Al menos 17 misiles fueron lanzados el sábado 14 contra una de las principales instalaciones petroleras en Arabia Saudita. El gobierno saudita culpó a los rebeldes hutíes que operan en la vecina Yemen, con el apoyo de Irán. A su vez, Washington lanzó una dura retórica contra Teherán, lo que en algún momento de la semana hizo temer un nuevo conflicto bélico en Medio Oriente.
El ataque mediante drones reveló que los miles de millones de dólares que Arabia Saudita ha invertido en defensa no son suficientes, como tampoco la protección de Estados Unidos. Las monarquías del Golfo se han sentido seguras desde que Occidente salvó al pequeño Kuwait de las garras de Saddam Hussein a inicios de los 90. Lo ocurrido en Arabia Saudita evidenció que Irán es una potencia regional temida: tienen presencia en Yemen y sus milicias chiitas operan en Líbano, Irak e incluso Siria.
Aún no está del todo clara la postura de Donald Trump sobre cómo abordar la creciente influencia iraní. Por ahora, su gobierno dijo que quería "una solución pacífica". Quien tendrá un rol clave en todo esto será el nuevo asesor de Seguridad Nacional, Robert O'Brien, quien se desempeñaba como negociador de rehenes y que reemplazará a John Bolton, un halcón muy crítico de Irán.
Otro protagonista regional que está en una encrucijada, aunque electoral, es el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. En los comicios del martes, el premier no consiguió mayoría para formar gobierno y le ofreció una alianza a su rival centrista Benny Gantz. El problema es que el líder del partido Azul y Blanco está dispuesto a apoyar un gobierno de unidad si él es el primer ministro.
Los españoles también están en un laberinto, y ante la falta de acuerdos, el 10 de noviembre volverán a las urnas, en las cuartas elecciones en cuatro años. Mientras el PSOE de Pedro Sánchez es el favorito, se espera que Unidas Podemos, de Pablo Iglesias, sufra una debacle en castigo por no ceder y formar gobierno con el actual líder socialista.
Esta semana también fue de obituarios. La noche del jueves se informó la muerte de Zin el Abidin Ben Alí, el autócrata tunecino cuya caída provocó la Primavera Árabe. De los seis dictadores cuyos regímenes llegaron a su fin tras las revoluciones que tuvieron lugar a partir de 2011, solo siguen vivos Mubarak (Egipto), Buteflika (Argelia) y Al Bashir (Sudán). También el martes fue encontrado sin vida Henrique Valladares, exvicepresidente y el principal delator de Odebrecht. Sus secretos se los llevó a la tumba.