Columna de Alejandro Tapia: La "venganza" por Soleimani
Los primeros días de 2020 han estado marcados por noticias de alto tonelaje político. Si hubiese que hacer una breve cronología, el viernes 3 de enero se produjo un hecho que podría modificar el equilibro de fuerzas en Medio Oriente: la muerte del general iraní Qassem Soleimani, abatido por un dron estadounidense mientras abandonaba el aeropuerto de Bagdad. La caída del hombre que manejaba a su antojo las acciones de su país en lugares tan distintos y complejos como Líbano, Irak, Siria y Yemen, produjo un potente movimiento telúrico que ha agregado aún más tensión e incertidumbre en la región.
Tras la muerte de Soleimani, el régimen iraní prometió "venganza" y esa amenaza la concretó el martes 7. Ese día, Irán lanzó 22 misiles contra dos bases estadounidenses en Irak, cuyo territorio se ha convertido en el tablero de ajedrez donde Washington y Teherán intentan ejecutar su influencia en Medio Oriente. Horas más tarde, se informó sobre el derribo de un avión comercial ucraniano con 176 personas a bordo que Occidente sospecha habría sido derribado por un misil iraní, algo que Teherán niega. Ese mismo miércoles, el gobierno de Irán informó sobre numerosas bajas estadounidenses en el ataque contra sus bases, sin embargo, Donald Trump aseguró que ninguno de sus soldados había muerto y que el daño era menor. En su discurso del miércoles, el Presidente republicano dijo que mientras él estuviera en la Casa Blanca, Irán no podrá construir una bomba atómica y, además, anunció una serie de sanciones. Pero lo más relevante fue lo que omitió. En ese sentido, Trump no anunció ninguna respuesta bélica al ataque iraní, hecho que bajó la tensión, al menos por ahora. ¿Pero era esta la amenaza que tanto prometió Irán? Probablemente no.
Donde sí hubo una "tregua", aunque política, fue en España. El martes, el socialista Pedro Sánchez logró finalmente una alianza con los izquierdistas de Unidad Podemos. El partido de Pablo Iglesias y el PSOE gobernarán a partir del lunes en una coalición inédita. Al finalizar la semana, Sánchez lograba construir un gobierno con tecnócratas, socialistas de larga trayectoria y comunistas. A su vez, Iglesias será uno de los cuatro vicepresidentes y estará al mando de la cartera de Derechos Sociales.
En América Latina también hubo temblores políticos. El domingo, en Caracas, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, aspiraba a ser reelegido en el cargo, pero el chavismo logró aliarse con algunos opositores "disidentes" y designó al diputado Luis Parra como el nuevo titular de la AN. Esto, mientras a Guaidó se le impidió el ingreso al hemiciclo. Horas después, el "presidente encargado" juró en el cargo, pero en una "sesión" en la redacción del diario El Nacional.
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