Las semanas más complejas de Carolina Tohá

El lunes a primera hora -a las 7.30- la ministra del Interior, Carolina Tohá, recibió a parlamentarias del Frente Amplio, luego de que la semana anterior desobedecieran el llamado del gobierno a votar a favor de la Ley Nain-Retamal. Además, en una entrevista con La Tercera, Tohá habló de que sentía que existe “desconfianza” y “trauma” de parte de Apruebo Dignidad (PC, FRVS, Acción Humanista y Frente Amplio) en los temas de seguridad.

La jefa de gabinete -que enfrenta sus semanas más difíciles desde que asumió- tenía claro que en las bancadas de Apruebo Dignidad existe un malestar con su gestión, sobre todo ante la agenda de seguridad y la ley que el Presidente promulgó el jueves 6 de abril.

Por ello, la reunión en La Moneda, en la que estuvieron las diputadas Catalina Pérez (RD), Camila Rojas (Comunes), Javiera Morales (Convergencia Social) y Lorena Fries (Convergencia Social), fue tensa.

Las diputadas del Frente Amplio en La Moneda.

El planteamiento de las parlamentarias del Frente Amplio tenía que ver con que el gobierno retomara su agenda en seguridad ante la sensación de que la oposición está imponiendo sus términos en las conversaciones. Además, hubo disconformidad por los cambios de opinión del Ejecutivo en cuanto a la ley -en una minuta de la Segpres también la catalogaron de “gatillo fácil”-.

Es más, en el Frente Amplio han reclamado no tener verdadera incidencia en Interior, y en las frecuentes reuniones de su bancada en la Cámara Baja se ha planteado que la relación no va bien encaminada.

Por otro lado, la sensación en La Moneda es que el ímpetu de Tohá ha provocado que cargue sola con la crisis de seguridad, pasando a llevar a sus compañeros de comité político. Así se lo hizo ver la ministra (S) de la Segpres, Macarena Lobos, en la reunión del jueves, cuando tuvieron una tensa discusión, transparentando una sensación que es compartida entre otros miembros del comité: que su autonomía genera incomodidad. El motivo fue que la ministra del Interior gestionó la agenda de seguridad -que presentó el viernes en el Congreso junto a los presidentes de las Cámaras- en reuniones con los parlamentarios, sin hacer parte a los demás.

Esa sensación también la han sentido los subsecretarios de su cartera (Manuel Monsalve, de Interior; Eduardo Vergara, de Prevención del Delito, y Nicolás Cataldo, en la Subdere), ya que es Tohá la que está encima de todas las vocerías y anuncios. Y esa tensión se notó en una conversación con ejecutivos de los canales de televisión el jueves de esta semana, en la que Tohá y Monsalve no se vieron alineados, según la versión de los presentes.

Además, en el comité político existe la sensación de que la discusión en seguridad ha sobrecargado a Tohá a tal punto que ha descuidado su rol de jefa política, por lo que se han pausado otras gestiones, como la designación de nuevos seremis, anuncio que se debería haber realizado los días siguientes al cambio de gabinete del 10 de marzo.

Según reclamaron los presidentes de partidos durante esta semana en conversaciones privadas, hay 25 nombramientos de seremis pendientes, porque en la gestión entre la ministra del Interior y Presidencia no han logrado ponerse de acuerdo.

La ministra Tohá en el acuerdo por seguridad.

La larga ausencia de Ana Lya Uriarte

De 74 días laborales que ha tenido este 2023 la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte (PS), solo ha podido trabajar 30 días -es decir, menos de la mitad- entre licencias médicas y sus vacaciones durante las tres primeras semanas de febrero.

Las dudas sobre el estado de salud de la abogada cada vez se escuchan con más frecuencia entre los integrantes del oficialismo. La versión que entrega su equipo es que es una “anemia” producto de malas secuelas del Covid que sufrió la primera semana de enero.

