Cuentan en La Moneda que uno de los primeros arreglos que pidió el Presidente Gabriel Boric para su nueva oficina fue cambiar el escritorio por uno más pequeño y más sencillo, “parecido al que tenía Salvador Allende”. También, agregó un mueble antiguo, cambió de lugar la lámpara que Sebastián Piñera tenía sobre el escritorio, y ubicó un collage, con la palabra “dignidad” escrita, que le regalaron en el acto cultural que realizó en La Pintana después de asumir. En su despacho también tiene una guitarra que le regaló el exministro de la Segpres Juan José Ossa, junto al siguiente mensaje: “Otra cosa es con guitarra”.
Lo que no ha cambiado aún es el retrato de Bernardo O’Higgins que tenía Sebastián Piñera .
En sus dos primeras semanas como Presidente de Chile, Boric ha buscado mantener un perfil bajo, sin salir mucho del Palacio Presidencial, ni opinar tanto en sus redes sociales. Mientras, ha aprovechado para conversar con sus ministros, presentarse ante los funcionarios, conocer cada pasillo de La Moneda y analizar las principales preocupaciones que han dejado las primeras semanas, como los errores en el viaje a La Araucanía, la tensión entre las dos coaliciones de gobierno y las presiones de parlamentarios por el quinto retiro de los fondos de pensión.
La estrategia del gobierno fue darles protagonismo a los ministros, para que ellos lideraran los primeros anuncios y que el Presidente no quedara expuesto en las primeras semanas.
La rutina del Mandatario en el Palacio Presidencial comienza temprano. Llega alrededor de las 7 de la mañana acompañado de su pareja, la directora sociocultural de la Presidencia, Irina Karamanos, y de sus escoltas.
A Boric le gusta estar en su oficina con las ventanas abiertas, y siempre está escuchando música. De hecho, por estos días lo hace con un parlante, mientras llega la tornamesa que instalará en su despacho. Los estilos son cambiantes; hay veces que suena Sui Generis, y otras escucha bandas de rock pesado.
En general, almuerza a las 13.30, en el comedor del salón presidencial. Cuentan que ha mantenido la costumbre de comer mientras lee y oye música, rito que conserva desde su etapa universitaria y que mantuvo durante sus años como diputado. Pocas veces almuerza con más personas y no ha pedido un menú especial. Es decir, come lo mismo que los demás funcionarios de Palacio. Por ejemplo, el miércoles almorzó carbonada, al igual que todos.
Las lecturas dependen del día, pero quienes conocen al Presidente dicen que está especialmente pendiente de los medios de comunicación y de las reacciones a los primeros anuncios, como la controversia por los primeros embajadores designados.
El despacho más cercano al de Boric, a diferencia de Piñera, quien estaba al lado de su secretaria, es el del jefe de gabinete, Matías Meza-Lopehandía (ver infografía), quien está a cargo de llevar la agenda y es su principal confidente en La Moneda.
Pese a que el Mandatario no creía necesario tener una secretaria, su equipo le insistió en la importancia de tener a alguien con experiencia en la burocracia presidencial. Por eso, tras el escritorio de Meza-Lopehandía está ubicada la secretaria Patricia Lagos, quien tiene una larga trayectoria en el sector público, pues trabaja ahí desde el gobierno de Eduardo Frei.
En ese mismo pasillo está ubicada la jefa de asesores, Lucía Dammert, quien lidera el Segundo Piso. En él también está el resto de los asesores, que ya tienen sus cargos confirmados.
En el pasillo se instalaron en el siguiente orden: Diego Pardow (políticas públicas y compromisos programáticos) y Andrea Reyes (contenidos), quien ha escrito los primeros discursos del Presidente. Luego están Carlos Durán (estudios), Felipe Valenzuela (comunicaciones) y el exbaterista de la banda musical Guachupé Nelson Alveal (producción y avanzada), quien conoció a Boric y a Meza-Lopehandía cuando estudiaba Derecho en la Universidad de Chile.
El resto del equipo de avanzada, liderado por Alveal, está en el primer piso. Este está compuesto por la jefa de avanzada, Eva Osorio; el jefe de producción, Joan Martínez; el abogado Miguel Barros, excompañero de Boric en la Facultad, y Emiliano Salvo, uno de los mejores amigos del Presidente.
De ahí que han sido varios los abrazos al encontrarse en el Patio de los Naranjos.
Caminatas de pasillo
Boric también se ha dado el tiempo de visitar los ministerios que están en La Moneda. Trabajadores del Palacio cuentan que el Presidente se pasea por los pasillos preguntando quiénes trabajan en cada oficina y observando detalles del edificio. Incluso, lo han visto en la cocina en más de una ocasión, donde dicen que no consume bebidas, solo agua y café.
