Han pasado casi cinco meses desde que un medio regional revelara los polémicos convenios suscritos entre la Fundación Democracia Viva y la Seremía de Vivienda de Antofagasta, desatando el más importante caso de corrupción que ha golpeado al gobierno de Gabriel Boric.

Hasta ahora, la diputada Catalina Pérez (suspendida de su militancia en RD) había guardado silencio sobre su rol en el entramado que vincula a su hoy expareja Daniel Andrade -entonces representante legal de Democracia Viva- y su exjefe de gabinete Carlos Contreras, quien como seremi de Antofagasta visó los millonarios convenios.

“No he robado plata, no he ejercido tráfico de influencias, no me he beneficiado de ninguna manera”, afirma.

¿Cómo describiría su actual situación?

Han sido meses bien complejos, dolorosos, difíciles. He tenido que rearmar varios aspectos de mi vida a nivel personal y a nivel político. Siento que he tenido que partir de cero, pero estoy mejor, recomponiéndome. Espero que los procesos de investigación vayan avanzando, no tengo nada que ocultar: no me he robado nada, no he intercedido por ninguna fundación y con esa convicción sigo adelante.

¿En qué pie está su trabajo parlamentario y la relación con sus pares en el Parlamento y el Frente Amplio?

Me he sentido muy acompañada, muy contenida por mis pares parlamentarios en el oficialismo sobre todo, pero también en otras bancadas. En Antofagasta ha sido difícil retomar el trabajo, pero puedo caminar tranquila por la calle, porque la gente sabe que no me he robado nada. Si tengo algo que distinguir es el trato de otras bancadas respecto del trato al interior de mi partido, que creo merece una mención aparte.

Hablemos de RD. ¿Pretende seguir en política, quiere seguir militando en el partido que suspendió su militancia por un año?

En el Frente Amplio estamos en medio de un proceso donde es conocida mi posición: espero que sea un partido único en ese entonces, sin perjuicios de que es una decisión que se tiene que tomar orgánicamente. Independientemente de cuál sea la orgánica que tengamos en ese momento, mi domicilio político va a ser el de las transformaciones, el de los cambios, el del oficialismo, el del progresismo chileno. Y eso hoy día, para mí al menos, ha sido y es el Frente Amplio.

Usted hizo una distinción respecto a cómo se trató su situación en RD…

Creo que la falta de talento político, de profesionalismo, de mesura, de madurez, ha estado muy concentrada en la entonces directiva del partido, en particular en el entonces presidente del partido, que maximizó el daño que se le hizo a Revolución Democrática y, por supuesto, me hizo muchísimo daño a mí.

Catalina Pérez: “La primera semana de junio comunico sobre la denuncia a Democracia Viva, a RD y al gobierno”

Dejemos aparte al senador Juan Ignacio Latorre. Pero el resto de sus pares tampoco cerró filas con usted…

Prefiero pensar que los errores que se cometieron tienen que ver más con una mala conducción y un muy mal manejo de la crisis, más que una falta de compañerismo, mesura y responsabilidad generalizada. Creo que en eso las responsabilidades son bien claras.

¿Por qué señala que Latorre maximizó el daño político que provocó este escándalo?

Me parece deseable, necesario, que los partidos tomen medidas para luchar contra la corrupción dentro de sus filas. Pero me parece que toda medida debe ser desarrollada en el marco del respeto, de la madurez, de la mesura en las declaraciones. Y eso fue algo que no se tuvo por parte de la conducción del partido y que maximizó un daño tremendo al proyecto político al cual le he dedicado más de 10 años de mi vida, al gobierno y a mí. El error que cometí es un error que no me voy a perdonar nunca. Es el error más grande de mi vida. No haber ponderado el daño que se le estaba haciendo al gobierno, a mi proyecto, a mí. Me va a faltar tiempo para arrepentirme. Pero creo que otra cosa es cómo se manejan las crisis cuando estás a cargo de un partido que es parte de una coalición oficialista.

Usted fue presidenta de RD. ¿Cómo lo habría enfrentado?