El Presidente y los ministros del comité político le escriben a diario a Uriarte para saber cómo está y le han hecho gestos: la ministra Antonia Orellana, junto a Víctor Ramos, coordinador del Plan Buen Vivir, le mandaron dos ramos: uno de flores y el otro de espinacas (ante la falta de hierro), deseándole que se mejore.

La situación de la exjefa de gabinete de la expresidenta Michelle Bachelet fue tema en la comida de honor que realizó el jueves el senador Álvaro Elizalde (PS), por su presidencia en la Cámara Alta, donde ministros, parlamentarios y autoridades comieron mechada con puré en el estadio El Llano, en San Miguel.

Quien más debió responder preguntas fue la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, una de las amigas más cercanas a Uriarte.

La respuesta, dicen quienes han podido saber del estado de salud de la ministra, no es tan alentadora. Pese a que hasta el viernes no había extendido su licencia por otras semanas, en su entorno dicen que es muy poco probable -o casi imposible- que pueda aparecer este lunes en La Moneda.

La ministra Uriarte en sus últimas apariciones en el Congreso.

Por lo mismo, entre dirigentes del Partido Socialista, parlamentarios y funcionarios de la Segpres ya se ha conversado qué pasará si es que la ministra no puede retornar a sus funciones, considerando que es uno de los ministerios que deben lidiar con más tensiones, porque tiene que establecer las relaciones con los parlamentarios -ante un Congreso complejo- y llevar las votaciones. Una labor que, hasta ahora, ha pasado la cuenta a la ministra.

Vodanovic ya ha hablado del tema con la ministra del Interior y desde el PS aseguran que el Presidente tiene una “conversación pendiente” con la ministra para preparar una estrategia ante las dudas que genera su ausencia.

Además, sobre todo en sectores de Apruebo Dignidad -donde no olvidan el fracaso que tuvo la reforma tributaria en el Congreso justo antes de que Uriarte tomara licencia-, ya han hablado sobre los diferentes escenarios, entre los que se encuentra la eventual salida de la ministra. La sensación que hay entre las bancadas del Frente Amplio y el Partido Comunista es que ha faltado presencia de su sector en la Segpres y que eso ha quedado en evidencia en las últimas votaciones, como la Ley Nain-Retamal.

El Presidente tiene una conversación pendiente con la ministra Uriarte.

Cercanos a Uriarte también plantean que en las últimas semanas se había visto superada ante las infructuosas gestiones en el Congreso por la reforma tributaria -debilidad que también se evidenció en la elección del fiscal nacional- y también porque no participó en el diseño del cambio de gabinete del 10 de marzo, como lo confesó abiertamente.

Para esa ocasión, Vodanovic le preguntó si quería seguir en el ministerio y la respuesta fue que sí. Pero también, en el “bacheletismo” hubo disconformidad luego de que en Presidencia no accedieran a incorporar al Segundo Piso al nombre que había propuesto el PS.

Hasta hoy, la subsecretaria Macarena Lobos es quien ha tenido que asumir el rol de ministra subrogante, acompañada del jefe de la División de Relaciones Políticas, Nicolás Facuse (PS), y una de las opciones es que la fórmula se mantenga así hasta la elección de consejeros constitucionales del 7 de mayo. Ahí habrá que tomar una decisión, y una alternativa es que sea Lobos quien asuma el cargo, pero el problema es que es independiente y no será fácil que le cedan un sillón en el comité político.

La subsecretaria Macarena Lobos cada vez se empodera más en su rol de ministra subrogante.

Los esfuerzos de Marcel por contener al Frente Amplio

En las últimas semanas el ministro de Hacienda, Mario Marcel (cercano al PS), se ha comunicado constantemente y ha estrechado su relación con la diputada Gael Yeomans (Convergencia Social), quien preside desde este año la Comisión de Hacienda en la Cámara de Diputados.