En sus caminatas aprovecha de visitar a los miembros de su gabinete. El jueves 17 fue a la oficina de la ministra del Interior, Izkia Siches, para respaldarla después del fallido viaje a La Araucanía. Y en la tarde del viernes 18 interrumpió en su oficina al subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, para conversar de la contingencia.
También ha acudido a los despachos de la ministra de Desarrollo Social, Jeannette Vega; de la vocera, Camila Vallejo, y conversa fluidamente con los ministros Giorgio Jackson y Mario Marcel. Con este último se reunió constantemente la semana pasada. Esta, en cambio, sus citas más frecuentes fueron con Jackson y Vallejo. Cercanos al Presidente aseguran que al igual como le importa que no existan partidos de primera y segunda clase en el gobierno, como dijo en Cerro Castillo, también le interesa que todos los ministros del gabinete se sientan respaldados. Sobre todo, luego de los primeros roces y cuestionamientos que recibió en la interna la ministra Izkia Siches tras el viaje a La Araucanía.
Aunque Boric no participa del comité político de los lunes con los presidentes de los partidos, sí ha estado en conversaciones fluidas con ellos con el objetivo que ratificó en la jornada del viernes: mejorar las relaciones para llegar a ser una sola coalición.
Además, en las conversaciones con los secretarios de Estado les ha pedido que sean cautelosos en el proceso de instalación y que eviten despedir a mucha gente durante las primeras semanas de ejercicio, más allá de los cargos de confianza.
Por eso, en esas visitas aprovechó de presentarse y saludar a los antiguos trabajadores de La Moneda. “Me interesa que nos sintamos parte de lo mismo, más allá de las diferencias políticas que pueda haber, estamos echando a andar el mismo buque, ustedes son tan importantes como los que estamos en otros cargos. Así que, de verdad, muchas gracias por su pega”, les dijo a los funcionarios.
Preocupaciones
La familia del Presidente ha estado presente en sus primeros días de gobierno. Su padre lo visitó en La Moneda y realizó un tour de una hora y media en el Palacio. Luego conversaron alrededor de 20 minutos cuando el Mandatario le manifestó el entusiasmo con el que vive los primeros días, misma emoción que les confiesa a sus amigos.
Pero en las conversaciones con su círculo de confianza también ha manifestado algunas preocupaciones, como las presiones por el quinto retiro, en lo que ha trabajado constantemente con el ministro Segpres, Giorgio Jackson; el jefe de Hacienda, Marcel, y la ministra del Trabajo, Jeannette Jara.
Por eso, al Presidente no le gustaron las declaraciones de Daniel Jadue, alcalde de Recoleta y excontendor en la primaria, cuando volvió a decir que Mario Marcel era un defensor de la política neoliberal. La única reacción de Boric fue por Twitter, donde retuiteó el último reconocimiento de Marcel, cuando fue elegido el mejor presidente de los bancos centrales.
Otra de las primeras conclusiones de Boric en La Moneda es que, a pesar de lo que había dicho, ser Presidente sí se está convirtiendo en un trabajo 24/7. De hecho, se le hace difícil fijar una hora de salida, por lo que sus asesores cercanos y escoltas hacen turnos para acompañarlo. Algunas veces sale a las 20, otra a las 21 y también más tarde.
El martes, por ejemplo, se retiró del Palacio a las 22.39. “Recién saliendo de La Moneda. Días de intenso trabajo para poder desplegarnos como gobierno por todo Chile y así cumplir el mandato que ustedes nos dieran”, escribió en su cuenta de Twitter.
“No les recomiendo quedarse hasta que me vaya”, le ha dicho a su equipo en varias ocasiones.
El jueves se retiró más temprano para viajar a Cerro Castillo, donde vio el partido de Chile en su habitación, con un amigo.
Al mediodía del viernes, mientras estaban en un break del primer consejo de gabinete, se enteraron de que un carabinero le había disparado a un hombre en las manifestaciones en Santiago y que la violencia en las calles estaba desbordada.
Mientras desarrollaban la reunión, se le solicitó a la delegada presidencial que informara minuto a minuto y el Presidente le dijo a Siches que interrumpiera para actualizar la información. También, Meza-Lopehandía le comentaba las últimas novedades directamente a Boric, quien quedó muy preocupado por la seguridad pública. Más aún, porque saben que el martes será un día complejo. Es el Día del Joven Combatiente.