La escena ocurrió hace poco más de cuatro meses, pero parece que hubiera pasado en un mundo totalmente distinto. En la madrugada del martes 9 de noviembre, el entonces diputado Giorgio Jackson entraba raudo al Congreso, recién liberado de una cuarentena por ser contacto estrecho de Covid-19 de su candidato presidencial, Gabriel Boric. En la sala lo esperaba el diputado PS Jaime Naranjo, que con un maratónico discurso de 15 horas hizo tiempo para que su par de RD llegara a sufragar en la acusación constitucional contra Sebastián Piñera, por la situación de la minera Dominga. En su llegada hubo abrazos, aplausos y un sentimiento de unidad. El voto del exlíder estudiantil fue clave para alcanzar justo los 78 sufragios que hacían avanzar el libelo al Senado. Y aunque se perdería en la Cámara Alta, la imagen de ese Jackson épico queda como un contraste imborrable respecto al otro Giorgio Jackson: el que este martes llegó de vuelta al mismo Congreso, pero esta vez desde el lado opuesto de la vereda, como representante del Ejecutivo con expectativas tan altas como las cargas que arrastra.

Junto a un staff de colaboradores y vestido en forma impecable (camisa celeste, pantalón y chaqueta azul marino a la medida), el flamante ministro de la Segpres se reunió a primera hora con los presidentes de ambas cámaras, el diputado Raúl Soto (PPD) y el senador Álvaro Elizalde (PS), partiendo su ardua carrera para concretar la agenda programática del gobierno, que incluye el envío este semestre de una reforma tributaria.

El caso de Soto es un buen ejemplo de uno de los puntos que marcan en el Congreso sobre el estilo del hoy ministro. Pese a que tienen nueve meses de diferencia de edad y que coincidieron durante todo un período en la Cámara, en la bancada del PPD cuentan que Jackson y Soto no cultivaron una relación (ni buena ni mala) como diputados, y reconocen que la sensación era que, en ese entonces, el actual titular de la Segpres miraba con cierta distancia a sus pares de la ex Concertación, más aún si eran de su generación. Algo que también se repite como un comentario en Chile Vamos.

Con Elizalde, y a pesar de las conocidas gestiones del ministro para que Manuel José Ossandón (RN) encabezara el Senado y no él, el escenario es algo distinto. En el entorno del dirigente socialista aseguran que han labrado una buena relación política, y que la apuesta es que esto ayude en la articulación con una Cámara Alta que está tensionada por los debates sobre su continuidad que se dan en la Convención Constitucional. “Tengo una gran relación con el ministro Jackson, óptima diría yo, por eso me llamó la atención el efecto mediático que se generó en la elección de la mesa”, dice Elizalde.

La senadora Campillai pidió a Jackson urgencia a ley de indulto a presos del estallido.

Un revuelto debut

En términos de articulación política, Jackson enfrenta un escenario más difícil que el de sus antecesores. En el Senado existe un empate técnico entre la derecha y la izquierda, y en la Cámara, una inédita dispersión de fuerzas (19 partidos y 35 independientes) que hace cuesta arriba la aprobación de leyes que requieran un alto quórum.

La actitud rebelde del diputado René Alinco (independiente), quien esa mañana fue uno de los impulsores de un proyecto para aprobar un quinto retiro de fondos de las AFP, sirve para reflejar la complejidad que tendrá La Moneda para alinear al supuesto oficialismo y “pirquinear” votos. “Por la boca muere el pez, si revisamos los discursos de Boric y Jackson en la Cámara y en sus tiempos de dirigentes estudiantiles, nos daremos cuenta que en estos pocos días de gobierno, esa consecuencia se les olvidó, esa rebeldía se esfumó”, dijo Alinco.

Pero como un anticipo de lo que podría ser su relación con el Parlamento, en su debut Jackson enfrentó más imprevistos.