El acercamiento no es casualidad. El economista en el último mes ha buscado recomponer los lazos con la coalición del Presidente luego de sufrir su peor revés el 8 de marzo, cuando se rechazó la idea de legislar la reforma tributaria, de la que depende en gran parte el programa del gobierno y las denominadas “reformas estructurales” que lo componen -lo que produjo el profundo malestar de Apruebo Dignidad-.

En esa ocasión, Marcel alentó a su equipo y los ministros que lo acompañaban en la oficina de la Segpres en el Congreso: “La contienda es desigual, pero tenemos que seguir”, les dijo.

El ministro Marcel ha buscado contener la molestia en sectores de Apruebo Dignidad.

Todos los lunes, en el comedor del ministerio, en el piso 12 de Teatinos 120, se reúnen a almorzar los integrantes oficialistas de la Comisión de Hacienda. En la última, el ministro hizo un llamado concreto: “Tenemos que estar mejor articulados y coordinados con el Parlamento”.

Marcel, además, se ha reunido con dirigentes de partidos oficialistas, del PDG y de Demócratas.

El viernes 24 de marzo fue el turno de los presidentes de los partidos de las coaliciones del gobierno. En esa reunión -en la que el ministro los recibió con risotto para almorzar- conversaron sinceramente sobre los errores cometidos en la gestión de la reforma tributaria y en buscar soluciones para poder financiar el programa del gobierno. Para ello, Marcel les solicitó a los partidos trabajar en propuestas para una solución.

En Revolución Democrática, por ejemplo, esa propuesta está en manos de la Fundación Rumbo Colectivo, mientras que en el PPD también formaron un equipo para eso.

Marcel luego del rechazo al proyecto de legislar la reforma tributaria.

De todas formas, en el gabinete de Marcel aún esperan poder reunirse a recibir propuestas de la oposición y escuchar sus planteamientos.

Pero la búsqueda de mayor coordinación del economista también se debe a que se vienen discusiones complejas en el Parlamento, como la reforma previsional, el royalty minero y, la más temida de todas, el “sexto retiro”, para la que ya han existido gestiones.

Es más, el lunes, en el comité político, el diputado y presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez, advirtió sobre el tema pensando en que hay parlamentarios de ambas coaliciones que han votado a favor de los retiros en el gobierno de Boric.

La mayor preocupación es que en los últimos días los parlamentarios del PDG han evaluado nuevas estrategias: una posibilidad es presentar un proyecto más parecido al “retiro acotado” que planteó el gobierno el año pasado, para así poner en jaque al oficialismo.

Pero Marcel tiene otro flanco abierto: el mundo empresarial ha dejado de verlo “con el pedestal” que lo veía antes. Así camina en la difícil línea de conquistar los votos del Frente Amplio y retomar esa imagen que había cultivado dentro del sector privado.

Foto: Andrés Péres, La Tercera.

El rol de Camila Vallejo para reactivar a Apruebo Dignidad

En las últimas semanas la ministra Camila Vallejo (Segegob) creó un nuevo grupo de WhatsApp que incluye a todos los ministros de Apruebo Dignidad que integran el gabinete del Presidente Gabriel Boric.

El gesto responde al mandato que le hizo el propio Jefe de Estado: buscar un espacio de coordinación y de confianza con su coalición de origen, con el objetivo de recoger sus sensibilidades de cara a un nuevo cónclave oficialista, que podría concretarse la próxima semana en Cerro Castillo. Lo propio le pidió el Presidente a la ministra Carolina Tohá (Interior), pero con el Socialismo Democrático.

El requerimiento presidencial en el caso de Vallejo apunta al nuevo rol que ha asumido la vocera de Palacio y que, concuerdan en La Moneda, se ha vuelto cada vez más político.

La ministra Vallejo ha asumido un rol de liderazgo en Apruebo Dignidad.

Su cercanía con el Presidente es algo que reconocen todos los que están al tanto de su vínculo, pero ha sido su militancia comunista la que se ha convertido en un activo mayor en esta etapa, donde la crisis de seguridad ha golpeado al propio Mandatario y lo ha enfrentado -precisamente- con el Frente Amplio y el Partido Comunista.