Me tocó enfrentar situaciones complejas siendo presidenta del partido. Y creo que uno puede ser clara, firme, pero también mesurada y responsable con las declaraciones que se hacen. Cuando se dice que yo era parte de una red de corrupción, que en el partido había una red de corrupción…, me parece una irresponsabilidad e inmadurez tremendas.

¿Para usted es corrupción lo que pasó con los convenios de Democracia Viva?

No me corresponde a mí calificarlo. Se ha pronunciado sobre esto ya la Contraloría. Hay una investigación penal en curso. Hay delitos involucrados.

¿Ha confrontado a Latorre?

No he tenido oportunidad de conversarlo y la verdad no sé si deseo conversarlo.

Usted sabía que su entonces pareja tenía una fundación, Democracia Viva. De hecho, apoyó algunas de sus actividades. ¿Hasta qué punto estaba enterada de cómo funcionaba?

Jamás me interioricé de los aspectos operacionales o de los aspectos financieros de Democracia Viva. Evidentemente, sabía en qué trabajaba mi pareja. Sabía que tenía una fundación que desarrollaba trabajo territorial en distintos lugares de Chile. Participé de actividades de la fundación, como participo diariamente de actividades de muchísimas fundaciones. Era vicepresidenta de la Cámara, además, ¿no?

¿Qué entendía por el trabajo territorial de Democracia Viva?

Trabajo territorial en distintos lugares de Chile, en el marco a veces de campaña política, a veces en el marco de jornadas participativas a las que se me invitó alguna vez.

Catalina Pérez: “La primera semana de junio comunico sobre la denuncia a Democracia Viva, a RD y al gobierno”

¿No sabía si la fundación funcionaba en Antofagasta, Santiago, Valparaíso, Magallanes…? ¿Cuál era su red de funcionamiento? ¿Si era una fundación pequeña, grande?

Hay dos momentos, creo yo, en que tomo mayor conocimiento de en qué estaba trabajando la fundación. Hay un primer momento donde a mí se me pregunta si Daniel (Andrade) está trabajando con su fundación en Antofagasta, que es en el mes de enero de este año. Ahí traslado la pregunta a mi casa, a mi entonces pareja. Él me dice que está todo en orden, que está desarrollando trabajo territorial en distintos lugares, entre esos Antofagasta, que no estaba recibiendo ningún financiamiento ni ninguna plata él, que no estaba a cargo del proyecto, que no lo conocía, que de hecho se estaba saliendo de la fundación y que el trabajo que estaban desarrollando había pasado todos los filtros de los organismos públicos con los que estaban trabajando. Y yo le creí, me quedé tranquila. Le pregunté a mi jefa de gabinete que indagara si es que había otros antecedentes a propósito de esa pregunta… No tuve indicio de nada irregular.

¿Quién le hace esa pregunta sobre la fundación de su entonces pareja?

Dentro del Congreso Nacional se me preguntó. Y eso fue todo. Yo seguí haciendo mi trabajo como vicepresidenta de la Cámara. Después, a principios de junio, me llega una denuncia de irregularidades por parte de los funcionarios del Serviu.

¿Qué tipo de denuncia?

Una denuncia que circulaba de manera informal por distintos canales de que había irregularidades en la Seremía de Vivienda y vinculadas a la fundación Democracia Viva. Estaba firmada por la Asociación de Funcionarios y en esa denuncia se decía que se estaba utilizando mi nombre por parte del seremi, que había un trato privilegiado, que había un maltrato, o sea, era una denuncia administrativa, lo que me levanta las alertas respecto de una situación que yo hasta ese entonces pensaba que estaba todo bien. Y la verdad es que ahí se me viene el mundo encima.

¿Cuál fue su reacción?

Vuelvo a preguntar, traslado la pregunta a mi entonces pareja, pero también traslado la información a mi partido, toda la información que tenía a disposición en ese momento se la paso a la directiva nacional y hablo con autoridades de gobierno para informar lo que a mí me había llegado, pero también para preguntar qué es lo que estaba pasando y, en vista de los antecedentes, decido ir a la Contraloría, teniendo la convicción de que yo no tenía nada que ver, que no había ejercido ninguna influencia, nada. Y ahí es donde empieza todo esto.

