En los últimos siete años la DC ha sabido de debacles electorales y fugas de militantes históricos. El último ciclo se produjo en 2022, luego de que la Junta Nacional del partido decidiera apoyar la opción de aprobar el texto propuesto por la Convención Constitucional. Esta vez es la alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, quien pone término a 32 años de militancia. Lo hace tras la negociación municipal en que la DC optó por inscribir en primarias a la concejala Ximena Llamín y no a su elegido, José Ruiz, quien terminó respaldado por el PPD y el Partido Liberal.
Leitao -que no puede ir a la reelección ya que cumple su tercer periodo en el cargo- dice que este desaire fue el último episodio de un proceso de distanciamiento que comenzó hace un par de años y que no sabe a qué espacio político la llevará.
Terminado el primer ciclo de negociaciones de las elecciones 2024, ¿qué balance hace del pacto municipal que formaron los partidos de gobierno y la DC?
Destaco el esfuerzo que se hizo. Estuvo en riesgo en algún momento el poder llegar a un acuerdo por la disparidad de intereses. Fue una buena negociación que finalmente permitió lograr un acuerdo unitario. Eso es una gran noticia.
Usted fue -sin embargo- una de las damnificadas del proceso. La DC no respaldó a su candidato...
Uno tiene que analizar todas las variables. El partido tomó una decisión bajo su mirada y yo tengo otra distinta. No fui escuchada o quizás el partido no logró entender lo que significa el proyecto Peñalolén.
¿Le sorprendió la decisión de la DC de optar por inscribir en primarias a la concejala Ximena Llamín?
Sí.
La DC nunca comprometió el respaldo a su carta José Ruiz ¿Esperaba que a último minuto fuera inscrito?
Sí... sí.
En su partido hay molestia por su decisión de respaldar a un candidato que no milita en la DC. Incluso se ha deslizado que la podrían enviar al Tribunal Supremo del partido...
Cuando uno toma decisiones políticas tiene que estar dispuesto a asumir las consecuencias. El proyecto de Peñalolén va mucho más allá de un partido. Eso fue lo que yo traté de transmitir a la DC. Este tipo de situaciones, y no es la única, demuestran que a veces tenemos distancias en cómo evaluamos los fenómenos políticos y sociales. Esa es parte de la reflexión que he hecho respecto a mi pertenencia a un partido.
¿Está en juego su permanencia en la colectividad?
Yo decidí renunciar a la DC. He hecho un proceso de reflexión hace ya bastante tiempo. Este era el momento para hacerlo. No se enmarca solo en el acontecimiento de los últimos días, sino que en este proceso de reflexión que vengo haciendo hace tiempo. De hecho, mi renuncia ante el Servel ya fue ingresada.
¿En qué momento tomó la decisión de poner término a tantos años de militancia?
Estas son cosas que se dialogan por mucho tiempo, no es una sorpresa. Me di cuenta de la distancia que había de miradas y uno se va convenciendo.
¿En qué se nota esa distancia de miradas?
Los partidos tienen objetivos que son específicos: llevar un candidato, sacar cuentas respecto de cuánto va a ganar, cuánto va a perder, con quién me voy a pelear, con quién no... Para mí es mucho más importante el futuro de Peñalolén.
Dice que no se “enmarca en este acontecimiento”. ¿A qué responde entonces su decisión de renunciar a la DC?
Hay algo donde no calzamos. Es sano y razonable que yo tome la decisión de renunciar a mi larga militancia en la DC, pensando en el futuro respecto a lo que creo que tenemos que hacer quienes tenemos aptitudes de liderazgo y creemos en trabajar en objetivos más amplios que un objetivo partidario. Ya no miramos de la misma manera.
¿Usted dio muestras de incomodidad? ¿La intentaron contener?
Sí, tuve conversaciones con varios. Cuando se fueron los más amigos, Claudio (Orrego) y otros, dije que yo estaba en proceso de reflexión. Ahí varios me dijeron que no me vaya. También me pasó cuando se fue Gutenberg (Martínez) con la Soledad (Alvear), la Ximena (Rincón) con Matías (Walker).
Cuando el gobernador Orrego opta por salir del partido, ¿usted también tenía en la mente esa idea?
Sí. Hubo un proceso de reflexión que se inició en ese tiempo.
¿Notificó al presidente DC, Alberto Undurraga, de su salida?
Sí.
Militó en la DC desde que tenía 18 años. ¿Vale la pena poner término a esa historia por este hecho puntual?
Es que no es una diferencia puntual. Es una diferencia profunda respecto de cómo miramos el futuro.