Esa tarde la senadora Fabiola Campillai le solicitó una reunión a Jackson donde le pidió poner urgencia al proyecto de ley de amnistía para los presos del estallido, mientras la bancada comunista le expresó su malestar porque la primera medida del gobierno haya sido la extensión del estado de emergencia en el norte, debido a la crisis migratoria. “Efectivamente, hubo molestia por la forma en que se comunicó la renovación del estado de excepción en el norte. Espero que los canales de comunicación mejoren y no vuelvan a suceder estas situaciones en que uno se entera de improviso”, señala Matías Ramírez, uno de los nuevos diputados del PC, que representa a Tarapacá.

“Nadie ha dicho que será fácil”, afirma el senador de RD Juan Ignacio Latorre, el (único) escudero que tendrá Jackson en la Cámara Alta. “La coalición de gobierno no tiene mayoría y eso implica mucha capacidad de gestión política, no solo de Giorgio, sino que de todo el gabinete. Él estuvo dos períodos como diputado y sabe perfectamente el tejemaneje en la Cámara. Tal vez conoce menos el Senado, ahí tiene un desafío y contará con toda mi colaboración y de la bancada Apruebo Dignidad”, agrega Latorre.

Senador Chahuán (RN) conversa con ministros antes de votación de la prórroga del estado de excepción en el norte.

Ajuste de cuentas

Ese martes, minutos antes de las 16 horas, Jackson y su subsecretaria, Macarena Lobos (independiente, cercana a la DC), salieron de la oficina de ministros en el Senado rumbo a la Cámara, para continuar con su ronda de reuniones protocolares. Al cruzar por el hall de entrada se encontraron con la bancada de la UDI que en ese momento se ordenaban en las escalinatas (junto a la réplica de la Proclamación de la Independencia de Chile) para tomarse su primera foto oficial. El ministro se detuvo a saludar a algunos de los 21 diputados, a quienes manifestó su intención de reunirse con ellos a la brevedad. Incluso les propuso reunirse en La Moneda.

El encuentro fue frío y algunas peticiones (“estado de excepción también para La Araucanía, ministro”) y bromas (“tiene que ser con un buen almuerzo la reunión, eso sí, ministro”) lanzadas al aire por los presentes, no le sacaron una sonrisa a Jackson e hicieron que retomara su trayecto.

“Hay un dicho de campo que es muy cierto: ‘El que es toro, fue ternero’, y obviamente que su trayectoria como líder de una coalición que actuó con tal nivel de dureza con el gobierno del Presidente Piñera, le va a repercutir. No es mi caso, pero hay algunos colegas que tienen muy buena memoria”, advierte el diputado de RN Diego Schalper, quien hace algunas semanas llamó a “atrofiar” el gobierno en una cita partidaria.

Eso sí, Schalper destaca una cualidad de Jackson que, a su juicio, lo empodera más que ningún otro de sus antecesores: “Tiene línea directa con el Presidente Boric y cuenta con su total respaldo. Hablar con él, es hablar con el Presidente”.

En sus dos periodos, Jackson fue sin duda uno de los diputados más relevantes del Frente Amplio, liderando importantes acuerdos, como destaca su excompañera Catalina Pérez (RD):”Cuenta con el respeto y buena relación de las distintas bancadas, lo que será un aporte en su gestión”.

Sin embargo, en las bancadas de Chile Vamos y de la ex Concertación matizan su capacidad para tender puentes y recuerdan algunos episodios, como el ocurrido en junio de 2021, cuando Jackson se bajó de la mesa que negociaba un plan de emergencia con el gobierno para enfrentar los efectos de la pandemia, argumentando que a muchos en su partido les resultaba incómodo aparecer en una línea de soluciones con el gobierno de Piñera. “Él fue bien transparente en decir: ‘Miren, yo valido el trabajo que hemos hecho, ha sido una experiencia notable, pero no tengo piso político para seguir”, reveló en esa oportunidad el entonces ministro de Hacienda, Ignacio Briones.