“Se les ha pedido apoyar el despliegue y la gestión política en el Congreso en la agenda de seguridad, porque la envergadura del problema es mayor”, dice una fuente de Palacio, aludiendo justamente a la desafección que Apruebo Dignidad -pero sobre todo el Frente Amplio- ha notificado y que se ha vuelto más evidente ante la contingencia que ha debido enfrentar el Ejecutivo con la muerte de tres carabineros en un mes.

Un ejemplo claro del rol de Vallejo para ordenar a los suyos fue la tramitación de la Ley Nain-Retamal, donde en conjunto con la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, tuvieron que plegarse a sus pares del comité político para lograr un acuerdo en el Senado que permitiera moderar el texto. En eso tuvieron éxito, sin embargo, en la Cámara Baja sus parlamentarios le asestaron un duro golpe al gobierno rechazando o absteniéndose de disposiciones clave y advirtiendo que irían al Tribunal Constitucional por el aumento de penas que estableció la normativa. Pero todo eso quedó en el aire con el asesinato del suboficial Daniel Palma.

Quienes han conversado con Vallejo aseguran que su diagnóstico ante la crisis apunta a que el comité político carece de una musculatura orgánica que permita enfrentar con éxito los desafíos que ha implicado la agenda de seguridad y que -en parte- se ha comido la agenda del Ministerio del Interior, encargado principal de la gestión política.

Con las complejidades que atraviesa el gobierno, sin embargo, Vallejo tuvo un triunfo personal esta semana con el despacho a ley del proyecto que reduce la jornada laboral a 40 horas, moción que hace seis años lideró cuando era diputada por el Distrito 12. El hito la tuvo en primera línea y la emocionó, casi, hasta las lágrimas.

Las ministras en la tramitación del proyecto de 40 horas.

Las dos caras de Antonia Orellana

En los últimos dos comités políticos ampliados -en los que participan los presidentes de partidos- la ministra de la Mujer, Antonia Orellana (Convergencia Social), no ha podido participar.

El motivo es que ha debido priorizar su agenda como ministra: en una oportunidad fue una aparición en un matinal y la segunda, que los lunes, a esa misma hora, se han reunido las comisiones de Mujer y de Constitución del Congreso para avanzar en el proyecto de Ley Integral contra la Violencia de Género.

La ministra Orellana tiene la misión de ordenar a sus filas. Foto: Mario Téllez, La Tercera.

Una de las conclusiones que ha sacado Orellana en el primer año de mandato es que la contingencia -enfocada en seguridad en el último tiempo-, y su rol político, no pueden opacar su gestión como ministra, por lo que la prioridad hoy está en ejecutar dicho proyecto de ley. Además, se le ha visto participar en agendas como 40 horas y Sistema Nacional de Cuidados, que depende del Ministerio de Desarrollo Social.

La ministra Orellana en sus actividades de la semana.

Pero también, al ser la única integrante del Frente Amplio en el comité político, ha debido lidiar con los descuelgues de su sector; el más evidente, la agenda de seguridad y el proyecto de Ley Nain-Retamal.

Así ocurrió el miércoles 5 de abril, cuando recibió el llamado desde Presidencia y tuvo que cancelar una reunión con la Fundación Prodemu para ir al Congreso en ese mismo instante.

En Valparaíso conversó con los parlamentarios de su partido para intentar convencerlos de cambiar su votación, pero no hubo caso.

De todas formas, en La Moneda agradecieron la gestión de Orellana por una razón: porque pese a que hizo los esfuerzos ante sus parlamentarios, como le habían ordenado desde Presidencia, su posición en las reuniones del comité político con los ministros era similar a la de su bancada. Además, así se lo habían manifestado también ministros de su mismo sector -comparte chat con los del Frente Amplio y otro con los de Apruebo Dignidad-.

