Un llamado telefónico al 133 de Carabineros a eso de las 14 horas del pasado 22 de noviembre alertó a la policía de que en las cercanías de un jardín infantil se habían escuchado disparos. Por ello, los funcionarios policiales llegaron a la intersección de las calles Ongolmo y Tucapel, de la comuna de Peñalolén, y comenzaron a hacer diversos controles de identidad.

Fue en eso que un grupo de aproximadamente ocho jóvenes salió corriendo al ver la presencia policial. En su huida, uno de los hombres lanzó un bolso café al patio de una casa. Si bien todos los sospechosos lograron escapar, el bolso contenía una sorpresa. En su interior había ocho armas de fuego que, se presume, serían comercializadas a plena luz del día.

Se trataba de tres pistolas calibre .45, otras tres pistolas 9mm, una pistola sin marca y un revólver. Además, en el bolso había 253 municiones de distinto calibre. “Una vez que los organismos especializados realizaron las diligencias, establecieron que dos de estas armas presentaban encargo por robo (…) y algunas presentaban marcas especiales desde el extranjero”, dijo en esa oportunidad el jefe de la Prefectura Oriente, Marcos Jiménez.

Esas ocho armas de fuego incautadas en Peñalolén fueron parte de las 2.752 unidades de armamento que Carabineros de Chile confiscó en procedimientos a nivel nacional durante todo el año 2023. Pero detrás de esta cifra, que se ha mantenido estable durante los últimos cuatro años, pese al mayor uso de pistolas y revólveres en delitos como homicidios y robos, existe un perfil de las personas a las que se sorprendió con el arma en su poder.

Principalmente hombres, un 90% de ellos chilenos, en su gran mayoría con edades superiores a los 21 años y sólo con estudios hasta la enseñanza media son las características que más se repiten entre los detenidos por portar y utilizar fuera de la ley un arma de fuego.

“Dicha incautación obedece principalmente a hallazgos por coincidencia, en el contexto del registro de vestimentas, equipajes y vehículos, a propósito de controles de identidad practicados, y que devienen en constatación flagrante de estos delitos”, asegura Patricio Rosas, fiscal, académico e investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.

Al mismo tiempo, los datos permiten concluir que Santiago centro, territorio donde durante 2021, 2022 y el primer semestre del 2023 se cometieron más homicidios consumados en todo el país, fue también la comuna en la que más armas se incautaron durante el año pasado, con 118 unidades: un 4,3% del total nacional. Le siguen Rancagua, Viña del Mar, Antofagasta y Valparaíso, también territorios en los que se ha visto un alza en los homicidios.

El perfil de los detenidos

De acuerdo con los datos recopilados por Carabineros, un total de 2.780 personas fueron detenidas en los procedimientos en los que se requisaron 2.752 armas de fuego durante todo 2023. Del análisis de las armas, resalta que un 93,8% de los elementos letales estaban en poder de hombres al momento de ser detectados, mientras que tan sólo un 6,2% era portado o utilizado por mujeres.

Por otra parte, también destaca la nacionalidad de los infractores. Así, un 88,2% (2427) de las armas estaba en poder de chilenos y el restante 11,2% (325) en manos de ciudadanos de otras nacionalidades. Es decir, pese a los hechos de alta connotación pública en los que se han visto involucrados extranjeros, tan sólo uno de cada 10 armas fue quitada a un foráneo.

Entre las personas de otros países, lo que más se repiten son los venezolanos, con 153 armas incautadas (un 5,6% del total nacional). Luego, les siguen los colombianos con 97 armas (un 3,5%), los bolivianos con 26 armamentos, los ecuatorianos con 16 elementos y los peruanos, con 15 armas.

Sin embargo, para expertos en el área, como el exfiscal y gerente general de la Fiscalía Privada, Juan Enrique Suárez, estos números deben ser leídos con mucha cautela. “Tomando información oficial sobre la estimación de población extranjera en Chile, los resultados nos permiten comprender mejor quiénes, porcentualmente respecto de su propio grupo de referencia, son los que poseen más armas”, sostiene el abogado.

De esa manera, los cálculos indican que considerando una tasa cada 100 mil habitantes, los colombianos lideran el ranking con 448 detenidos con armas, seguidos de los venezolanos con 293. Luego vienen los ecuatorianos, con 269 detenidos cada 100 mil habitantes. Los chilenos, por su parte, sólo registran una tasa de 124 aprehendidos cada 100 mil habitantes.

Otro de los puntos que preocupan a las autoridades son las pistolas, revólveres y escopetas en manos de menores de edad. De las incautaciones realizadas el año pasado, un 20,3% era portada por un menor de 18 años. En mayor detalle, un 7,2% (199 armas) fueron quitadas a adolescentes de entre 14 y 15 años, mientras que un 13,1% (361 armas) salieron de manos de jóvenes de entre 16 y 17 años.

“Desde el análisis criminológico sobre los delincuentes que portan armas de fuego, se puede concluir que si proyectan su carrera criminal más allá de los 26 años, existe una alta probabilidad de que la extiendan a lo largo de sus vidas”, afirma el teniente Óscar Valdés, de Carabineros. “En las incautaciones hechas a ese grupo corresponde a más de un 50% de los casos”, agrega.

Entre el resto de la población, los datos aportados por la institución uniformada señalan que un segmento importante de un 16,8% (462) de las armas pertenecía a jóvenes de entre 18 y 21 años, mientras que un 62,9% (1730 armas) fueron descubiertas a adultos de 21 años o más.