Usted informa al gobierno y a RD de este caso antes de que se haga pública la información de Timeline acusando conflicto de interés en los convenios suscritos entre el Minvu y Democracia Viva…

La primera semana de junio, cuando me llega la información, inmediatamente me comunico con autoridades de partido y de gobierno y le pido a mi equipo que recurra a Contraloría. Luego esto se conoce públicamente la semana siguiente. Yo siempre lo comuniqué todo al partido, todo lo que yo iba sabiendo lo iba comunicando. Nunca guardé información para mí.

¿Cuál fue la información que le dio su entonces pareja sobre lo que se denunciaba?

Que todo estaba en orden.

¿Por qué esta vez decide comunicarlo a la directiva de RD y al gobierno?

Porque ya es una denuncia de irregularidad y en mi rol de parlamentaria, si me llega una denuncia me corresponde ejercer como fiscalizadora. Entonces, me comunico con Juan Ignacio Latorre, presidente del partido, con quien tuve varias conversaciones, presenciales, por teléfono. También le pido a mi equipo que solicite una reunión a la directiva nacional del partido y que les pidan a los involucrados que estén presentes.

¿Ese es el origen del Zoom que se realizó y que fue revelado por La Tercera, donde se demostraba que la directiva de RD conocía del caso antes de que estallara el escándalo?

Ese es el origen de eso. Le pedí a mi jefa de gabinete que asistiera, porque yo tenía actividades y, además, había conversado en varias oportunidades con el presidente del partido, tenía la tranquilidad de que toda la información que tenía ya la había compartido. Ellos (Andrade y el exseremi Carlos Contreras) dan una explicación en este Zoom, pero creo que toda la información que manejamos hoy día es información que se fue conociendo de manera posterior. Creo que nadie fue capaz de dimensionar el tamaño a lo que nos estábamos enfrentando, los montos que se manejaban, las formas de asignación… Todo eso no era parte de lo que, en ningún caso, yo manejara antes de que esto estallara y que hemos ido manejando con posterioridad.

¿Con qué funcionario de gobierno se comunicó?

Con la subsecretaria de Vivienda de ese entonces, Tatiana Rojas, que creo que es con quien correspondía, ya que estaba a cargo del programa. Le digo que me llega esta denuncia y le pregunto qué está pasando. Ella me dice que hasta los antecedentes que ella tiene está todo en regla, pero que está elaborando un informe. Yo digo perfecto. Y les aviso tanto a mi partido como a la subsecretaria de que de todas maneras voy a ir a Contraloría.

¿Rojas es la única autoridad de gobierno con la que habló del caso?

Conversé con Tatiana, que era la que me parecía que correspondía por el cargo, y con el presidente de mi partido.

Siguió conversando con Latorre, ¿con la entonces subsecretaria no hubo más contactos?

Informé a la subsecretaria, luego no mantuvimos mayores conversaciones. Puede que hayamos tenido una segunda conversación, pero no mantuvimos una conversación permanente. Y no me volví a comunicar con la subsecretaria una vez que estalló el caso. Me comuniqué antes con ella, para entregarle toda la información que tenía a disposición.

¿No habló directamente con otros funcionarios de RD que eran o son importantes en el gobierno, como el jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi, o el entonces ministro Giorgio Jackson?

No, creo que el conducto era conversar con la subsecretaria y me mantuve dentro de los conductos regulares.

¿En esa denuncia que le llega se señalaban los tres convenios por $ 426 millones?

No, la información de la denuncia era bien difusa… Nunca, así como no me interioricé de los detalles operacionales ni financieros de la fundación, nunca supe los montos de los convenios, la forma de asignación. Son cosas que sabemos hoy día, creo que hay un antes y un después de que el caso estalle.

¿De qué antecedentes en concreto se enteró de los que no tuviera conocimiento?

Ahora, viéndolo en perspectiva, no tenía conocimiento de la mayoría de las cosas. Nunca supe el monto de los convenios, la modalidad de asignación, cómo se entregaban estos recursos que eran vía trato directo, qué requisitos eran necesarios para que esto se estableciera. Todo lo que conocemos hoy día, que es una modalidad que además ahora, al parecer, sabemos no opera solamente en Antofagasta, sino que operaba en las 15 regiones del país, según lo que Contraloría ha podido señalar, no era algo que fuera parte de mi conocimiento.

