Prácticamente solo ante las cámaras producto de las medidas de seguridad adoptadas por la pandemia de coronavirus, Joe Biden pronunció la noche del jueves, desde el Centro Chase de Wilmington, en Delaware, el mejor discurso que podía dar en el momento más importante de su carrera política de ya 47 años. “El final de este capítulo oscuro empieza esta noche”, aseguró al aceptar, a sus 77 años de edad, la nominación presidencial demócrata para el próximo 3 de noviembre disputar la Casa Blanca a Donald Trump. “Nuestro actual Presidente nos ha fallado en su tarea más básica, protegernos” y “eso es imperdonable”, sentenció en su discurso de 24 minutos, uno de los más breves en la historia de las convenciones políticas estadounidenses.
Steven Levingston, biógrafo de Joe Biden
La pandemia del coronavirus obligó al Partido Demócrata a repensar la estrategia para su Convención Nacional 2020. Las tradicionales cuatro jornadas con concurrencias masivas y llenas de globos que siempre han caracterizado este evento, dieron paso a una puesta en escena virtual, a escala reducida, con muchos discursos e historias en video pregrabadas. Pero Steven Levingston, autor del libro Barack and Joe: The Making of an Extraordinary Partnership (2019), cree el formato de la Convención Nacional Demócrata “puede haber ayudado a Biden”.
“Las convenciones suelen ser eventos caóticos y distantes para la mayoría de las personas. Pero la forma en que esta se armó debido a la pandemia de coronavirus unió a las personas de una manera nueva: vimos la política de cerca y vimos a personas de todos los segmentos de la sociedad hablando, aunque sea brevemente; vimos muchos lugares diferentes en Estados Unidos durante el pase de lista de los delegados, lo cual fue extraordinario y nos mostró lo grande y diverso que es realmente Estados Unidos. Normalmente no obtienes este tipo de presentación en una convención partidaria”, comentó a La Tercera Levingston, quien es editor de no ficción del diario The Washington Post.
Biden llegó a la convención demócrata con las encuestas a favor. Ya en junio, un sondeo publicado por el diario The New York Times le daba una sorprendente ventaja de 14 puntos porcentuales sobre Trump, al obtener el 50% de las preferencias, frente al 36% del republicano. Pero una encuesta difundida a comienzos de agosto por la cadena CNN encendió las alarmas en la campaña del demócrata, al revelar que la diferencia con el mandatario que busca la reelección se había estrechado a solo cuatro puntos a su favor (50% contra 46%).
Pero Levingston considera que estas cifras, por ahora, no debieran poner en riesgo las aspiraciones del exvicepresidente de Barack Obama. “Biden lidera las encuestas por márgenes que son mayores que los que tenía Hillary Clinton en este punto del ciclo electoral anterior”, recuerda. “Pero las elecciones nunca terminan hasta que se cuentan todos los votos. Entonces cualquier cosa puede pasar. Si la economía pareciera estar mejorando, eso podría ayudar a Trump, pero las señales del futuro ahora apuntan a una dura segunda ola del coronavirus que podría tener un impacto perjudicial en la economía”, advierte.
La elección de Kamala
Levingston destaca la decisión de Biden de elegir a la senadora Kamala Harris como compañera de fórmula, la primera mujer negra candidata a la Vicepresidencia de Estados Unidos. “Harris muestra el compromiso de Biden con la inclusión en la vida y la política estadounidenses. Ella representa la necesidad de que los estadounidenses se unan en torno a la diversidad y se unan para construir un país que responda a los sueños de todos, no solo a ciertos segmentos de la población”, sostiene.
En momentos en que Estados Unidos se enfrenta una vez más al debate por el racismo tras el asesinato de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis, en mayo, el rol de Obama, el primer Presidente afroamericano en la historia del país, en la campaña de Biden cobra mayor importancia, según este biógrafo. “Creo que Obama comenzará a desempeñar un papel más importante a medida que la campaña se dirija hacia las elecciones. Se da cuenta, como ha dicho Biden, de que Estados Unidos está en una batalla por el alma de la nación. Además, el legado de Obama también está en juego. Si Trump permanece en el poder, todo lo que Obama intentó hacer en sus años en el cargo probablemente se perderá. Trump ya ha desmantelado gran parte de lo que logró Obama”, afirma.
Pero el desafío para Biden si derrota a Trump en noviembre es grande, sostiene Levingston. “Unificar el partido y la nación es una de las mayores tareas que le esperan a Biden si es elegido. Todavía hay frustraciones entre la izquierda porque su candidato Bernie Sanders no triunfó”, señala. “Pero los conflictos entre la izquierda y el centro en el Partido Demócrata son más pequeños ahora, creo, porque todos los demócratas ahora ven la necesidad de unificar la nación, que es una tarea mucho más grande, y solo se puede lograr derrotando a Trump, quien ha trabajado duro para dividir a los estadounidenses”, concluye.