¿La decisión de no optar por su candidato en Peñalolén fue la gota que rebasó el vaso?
No sé. Probablemente la decisión estaba ya analizada, sopesada en su magnitud. La militancia es importante y genera lazos no solo políticos, sino que afectivos. Pero no pueden ser el afecto lo que te una, lo que te lleve a tomar decisiones políticas. Para mí Peñalolén es mucho más importante que el partido, he dejado mi vida aquí. Fueron 20 años dedicados a un proyecto que es demasiado importante como para que no me importe lo que pase en el futuro.
La decisión pasa por estar profundamente convencida de que José Ruiz es el mejor candidato…
Sí, efectivamente. Él reúne los requisitos más relevantes. Es un tipo joven, pero también tiene experiencia social y política. Su independencia política le permite convocar con amplitud. El partido solo estaba pensando en el partido, en la representación política, en decir ‘esta comuna es de la DC y tiene que seguir siendo así’.
¿Es consciente de que la DC pierde a quien probablemente es su liderazgo más importante? Incluso la proponían como candidata a la presidencia.
Eso habría que preguntárselo a alguien del partido, no a mí. Es algo que tendrá que evaluar la DC. Yo tengo que pensar en el futuro. Mi idea no es jubilarme de la política, quiero seguir aportando desde mi independencia. Tendré que buscar con quiénes hacer política y entenderme.
Fuad Chahin se fue del partido diciendo que era insoportable militar en la DC. Orrego también criticó el clima interno cuando renunció. ¿Se va con la misma apreciación?
No quiero irme del partido haciéndole daño. No me gustaría comentar algo en particular, porque es una suma de cosas.
¿Se va decepcionada?
Es un aprendizaje, por lo menos.
¿Undurraga sabía que no inscribir a su candidato traería este resultado?
Los hechos hablan por sí solos. Cualquiera que sabe de política entiende los efectos de las decisiones.
Es un principio que aplica para todos los partidos que si hay un candidato que es militante, se le apoya. ¿Por qué esperaba que fuera distinto?
Porque en muchos casos los partidos cedieron sus espacios a otros partidos que tenían mejores opciones. Este era uno de esos casos. En otros lados la DC optó por otros, aquí podrían haber hecho lo mismo.
¿Descarta volver a militar?
No descarto nada. Creo que tenemos que alentar a que exista una coalición de centroizquierda que sea capaz de ser una opción para lo presidencial, lo parlamentario, para tener mayoría.
¿Centroizquierda sin el PC y el FA?
Hay que conversarlo. Lo peor es tratar de juntarse por juntarse. Es importante conversar lo programático.
¿Se identifica con el oficialismo, el proyecto político del Presidente Gabriel Boric?
Nunca he sido parte del oficialismo. Voté por este gobierno y me siento leal y responsable de colaborar. Lo he hecho con este gobierno y con los anteriores.
¿Con su salida no se desgrana aún más el centro político?
En la medida que hay mayores niveles de polarización, el centro político se fortalece. Cuando los polos se acercan al centro, el centro original se desdibuja. Yo creo que es lo que pasó en los años de democracia: las políticas tendieron a ir hacia el centro y el rol preponderante de la DC se diluyó en otros.
¿Es un opción irse a Demócratas o Amarillos, donde han confluido otros exDC?
Mi idea es mantenerme en la independencia al menos por un tiempo. Y seguir conversando con aquellos con quienes estamos en la misma posición para ver qué es posible construir juntos. En el “A favor” y el “En contra” ellos tomaron una opción. Mi independencia política está ligada a la centroizquierda, yo no podría estar en un lugar que pacta con la derecha, no va conmigo.
¿Desde la independencia quiere contribuir a recomponer el centro?
Más que desde el centro o no, es poder trabajar con personas con las que tenemos espacios de convergencia política y que, por supuesto, no somos de los extremos. Como Claudio Orrego, algunos alcaldes independientes, como Claudio Castro. Somos personas que convergemos en ideas.
¿Hay una oportunidad para reconstruir el centro?
Claramente. Cuando las ideas se polarizan, hay un espacio que alguien tiene que llenar.
Una vez fuera del municipio, ¿se ve como diputada, senadora?
Nadie me cree mucho, pero es difícil proyectarse. Para hacerlo, tengo que cerrar bien el proyecto de Peñalolén.
Pero de todas formas quiere estar en política...
No descarto nada hoy día. Tengo muchas opciones abiertas. ¿Parlamentaria? Puede ser. Pero también puede ser desde otros espacios.