¿Cuándo su entonces pareja le transparentó la información?

A mí siempre se me dijo que estaba todo regular, que estaba todo en regla. Yo le creí, creo que se traicionó esa confianza. Me he ido enterando de a poco todo lo que ha sido esto. Y creo que en la medida en que no se desarrollen las investigaciones, no vamos a terminar de saber, y yo no voy a terminar de saber cuál es la situación real.

En este caso no está involucrada sólo su pareja, sino que también su exjefe de gabinete, y con recursos que, además, estaban destinados a su distrito… ¿Por qué no fue más proactiva?

Me he preguntado mucho por qué no pedí papeles, por qué no pedí documentación, por qué no pregunté más allá, no indagué más allá. Y la verdad, no sé, o sea, yo creí. He reflexionado mucho sobre esto, como de los puntos ciegos que tenemos las personas. Yo jamás pensé que mi punto ciego iba a estar en mi dormitorio… Este punto ciego en que tú crees que las relaciones afectivas, la gente en la que tú crees y confías no te va a hacer daño, no le va a hacer daño a tu proyecto, en el que militan juntos, a tu gobierno, que no te está mintiendo, no te está ocultando información. Además, si yo nunca ejercí tráfico de influencias, ¿cómo iba a pensar que luego se iba a configurar un delito a propósito de eso?

Cuando su entonces pareja, Daniel Andrade, le confirma que suscribió un convenio con la Seremía de Antofagasta que dirigía su exjefe de gabinete, ¿cómo no pudo advertir que era un conflicto de interés?

Ellos se conocían, tenían una relación, son militantes del mismo partido. Nunca vi que el solo hecho de la relación fuese a generar un daño político gigantesco al gobierno, al proyecto, a mí. No fue parte de lo que me representé como posibilidad. No lo fue. Quizás los involucrados estaban muy cerca. Jamás pensé que ellos pudiesen haber estado haciendo algo malo, irregular, o que algo de lo que me estaban diciendo no era real.

¿Cuándo se produce el punto de quiebre con su entonces pareja?

No sé si hay un punto específico. Pero creo que uno, en la medida en que va conociendo más antecedentes, se va erosionando cada vez más la confianza. Y eso es algo bien irreparable, bien doloroso. Perdí a mi pareja, perdí a mi partido, perdí años de trabajo… Ahora me he concentrado mucho en eso, en recomponer los distintos espacios de la vida.

¿Qué errores asume en este escándalo?

En mi punto de prensa inicial cometo un error, que es no asumir la responsabilidad propia dentro de lo que está ocurriendo, no asumir ningún error político. Creo que allí sabíamos que había algo que se tenía que investigar. Pero quiero decir que siempre me preocupé de mantener una conversación permanente con el senador Latorre. Nunca tuve nada que ocultar, siempre fui muy clara y abierta con los pasos que creía que había que hacer. En perspectiva y tratando de rearmar la historia hacia atrás, la primera vez que a mí se me pregunta sobre esto, en enero, yo debía haber inmediatamente visto el riesgo que representaba la situación.

Cuando el caso ya era público, ¿tampoco conversó con ningún personero de La Moneda?

Siempre conversé con la subsecretaria respecto de lo que estaba pasando, y la verdad es que tuve ese primer contacto para efectos de poner la información a disposición, y luego cada cosa siguió su cauce.

El caso escaló rápidamente. ¿Por qué no tomó la iniciativa para explicar su verdad al gobierno, a los personeros de RD -Crispi, Jackson- al mismo Presidente?

Conversé con quienes creo tenía que conversar. Con el gobierno, conversé con la subsecretaria, que era la que estaba a cargo de esto. Respecto a mi partido, conversé con el presidente, que creo que era lo que correspondía.

¿Tampoco nadie de gobierno la llamó para tener antecedentes del caso de boca suya? ¿Crispi, Jackson?