El diputado Guillermo Ramírez (UDI), quien compartió con Jackson en la Comisión de Hacienda, recuerda que el hoy ministro buscó muchas veces acuerdos con ellos, sin embargo -agrega-, en varias oportunidades debió restarse al no contar con el respaldo de su partido o su coalición. “Llegar a acuerdos a veces tiene costos para el parlamentario o para el ministro, por lo mismo, uno espera que la contraparte cumpla con la palabra empeñada. Jackson no siempre cumplió siendo diputado, y por ello, algunos creen que no va a cumplir siendo ministro. Yo tengo la esperanza que sí lo hará y llegaremos a buenos acuerdos”.

Desde el oficialismo también creen que algunos excompañeros le puedan cobrar cuentas pendientes. “Giorgio Jackson es una persona muy inteligente políticamente, fue muy estudioso en muchas materias, eso nadie lo puede desconocer, pero en su paso por la Cámara dejó muchos heridos y tendrá que construir muchas relaciones”, afirma el senador Fidel Espinoza (PS).

Por de pronto, el ministro invitó a los 155 diputados y a los 50 senadores a construir una agenda de temas de interés común y les envió por mail una encuesta con dos preguntas: ¿Qué temas le parecen prioritarios de abordar en la agenda legislativa 2022? y ¿Qué proyectos de ley en tramitación iniciados por mensaje o por moción parlamentaria cree que deberían ser prioritarios para apoyar y acelerar su tramitación? (se pide responder tres y cinco prioridades, respectivamente).

Jackson muestra un lado más cercano en redes sociales. El jueves, con un tazón de la U, antes de que su equipo enfrentara a Curicó.

Tensión por futuro del Senado

El miércoles, antes de que comenzara la sesión, Jackson fue puesto por puesto saludando a cada uno de los senadores. Salvo algunas excepciones, como un abrazo que se dio con Pedro Araya (independiente) y un fuerte apretón de manos con Francisco Huenchumilla (DC), la mayoría de los saludos fueron tibios. Sin duda, el más frío fue con Felipe Kast (Evópoli), quien ni siquiera se levantó de su asiento.

En la hora de incidentes, el exdiputado se sentó en la mesa reservada a los ministros y mientras los senadores se acercaban a saludar y conversar con Siches (quien preparaba su solicitud de prórroga al estado de excepción), Jackson cabizbajo miraba su teléfono y tecleaba en su pantalla.

Es que pese a que Boric y Jackson han afirmado que no influirán en la discusión constituyente, en el Senado apuntan al secretario de Estado como uno de los partidarios de eliminar la Cámara Alta o restringir sus atribuciones.

“Giorgio Jackson tiene una animadversión con el Senado y eso todos lo sabemos, algunos nos atrevemos a decirlo. Creo que a él le interesa potenciar la Cámara, porque ahí su sector tiene una fuerza importante de representación, situación que no ocurre aquí”, señala Espinoza.

No obstante, muchos senadores reconocen su influencia y llegada en los constituyentes de su sector, lo que podría ser una arma a su favor si aboga en favor de la permanencia de la Cámara Alta en un eventual nuevo sistema político.

También destacan su muñeca política, de la cual dependerá, coinciden, la concreción del programa de Apruebo Dignidad.

Pero no todo son negociaciones para el ingeniero civil. Un equipo audiovisual lo acompaña desde que asumió y publica diariamente en redes sociales posteos e historias más cotidianas. La tarde del jueves, por ejemplo, el ingeniero apareció con un tazón de la U. de Chile a la hora que su equipo se aprestaba a enfrentar a Curicó Unido en el estadio Santa Laura. Horas más tarde publicó un video en Instagram saliendo muy tarde de La Moneda. “Ni medio zumbido en el patio de Los Naranjos a esta hora”. Una muestra de que incluso esos detalles están calculados para uno de los puestos que todos reconocen como más claves del actual gobierno.