La ministra de Bienes Nacionales, Javiera Toro (Comunes), y el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila (RD), por ejemplo, opinaron en conversaciones con sus compañeros de coalición que se estaba traspasando un límite con la Ley Nain-Retamal.

Los ministros del Frente Amplio consideraron que se traspasó un límite con la Ley Nain-Retamal.

Con esa misma preocupación, desde el lunes pasado Orellana volvió a reforzar su rol con los presidentes del Frente Amplio y recibirlos en su oficina a almorzar para escuchar sus inquietudes y alinearse para retomar la agenda ante la contingencia, en la que algunos de ellos han transparentado que sus militantes sienten que han debido pagar más costos que el Socialismo Democrático.

En las últimas semanas Orellana también ha debido enfrentar situaciones complejas. Su jefa de gabinete, Javiera Cabello (Convergencia Social), quien también fue la jefa de campaña del Presidente cuando era candidato, enfrenta un sumario por una acusación de maltrato laboral en el ministerio.

La ministra Orellana junto a su jefa de gabinete.

El mejor momento de Jeannette Jara

“Quiero reconocer el gran trabajo que ha hecho la ministra Jeannette Jara (...), gracias a ella también hoy es posible que sea una realidad la reducción de la jornada laboral”.

Con esas palabras el viernes, desde el Parque de la Familia, en Quinta Normal, el Presidente Gabriel Boric reconoció la capacidad de la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, para lograr un acuerdo con el mundo empresarial y laboral en torno al proyecto denominado 40 horas y que fue promulgado este viernes por el Jefe de Estado.

El Mandatario también tuvo elogios para la ministra en privado, cuando el miércoles la visitó en su oficina para felicitarla por lo conseguido. En esa oportunidad también participaron la ministra Camila Vallejo y la ministra (S) Macarena Lobos.

Los ministros celebrando la aprobación de la Ley.

El anuncio, además, fue un respiro para Apruebo Dignidad, ya que fue una oportunidad para visibilizar el trabajo de sus autoridades. No fue casualidad que las vocerías a cargo del tema hayan pertenecido a la coalición del Presidente: Jara, Vallejo, Orellana, el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson (RD), y el subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo (Comunes).

El hito le dio un triunfo a La Moneda, la que ha estado sumida en la crisis de seguridad, sobre todo, tras los asesinatos de los sargentos Álex Salazar y Rita Olivares, y el cabo Daniel Palma. Pero también le sumó un nuevo éxito a la gestión de Jara.

El estilo de la ministra comunista se ha caracterizado por su capacidad de diálogo -reconocida de manera transversal- con la que ha logrado consensos relevantes como el acuerdo en torno al aumento del salario mínimo al inicio de su administración y ahora con la aprobación -casi unánime- de la reducción de la jornada laboral. Jara, además, sigue encabezando los diálogos por la reforma de pensiones.

“Tiene un tono dialogante, ayuda a construir acuerdos, es muy humilde. Es muy contrario a lo que pasa con la ministra Carolina Tohá, que va a pelear al Congreso y es una muy mala negociadora para llegar a acuerdos. Quizás habría que darle más espacio político a la ministra Jara”, dice el diputado Henry Leal (UDI), parte de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social.

Jara en la celebración de las 40 horas.

Pero Jara no solo se ha mantenido enfocada en la agenda legislativa ligada a su cartera. Como integrante del comité político, la secretaria de Estado también se ha involucrado en debates relativos a la contingencia.

Muestra de aquello se dio en el comité político de este jueves, donde además de dar opiniones sobre cómo enfrentar el acuerdo propuesto por ambas Cámaras del Congreso, y que tensionó a los ministros de La Moneda, manifestó sus reparos a la propuesta que hizo el Ministerio de Salud por la crisis de las isapres.

Quienes conocieron del intercambio entre Jara y la ministra Ximena Aguilera, aseguran que la primera advirtió que no compartía los márgenes de la iniciativa.