Análisis de académicos de EE.UU. apuntan a tesis del “fraude” de Maduro en comicios

Nicolás Maduro sostiene la credencial del Consejo Nacional Electoral que lo proclama como ganador de las elecciones presidenciales de Venezuela. Foto: Reuters

Dorothy Kronick y Walter Mebane comentan a La Tercera detalles de sus estudios sobre las elecciones presidenciales en Venezuela.


“Muchas gracias, Presidente Boric. Pretenden desconocer la soberanía popular y la verdad, pero no podrán. La burda maniobra en el TSJ, entregado al régimen, pretende eximir al CNE de su obligación constitucional. Pero ya es demasiado tarde. Todo el mundo sabe cuál es la verdad. Al final, no se atrevieron. No presentaron ni una sola acta, ni un solo número de una sola mesa de votación. Haremos respetar la voluntad de los venezolanos. Contamos con usted”.

Así respondía el jueves la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, a través de la red social X, a un mensaje escrito horas antes por el Mandatario chileno en esa misma plataforma, donde acusó al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela de “terminar de consolidar el fraude”, luego de validar el cuestionado “triunfo” de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio. “No hay duda de que estamos frente a una dictadura que falsea elecciones”, insistió Boric.

Una tesis de la que ya se habían hecho cargo en los últimos días dos académicos estadounidenses, que en sendos estudios no solo establecen la legitimidad de las actas electorales publicadas por la oposición, sino también se suman a las voces que denuncian la posibilidad de fraude por parte del régimen de Maduro.

“Mi análisis utiliza la estimación bayesiana de un modelo”, explica a La Tercera Walter Mebane, profesor de los departamentos de Ciencias Políticas y de Estadística de la Universidad de Michigan, quien a través de un análisis cuantitativo, llamado “e-forensics”, se dedicó a detectar signos de fraude y manipulación.

“Los datos que están disponibles para que los analice fueron recopilados y publicados por el principal partido de la oposición y comprenden el 81,7% de las actas de las elecciones”, se lee en su estudio, que concluye: “Las estimaciones muestran que solo dos de las 24.532 actas del análisis tienen posibles fraudes”.

“Los datos sugieren que (el candidato opositor Edmundo) González ganó por un amplio margen”, señala Mebane a este medio. “En estos datos, el candidato de la oposición tiene 7.156.462 votos en comparación con los 3.241.461 votos del actual Presidente, Nicolás Maduro, de los 10.659.128 votos emitidos para uno de los 10 candidatos”, apunta su análisis.

“Actualmente el ‘fraude’ consiste en que la comisión electoral se niega a publicar actas, mesas u otros datos sobre las elecciones, como se le exige”, comenta el académico. Y sobre la decisión del TSJ de avalar el triunfo de Maduro es categórico: “Sin la presentación de pruebas contundentes, la decisión parecería carecer de fundamento. Por lo tanto, la pregunta es si se han presentado pruebas contundentes sobre el resultado de las elecciones. Las simples certificaciones no serían, o al menos no deberían ser, pruebas contundentes. Una ‘auditoría’ no independiente carece en este momento de credibilidad”.

Dorothy Kronick, profesora adjunta en la Escuela Goldman de Políticas Públicas de la Universidad de California en Berkeley, estudia con especial atención la política venezolana. Por ello, también realizó un análisis de las elecciones titulado “Sobre la validez del conteo de votos publicado por la oposición venezolana”.

Simpatizantes del candidato presidencial Edmundo González y la líder opositora María Corina Machado se manifiestan en Caracas, el 30 de julio de 2024. Foto: Reuters

“Los datos del equipo de campaña (opositor) incluyen el conteo de votos de 25.073 máquinas de votación, 82,8% del total de 30.280 mesas. En esas 25.073 máquinas deben votar 84,7% de los votantes registrados. González obtuvo 67% de los votos válidos dentro de esta muestra. Aun si Maduro haya obtenido 100% de los votos de todos los votantes registrados (con 0% de abstención) en el 17% restante de las máquinas, todavía González ganaría con un margen de cinco puntos (51,5% sobre 46,5%)”, sostiene.

“No es cuestión de a quién crees más, porque el sistema de voto electrónico de Venezuela, el mismo que protegió en muchas ocasiones la mayoría de Hugo Chávez ante acusaciones de fraude que resultaron ser falsas en la mayoría de las ocasiones, es el mismo que nos da hoy evidencia a favor de lo que ha dicho el comando opositor”, dice Kronick a La Tercera.

Coincidentemente, tanto Mebane como Kronick son académicos que en su momento desmintieron la existencia de fraude por parte de Evo Morales en las elecciones de 2019 en Bolivia.

Partidarios de Nicolás Maduro descansan frente a un mural del fallecido presidente Hugo Chávez durante una manifestación en Caracas, el 22 de agosto de 2024. Foto: Reuters

El 25 de octubre de ese año, el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia otorgó al partido Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales el 47,08% de los votos, mientras que Comunidad Ciudadana (CC), del candidato opositor Carlos Mesa, sumó el 36,51%, quedando descartada una segunda vuelta. No obstante, dos informes de la OEA dieron cuenta de supuestas irregularidades en el recuento de votos, exacerbando los reclamos de la oposición, lo que a la postre motivó la renuncia de Morales.

“Incluso eliminando los votos considerados ‘fraudulentos’, el MAS tiene un margen de más del 10% sobre CC”, escribió Mebane entonces. En tanto, un estudio de 2020 de Kronick contradijo a la OEA y validó la victoria de Morales. “Descubrimos que la tendencia en la proporción de votos se puede explicar sin invocar el fraude, y que el cambio supuestamente sospechoso en los votos contados tardíamente fue en realidad un artefacto de errores metodológicos y de codificación por parte de los observadores electorales”, señalaba el abstract de su estudio.

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