Por último, las cifras también permiten saber en qué contexto fueron halladas las armas. De esa manera, cerca de un 24% (675) de los elementos se requisaron en medio de un procedimiento policial por algún tipo de robo, mientras que tan sólo un 1,1% (31) derivó de alguna acción vinculada a la ley de drogas. De igual manera, un 0,7% (20) de las armas estaban vinculadas a casos de homicidios consumados o frustrados.

Las zonas rojas del hallazgo de armas

Barrio Yungay, 5.30 de la madrugada. El pasado 20 de enero, una de las tantas patrullas mixtas realizadas entre Carabineros y funcionarios de seguridad pública de la Municipalidad de Santiago detuvo a un vehículo Mazda que circulaba por la intersección de las calles San Pablo y Chacabuco. Al interior iban sólo dos mujeres chilenas, una de ellas de 19 años de edad y con domicilio en La Granja. Tras revisar el auto, los funcionarios encontraron papelillos con droga en pequeñas dosis y un arma de fuego, más 14 municiones, por lo que ambas fueron detenidas.

01/06/2023 RECORRIDO BARRIO YUNGAY FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

Descubrir dentro de los límites de la comuna de Santiago a una mujer, chilena y proveniente de otra comuna con un arma de fuego, es un caso que escapa completamente al perfil de lo que generalmente ocurre en ese territorio, según las cifras de la policía uniformada.

Con 118 armas requisadas durante todo el año pasado, un 4,3% del total nacional, Santiago se convirtió en la primera comuna en cantidad de incautaciones. Una estadística que se suma también al primer lugar que la capital regional ostenta en números de homicidios consumados desde hace tres años y que para el primer semestre de 2023 alcanzó los 40 fallecidos.

Detrás de esa cifra, hay ciertas particularidades. Si a nivel nacional, en promedio, una de cada 10 armas es quitada a personas extranjeras, en Santiago cinco de cada 10 armas requisadas estaban en manos de foráneos. Una realidad que desde la Dirección de Seguridad Pública del municipio conocen en detalle.

“Santiago tiene una tasa de residentes extranjeros bastante alta y, en ese sentido, sabemos que existen ciertas bandas, ya sea en la zona sur, en la zona centro poniente, que se dedican a la venta de drogas y que tienen ese nivel de armamento en su poder”, asegura Marco Pereira, jefe de operaciones de la dirección.

Por ello, Pereira agrega que cuando se hacen patrullajes mixtos en el barrio Yungay “sabemos que hay bandas peruanas generando tráfico de drogas y en la fiscalización hay hallazgo de armamento. Igual que en el barrio Franklin, cuando fiscalizamos a las bandas colombianas. Eso es una realidad”.

Tanto en Santiago como en Rancagua, que ocupa el segundo lugar a nivel nacional, con 106 incautaciones en 2023 (3,9%), buena parte del decomiso de armas proviene del control de personas y vehículos realizado en la vía pública por carabineros y funcionarios municipales.

Desde la Fiscalía de Rancagua aseguran que el mayor uso que se les da a las armas está vinculado, “en primer lugar, a sujetos que cometen robos intimidando a las víctimas”, señala Carlos Fuentes, fiscal de Alta Complejidad y coordinador de investigaciones de crimen organizado en O’Higgins. A ello, señala el persecutor, se suma la utilización de armamento por parte de narcotraficantes “para defender su territorio y la mercancía ilícita”.

El homicidio conmocionó a Viña del Mar cuando aún no caía la noche.

En tercer lugar a nivel nacional está la comuna de Viña del Mar, con 84 armas incautadas (3,1%) en 2023, territorio que durante el primer semestre del mismo año se ubicó también en el tercer puesto en cantidad de homicidios en el país, con 18 muertes . Si a ello se suma que Valparaíso es la quinta comuna con más elementos letales requisados con 67 unidades (2,4%), la Quinta Región se ha convertido en un foco en la recuperación de armas.

“Se ha evidenciado un mayor poder de uso de armas de fuego en una serie de delitos de distinta gravedad, que van desde amenazas a robos con violencia a homicidios”, señalaron desde la Fiscalía Regional de Valparaíso. Estos últimos, aseguran, “presentan un 49% de aumento, ya que pasaron de 53 ingresos el año 2022 a 79 el año 2023″.

Antofagasta, en tanto, ocupa el cuarto lugar a nivel nacional, con 73 armas de fuego decomisadas: (2,7%) de todo el país. La misma comuna, durante el primer semestre de 2023, fue la cuarta en todo Chile en homicidios consumados, con 17 muertes.

Pese a los esfuerzos por recuperar armas de fuego en manos de delincuentes, para los expertos existe una deuda en lograr detectar las armas que ya han sido utilizadas para cometer delitos, como en los homicidios, donde un 52,9% de las muertes se produce por armamento. “La recuperación de armas de fuego desde los sitios del suceso es menor, y por ello no permite formarse una impresión suficiente de la naturaleza de las armas que participan en los delitos violentos”, afirma el académico Patricio Rosas.

Por ello, Juan Enrique Suárez, de la Fiscalía Privada, indica que “el dato más relevante para evaluar las políticas públicas es disponer de mejor información respecto de las armas ilegales. Hoy en Chile no sabemos cuál es ese número, por lo que decir que han aumentado las incautaciones no es sinónimo de éxito”.

Parte de esa deuda es lo que pretende resolver la “Estrategia de Control de Acciones Territoriales” anunciada por el gobierno el pasado jueves. Entre sus medidas, se incluye un refuerzo a la fiscalización de armas, lo que se materializará con un refuerzo de los controles preventivos y chequeo de armas legalmente inscritas en los cuadrantes con homicidios y delitos más violentos.