Más allá de algún mensaje de ánimo, o de cariño, no conversamos sobre el caso, sobre el desarrollo del caso.

¿Y el Presidente?

No he conversado con el Presidente ni he tenido oportunidad de encontrarme con él personalmente desde el estallido del caso.

Hasta ahora nadie parece creerle que no sabía nada de los negocios que hacían sus cercanos…

Es que yo he sentido que el problema no es si yo sabía o no sabía o si me creen o no me creen. El problema es que a mí me acusan de haberme robado plata, de haber ejercido tráfico de influencias. Y no me acusan solo políticamente. Se querellan en contra de quienes son responsables por tráfico de influencias, por fraude al Fisco. A mí no se me acusa de un error político, a mí se me acusa de un delito. Se entenderá mi decepción, pena, rabia, cuando tú no te has robado nada, cuando no has ejercido tráfico de influencias, cuando no influiste de ninguna manera, y se te ha basureado. Yo necesito poder decir que no me he robado nada, que no influí por la fundación.

¿Cómo evalúa la reacción del gobierno?

Creo que el gobierno ha hecho lo que ha tenido que hacer. Lo que sí lamento mucho es que el gobierno haya tenido que perder un tiempo valioso en lugar de preocuparse de otras cosas que también son muy importantes en materia de salud, pensiones, educación. Lamento mucho que el gobierno haya tenido que enfrentar esto.

Este caso ha llevado a la renuncia de Giorgio Jackson, a la citación del jefe de asesores presidenciales a una comisión investigadora de la Cámara…

Respecto de Giorgio, el exministro, le tengo mucho cariño, me hubiese gustado que las cosas fueran diferentes. Respecto de Miguel, nunca tuvimos una relación personal, somos militantes del mismo partido, le tengo mucho respeto. No lo vi cuando fue al Congreso tampoco, no me he encontrado con él, no hemos conversado.

¿No se siente responsable del destino político de Jackson?

Le tengo mucho cariño a Giorgio y me hubiese gustado que las cosas fueran diferentes. Para él y para mí.

Catalina Pérez: “La primera semana de junio comunico sobre la denuncia a Democracia Viva, a RD y al gobierno”

Este caso pegó en la línea de flotación de la promesa del Frente Amplio de una manera nueva de hacer política. ¿Le parece que eso es reversible?

Tengo la convicción de que las investigaciones van a avanzar. Van a demostrar mi más absoluta inocencia en esto. Soy la primera interesada en que esto se investigue, que me revisen todo, las cuentas corrientes, el celular, los WhatsApp, el tráfico de llamadas, que me revisen todo.

¿En qué pie está su situación judicial?

Me hubiese encantado dar esta entrevista después de haber declarado, pero no puedo seguir esperando. Nos hemos puesto a disposición de la investigación que se está llevando adelante, no solamente en términos de declaración, sino también de entregar mis cartolas de cuentas corrientes, mi celular, mi tráfico telefónico, absolutamente todo lo que se necesite, porque no tengo nada que ocultar.

Parece tener la tranquilidad de que la investigación la va a exculpar de todo delito…, aunque hay declaraciones -como la del exsecretario ejecutivo de RD Edson Dettoni- que señalan que usted conocía de los polémicos convenios de Democracia Viva…

El señor Dettoni le ha hecho muchísimo daño a nuestro proyecto, a RD, a mí y a otras autoridades de gobierno y militantes del partido. Toda la información que he tenido la he entregado. Toda la información estuvo a disposición del partido, y tengo la tranquilidad de que la investigación avance y logre aclarar esta situación lo antes posible.

De alguna manera es vista como la niña símbolo de la corrupción…

Me dan mucha angustia las cosas que se han dicho sobre mí. Trabajo desde los 16 años. No tengo miedo a partir de nuevo en ningún caso, pero sí me parece escalofriante lo que se ha dicho. Y que tenga hoy día que pararme a decir que no he robado plata, que no he ejercido tráfico de influencias, que no me he beneficiado de ninguna manera, me parece muy doloroso. Pero creo que como todo en la vida se arregla trabajando con persistencia y con la tranquilidad de que las investigaciones judiciales van a avanzar.