Fueron décadas en el mundo de la neurociencia, la biología, la investigación. Su único vínculo con la política, quizás, era que su padre había sido subsecretario de Pesca del gobierno de Aylwin. Hasta que en diciembre de 2018, Andrés Couve (51) se convirtió en el primer ministro de Ciencia de Chile, una cartera que hasta ahora parecía más bien simbólica, pese a estar ubicada en el Segundo Piso de La Moneda.
Pero la pandemia lo cambió todo; reorganizó las prioridades y el rol de Couve -con una tensión importante con el exministro de Salud, Jaime Mañalich, de por medio- comenzó a fortalecerse. En esta entrevista, el ministro defiende los avances en la disponibilidad de información y asegura que los cuestionamientos a su rol son “muy injustos”.
-¿Le sorprendió la renuncia del hoy exministro Jaime Mañalich?
Estoy mirando con mucho optimismo el futuro colaborativo que ha puesto el ministro (Enrique) Paris.
-¿Pero le sorprendió cómo se dio su salida?
Yo creo que era necesario un ambiente mucho más colaborativo.
-¿Con Mañalich se recogían las ideas de su ministerio?
Existieron tensiones propias del rol de cada uno de los ministerios, donde el Ministerio de Salud está dedicado con todas sus capacidades a la gestión de la emergencia sanitaria y nosotros como Ministerio de Ciencia tenemos un rol distinto, que ha sido poner las capacidades de la investigación nacional al servicio del país en la emergencia en apoyo al Minsal y en dejar capacidad instalada en el futuro. Y, en esos roles, que son complementarios desde hace poco en el Estado, hubo tensiones que son normales.
-¿Cree que sus opiniones eran escuchadas?
Nosotros, a través de la articulación de la comunidad científica, hemos tenido una llegada muy significativa en las decisiones y las acciones que se han tomado en el marco de esta epidemia.
-¿La llegada de Paris a Salud ha facilitado el trabajo con Ciencia?
El Ministerio de Ciencia ha tenido siempre una actitud colaborativa, ha tenido siempre una actitud de incorporar a más voces y, por lo tanto, la llegada del ministro Paris abre una etapa colaborativa en la cual el Ministerio de Ciencia va a contribuir de manera significativa.
-¿Cuando usted dice que era necesario un nuevo ambiente quiere señalar que no estaba satisfecho con la estrategia que se estaba llevando a cabo?
Como te dije antes, veo que el cambio ha promovido una nueva mirada colaborativa. Eso creo que es muy valioso...
-Se lo pregunto porque ha habido una crítica sostenida al manejo de las cifras durante la pandemia, un manejo en el que usted está involucrado directamente. ¿Cuál es su evaluación en general al respecto?
Nos hemos dado cuenta de la dificultad que genera el comunicar cifras, gráficos, el análisis y, sobre todo, cuando se trata de temas tan sensibles. Y, por lo tanto, ha habido un desafío que es comunicacional. Lo segundo es que hemos tenido que ir construyendo una infraestructura de información que no teníamos y que nos ha exigido esta epidemia y también se lo ha exigido a todos los países...
-¿Ha existido falta de transparencia en entregar la información?
La mejor demostración es que la información está disponible, es accesible y puede analizarla cualquier persona y, por lo tanto, aquí no hay ocultamiento de información. Aquí ha habido algunas dificultades comunicacionales, pero la información que tenemos disponible para cualquier persona es contundente.
-Usted reconoce dificultades comunicacionales y dice que no se ha ocultado información. Sin embargo, se tomó la decisión sobre qué informar y qué no. Por ejemplo, Ciper reveló que el departamento de Estadística del Minsal informaba una cifra para la OMS sobre fallecidos y otra cifra en Chile. Tras esta información el gobierno cambió el criterio y comenzó a incorporar los casos probables. ¿Cómo se explica eso?
Hay que dejar bien establecido que el organismo responsable de comunicar esa información a la OMS es el Ministerio de Salud. Yo no estoy en conocimiento de esa información. Sí me parece que aquí ha habido un esfuerzo muy significativo de primero entregar información que tiene que ver con la información frente al Registro Civil, con los PCR positivo. Y eso representó una mejora sustancial respecto a la metodología anterior. Se va a complementar con lo que apareció en el informe epidemiológico, que son los casos probables. Eso se va a entregar con información del DEIS.
-¿Usted no sabía, entonces, que se daba una cifra a la OMS y otra en Chile?
Como le dije antes: el Ministerio de Salud tiene la responsabilidad de informar a los organismos internacionales. Yo no estoy en conocimiento de esa información.
-Y cuando salió la publicación, ¿estuvo de acuerdo con ese doble criterio?
Lo que se ha publicado aquí en Chile tiene que ver con lo que está hoy día en el reporte diario y que se complementó con lo que aparece en los informes epidemiológicos de los casos probables.
-Parte del mundo científico ha tenido críticas lapidarias. El domingo pasado más de cien profesionales ligados a ese mundo pidieron su salida argumentando que usted avaló al exministro Mañalich en procedimientos que, según calificaron, son “aberrantes”. ¿Qué le parece eso?
