen de este despreciable acto de crueldad y ponemos en duda la supuesta autoría mapuche, cómo también repudiamos cualquier imputación a nuestra orgánica; ultrajes como lo ocurrido demuestra un total desprecio por los valores fundamentales que todo mapuche debe enarbolar”, complementaron.