Victor Davis Hanson, biógrafo de Donald Trump
El jueves, el mismo día en que Joe Biden aceptaba la nominación demócrata en Delaware, el Presidente Donald Trump decidió visitar la ciudad natal de su rival, Scranton, en Pennsylvania. El mandatario no perdió la oportunidad para atacar duramente a su contrincante. “Esta noche, Joe Biden hablará en la Convención Demócrata, y estoy seguro de que nos recordará que nació en Scranton”, dijo Trump a sus partidarios. “Pero esto es lo que Joe Biden no quiere decirles: se fue de Scranton hace 70 años y ha pasado el último medio siglo en Washington”. Pero el republicano fue más allá en sus críticas al demócrata: “Biden es un títere del movimiento de izquierda radical que busca destruir el estilo de vida estadounidense”, aseguró Trump, confirmando el tono que su campaña había dicho tendría su gira previa a la Convención Republicana: “Destacar el historial de fracasos de Joe Biden”.
Bajo el lema “Honrando la gran historia estadounidense”, la Convención Nacional Republicana arranca mañana en Charlotte, Carolina del Norte. Esta es la tercera ubicación elegida para el evento después de haber sido trasladada dos veces debido a las restricciones del Covid-19 y un aumento en los contagios. Se espera que Trump visite la ciudad durante la jornada, la misma en que será nominado formalmente por los delegados. Los pormenores del evento, que también se extenderá por cuatro días, serán transmitidos en vivo y en gran parte se desarrollarán vía internet. La cita terminará el jueves con el discurso de aceptación formal de su nominación, que Trump planea hacer desde los jardines de la Casa Blanca, pese a las críticas que generó la decisión de utilizar una dependencia federal.
En el marco de una campaña marcada por la pandemia, Victor Davis Hanson, autor del libro The Case for Trump (2020) estima que “la cuarentena daña mucho más a Trump”. “Sus característicos grandes mítines fueron fuerzas multiplicadoras de entusiasmo, dada la ampliación de las audiencias televisivas y en línea. Realmente encendía la base, y ahora están todos cancelados”, comenta a La Tercera este investigador de historia militar en la Hoover Institution de la Universidad de Stanford y profesor emérito en la Universidad Estatal de California, en Fresno.
En contraste, afirma Hanson, “Joe Biden no estaba ni física ni cognitivamente preparado para emprender una campaña tradicional, como vimos en sus pésimas performances iniciales en las primarias”. “Y todos sus posibles compromisos ahora están en duda. Pueden volverse virtuales, un formato que enmascara más que acentúa sus obligaciones. Nunca antes habíamos visto una campaña de ‘mareo contra las cuerdas’ como esta y no tenemos idea de cuándo o si el pueblo estadounidense exigirá que Biden actúe como un candidato normal”, dice.
“Ciclo de noticias favorable”
Aunque Trump marcha abajo en las encuestas de cara a noviembre, Hanson es optimista sobre el desempeño del republicano en la recta final de la campaña. “Trump también lo está haciendo bien en las encuestas de los estados indecisos. ¡Uno pudo sentir el miedo en la Convención Demócrata, donde los oradores golpearon sus podios virtuales con llamados al voto!”, enfatiza. A juicio del historiador, “el ciclo de noticias de agosto a octubre es más favorable para Trump: A medida que el virus parece estar menguando, la economía a tropezones se está recuperando, la cuarentena ahora es un referéndum para enviar a 50 millones de niños de regreso a la escuela, con Trump en el lado correcto de esa pregunta en los sondeos, mientras los disturbios y la violencia están ahora a años luz de George Floyd y más sobre un movimiento revolucionario como el de Antifa y Black Lives Matter en servicio de guiño y asentimiento al Partido Demócrata, que ha perdido el apoyo público”.
Y Hanson insiste en los ataques al rival de Trump. “Biden no está a la altura de una campaña tradicional, y Kamala Harris no fue una selección de vicepresidenta que le dará un impulso. Por lo tanto, salvo eventos imprevistos en el país o en el extranjero, Trump puede ganar un punto más o menos a la semana y encontrarse en un empate después del Día del Trabajo (el 7 de septiembre en EE.UU.) en muchas encuestas”, asegura.
A juicio del académico, la campaña del republicano “es mucho mejor que en junio, con un nuevo director de campaña y más autodisciplina por parte del propio Trump”. Para Hanson, “Trump es el único candidato republicano que podría responder al veneno sin parar de la Convención Demócrata en términos similares, y ese hecho es lo que mueve a su base. Trump es su respuesta a la vacilación, la ambivalencia y la ingenuidad de las pasadas campañas fallidas de Bob Dole, John McCain y Mitt Romney”.