Reconozco que hay un valor en la democracia de que en particular la comunidad científica pueda tener sus opiniones muy independientes, como corresponde a una sociedad madura. En lo personal, lo encontré muy injusto porque hemos trabajado de manera incansable para justamente hacer que esa información esté disponible para el público y esté disponible para la comunidad científica.
-¿En ningún momento se le pasó por la cabeza renunciar?
Nuestros cargos son de exclusiva confianza del Presidente y es él quien tiene que evaluar la continuidad de cada uno de sus ministros.
-Se lo pregunto porque señaló que hubo tensiones con Mañalich y quizás no estaba conforme con la estrategia…
Los cargos son de exclusiva confianza del Presidente. Sin embargo, yo tengo un compromiso con el servicio público, con la instalación de este ministerio y también tengo un compromiso con la comunidad científica y poner en valor su trabajo, que ha tenido un impacto súper significativo en esta epidemia.
-En el gobierno varios transmitían que el exministro Mañalich era reticente a entregar mayor cantidad de información y datos. ¿Es efectivo eso?
La información que hemos entregado en los reportes diarios ha ido creciendo, mejorando en calidad, en cantidad y se ha ido complementando, además, con los informes epidemiológicos con más información. Y aparte de eso, hemos trabajado para disponibilizarla y que esté en un sitio de libre acceso para la investigación científica. Por lo tanto, hay un proceso de construcción de un sistema de información y ese sistema de información se ha construido gradualmente, se ha ido completando como lo han hecho todos los países y, por lo tanto, creo que esa es la mejor evidencia de cómo nosotros estamos entregando información oportuna y contundente.
-Usted dice que el Ministerio de Ciencia no tiene conocimiento de las cifras que se le entregan a la OMS. Teniendo en cuenta el rol que tiene, ¿no cree que deberían tener acceso a esa información?
La responsabilidad de comunicar a los organismos internacionales es del Ministerio de Salud.
-¿Cree que se demoraron en hacer el cambio metodológico?
Nos hemos demorado porque el DEIS, que es el que informa los casos probables, no tenía la capacidad de informar con esta periodicidad. Informaba en periodos mucho más largos y esto ha significado incrementar las capacidades para que ese período disminuya y pueda entonces ahora informar periódicamente.
-¿Pero por qué no se transparentó esto desde un inicio a la ciudadanía? Finalmente pareciera que se ocultó información para mostrar una realidad que no era...
Nosotros mencionamos siempre que el cambio metodológico era un cambio que mejoraba sustancialmente lo que había anteriormente, que no era un sistema óptimo y que había un espacio para mejorar. Y este es el espacio para mejorar (con los casos probables), que se completó ahora.
-El columnista del New York Times, Nicholas Kristof, escribió hace unas semanas que, dentro de las lecciones que ha dejado la pandemia, es que los líderes que han manejado mejor el virus son los que humildemente han consultado a expertos en salud. En Chile ha habido resistencia a escuchar a los expertos. ¿Qué evaluación hace al respecto?
El Presidente, y esto es muy claro y se instaló desde muy temprano un comité de expertos que ha asesorado al Ministerio de Salud desde el primer momento y, por tanto, ahí hay expertise científica, expertise clínica y además de eso hemos estado también permanentemente en ese comité de emergencia aportando con la evidencia más reciente que proviene de la comunidad científica, que proviene de informes tanto nacionales como internacionales.
-Pero una cosa es hacerlos participar y otra seguir sus recomendaciones. Por ejemplo, transversalmente expertos dijeron que el carnet Covid era mala idea porque no había prueba de que existiera inmunidad. Sin embargo, el gobierno insistió por semanas hasta que echó pie atrás, pero argumentando una cosa distinta a los expertos: que podía ser discriminatorio...
El rol de los expertos es asesorar, hacer recomendaciones y es la autoridad quien tiene que tomar decisiones, tomando en cuenta esas recomendaciones y muchas otras consideraciones que vienen desde ámbitos muy distintos. Respecto al carnet Covid, se hizo una evaluación muy rigurosa y encontramos que no había evidencia suficiente para establecer la inmunidad de aquellas personas que habían estado contagiadas por el virus del coronavirus y, por lo tanto, en ese sentido que no se implemente el carnet Covid da cuenta de que estamos mirando muy de cerca la evidencia científica.
-Respecto a la metodología que están usando, ¿cuáles son los desafíos pendientes?
Tenemos que avanzar, por ejemplo, en tener más información respecto a la progresión de los pacientes, desde el testeo hasta la hospitalización, y eso va a permitir tener una mejor comprensión de la epidemia, de las hospitalizaciones y nos van a permitir también poder estimar cuál va a ser la necesidad del sistema hospitalario en el futuro.
-¿Cuál es su proyección sobre la duración de la pandemia?
La verdad es que se están haciendo todos los esfuerzos para disminuir la tasa de contagios, para aumentar la capacidad hospitalaria, pero es difícil predecir una epidemia de la cual sabemos muy poco. Yo no me atrevería a predecir cuál va a ser la duración de esta epidemia en el mundo, ni en Chile.