En un presagio de lo que podría ser la dinámica electoral y política del próximo año en Estados Unidos, Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes controlada por la oposición demócrata, pidió el jueves la redacción de cargos para someter a un impeachment a Donald Trump. Pelosi no anunció los cargos, pero el mandatario republicano podría ser acusado de abuso de poder y soborno, obstrucción al Congreso y a la justicia. El proceso para la eventual destitución de Trump fue iniciado por los demócratas en septiembre, después de conocerse que el Presidente pidió a Ucrania que investigara a Joe Biden, su potencial rival para las elecciones de noviembre de 2020.
La polarización que ha provocado el juicio político quedó en evidencia cuando Pelosi abandonaba la conferencia, tras lo cual un periodista de la cadena Fox le preguntó si odiaba a Trump. La titular de la Cámara Baja se dio media vuelta y respondió, visiblemente molesta, que ni ella ni su partido odian a nadie y que como católica devota, siempre reza por el Presidente. "Así que no juegue conmigo", apuntó.
Donde las cosas también están muy revueltas es en Bolivia. En una entrevista con este diario, la canciller Karen Longaric dijo que las elecciones "probablemente" se realizarán en febrero y que serán "las más limpias y transparentes de la historia democrática de Bolivia". Lo complejo es que la antigua oposición a Evo Morales presentará dos candidatos: el líder cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y el expresidente Carlos Mesa, que quedó segundo en los cuestionados comicios del 20 de octubre. A su vez, el Movimiento Al Socialismo comenzó esta semana a mover los hilos para escoger a su candidato. Las cartas presidenciales iniciaron sus movimientos justo cuando se revelaron dos informes contrapuestos sobre las elecciones. El miércoles, un grupo de 100 expertos de las universidades de Chicago, Cornell, Cambridge, Notre Dame y Toronto concluyeron que no hubo fraude electoral, como denunció la oposición en su momento. Sin embargo, ese mismo día la OEA publicó su informe final, en el que concluyó que las "manipulaciones" e "irregularidades" durante los comicios impiden saber con certeza el margen entre Evo Morales y Carlos Mesa.
Y en Francia las cosas están aún más movidas, con la masiva movilización y paralización de actividades en rechazo a la reforma de pensiones de Emmanuel Macron, quien enfrenta un escenario similar a lo que le ocurrió en 1995 a Alain Juppé, quien finalmente tuvo que ceder a la presión de la calle y retirar su proyecto de reforma a las pensiones.