Joaquín Millanao Queipul, un comunero de 20 años, está desmayado en medio del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Angol, en La Araucanía. Su familia lo sostiene. Es 14 de julio de 2023 y el imputado lleva 60 días en huelga de hambre.
Lo que quiere Millanao es que lo liberen. Lo mismo pide la gente que lo acompaña. Ellos son miembros de la Comunidad Mapuche Temucuicui. Ahí Millanao tiene raíces. Las mismas que explican por qué, hace casi exactamente dos años, lo dejaron aquí, ante un tribunal, encarando un juicio por homicidio.
Todo ocurrió el 19 de julio de 2021. Ese día, Millanao y P.Q. (17) iban a bordo de una camioneta Toyota RAV atravesando el centro de Victoria. Se detuvieron frente a un growshop, una tienda de artículos para sembrar cannabis.
De inmediato se bajaron con pistola en mano. Se metieron a la tienda e intimidaron a los tres locatarios. “Me dijeron que si gritaba, me mataba”, declaró una de ellas en la Fiscalía. En pocos segundos se llevaron varias cosas. Un fertilizante, un clonador de plantas y unos celulares.
Aunque lo que más robaron fue otra cosa: semillas de marihuana. Se llevaron 100 cajas. Todo el stock. El perjuicio económico para la tienda fue calculado en $ 3.608.000.
La camioneta la manejaba Ramón Toris, un comunero de la Comunidad Mapuche Temucuicui, conocido de ambos asaltantes. Se suponía que los tenía que esperar, pero, tras salir del local, Millanao y P.Q. se dieron cuenta de que su conductor no estaba. Se había asustado y huyó. Por eso, trataron de robar una camioneta Great Wall que encontraron en las cercanías. Los dos ocupantes del vehículo lograron salir ilesos y salvar su auto, a pesar de que P.Q. le disparó tres veces al parabrisas.
Después de eso, los asaltantes emprendieron la huida de forma separada. Millanao, mientras corría por el centro de Victoria, se encontró a dos carabineros: los sargentos Víctor Pino y Luis Diocarez. Los policías habían sido alertados por radio del robo, pero no sabían lo que se iban a encontrar. Diocarez, de hecho, se preparaba para salir de vacaciones al día siguiente.
Cuando los vio, Millanao apuntó y usó su arma. En la declaración ante el juzgado, Diocarez dijo que primero le llegaron balas a la patrulla. Luego, cuando descendieron, siguieron recibiendo balas. Nunca pensó que iban a ser tantas. Estaba seguro, declaró, de que el atacante estaba decidido a matarlo.
Una de las balas que disparó Millanao le llegó a Diocarez en un brazo. La bala le perforó los dos pulmones y se incrustó en su columna. Por eso, desde el piso y aún disparando, Diocarez sentía que le costaba respirar y que su boca se llenaba de sangre.
Pino también repelía el ataque, protegido por el auto policial. A él, una bala de Millanao le partió en dos la muñeca izquierda. Con la derecha respondió al fuego, hasta que una bala policial le dio en el antebrazo a Millanao. Cuando se acercó para detenerlo, declaró Pino, Millanao le dijo: “Me disparaste, paco culiao”.
A Diocarez lo llevaron de urgencia al Hospital de Victoria. Estaba con riesgo vital. En un momento, lo atendieron al lado de Millanao. El diagnóstico era fatal: iba a quedar parapléjico. No podían sacar la bala de su columna. A Millanao, por su lado, la Fiscalía le imputó un robo con violencia, un robo con homicidio frustrado, un homicidio frustrado a Carabineros y porte ilegal de arma y de munición. Quedó en prisión preventiva en la Cárcel de Angol.
Lo que Millanao no sabía es que empezaba un juicio que iba a durar dos años. Y que le iba a costar caro.
Una comunidad, dos posturas
La historia de Joaquín Millanao Queipul tiene un lazo muy firme con la Comunidad Mapuche Temucuicui: un paño donde viven 1.200 personas, 83 kilómetros al norte de Temuco.
Luego de nacer en Victoria, el año 2003, fue educado en un entorno con fuerte presencia mapuche. De tercero a sexto básico asistió a la Escuela Básica Temucuicui, en Ercilla. Sus notas eran buenas. En sexto, de hecho, sacó un promedio final de 6,5. Era el año 2014.
El fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, explica algunas cosas. Dice que el lonco -jefe- tradicional de la comunidad es Juan Catrillanca. Pero cuando Millanao iba en octavo básico, en su entorno empezaron a haber fuertes cambios.
- El año 2016, una serie de comunidades en Ercilla decidieron apoyar la creación de una nueva organización. Se llamó Resistencia Mapuche Malleco (RMM). Se escinden de Catrillanca para hacer otra comunidad. Lo justificaron diciendo que era para luchar por sus reivindicaciones ancestrales. Pero nunca alguien se ha identificado como el líder, o como miembro. Tampoco tiene estructura.
Es en este clan que, de a poco, Millanao se empezó a insertar. Sus lazos con la RMM se hicieron cada vez más fuertes.
Según el fiscal Garrido, una de las figuras que han podido identificar con un liderazgo claro es Víctor Queipul. Él y la RMM tienen claras diferencias con los atentados que veían hace años en la zona, que, por ejemplo, perpetraba la Coordinadora Arauco Malleco.
- La Comunidad Temucuicui Tradicional y su lonko Catrillanca tienen una postura dialogante. En cambio, la Autónoma, que apoya la RMM, no. Eso a nivel de líderes. Pero si lo ves hacia abajo, no es como que sean hinchas de equipos de fútbol.
Pablo Urquízar, excoordinador nacional de Seguridad de la Macrozona Sur, entrega otras características de la RMM que la diferencian de la CAM.
-Primero, la RMM no duda en matar personas. El año 2021, de hecho, mataron a un subinspector de la PDI. Segundo, la CAM tiene como objetivo latifundistas, agricultores y forestales. Pero la RMM tiene un ámbito de acción mucho más amplio: queman escuelas, centros de salud e iglesias católicas y evangélicas.
Garrido entrega un ejemplo de esta difusa línea entre las comunidades. El 23 de octubre del 2018, Joaquín Millanao fue detenido arriba de un auto que tenía encargo por robo. Una de las personas que lo acompañaban era Camilo Catrillanca, nieto de Juan Catrillanca. O sea, un miembro de la RMM junto a los de la tradicional.
Ese hecho fue el que hizo poner los ojos del Ministerio Público sobre Millanao. En esa ocasión, Millanao no fue imputado, pero sí encendió las primeras alarmas. Ahí también Temucuicui pasó a ser el epicentro de un tema de interés nacional. El 14 de noviembre siguiente, Catrillanca fue asesinado por carabineros en un operativo en Temucuicui.
Garrido entrega otro ejemplo de cómo opera la política dentro de Temucuicui.
-Cuando la ministra Izkia Siches es invitada a Temucuicui, esa invitación la hacen el lonco Juan Catrillanca y su familia. Esa es la comunidad tradicional. Pero el lonco Víctor Queipul, de la Autónoma, se opuso. Dijo no, tienen que hablar conmigo.
Otra banda delictual más
Al fiscal Garrido algo le molesta: cree que esto no se trata de reivindicaciones ancestrales. Lo que ve es delincuencia.
- Lo que vemos es que cometen muchos atentados, como quemas de escuelas, iglesias. Mucho robo. Y después de cometer los atentados, dicen “libertad para los presos políticos de la RMM”. Pero todas las personas que reivindican están vinculadas a robo con intimidación, tráfico de drogas u homicidio de otros comuneros. Son delitos comunes.
Garrido añade que las dos grandes formas en que la RMM se financia es vendiendo autos robados y marihuana. Por eso no les extrañó que Joaquín Millanao estuviera robando semillas de cannabis.
Mientras esperaba su juicio, Millanao estuvo en prisión preventiva en la Cárcel de Angol. Ahí es donde Garrido observó otra forma de actuar de este grupo: el chantaje.
- Durante el tiempo en que Millanao estuvo detenido, hay escasa referencia a él en los lienzos de la Resistencia Mapuche Malleco. Pero cuando lo condenan, es que lo empezaron a tomar en cuenta. Recién ahí lo empezaron a llamar un preso político.
Garrido recuerda una escena: el 7 de mayo del 2023 se suspendieron las visitas a todos los penales a nivel nacional por las elecciones del Consejo Constitucional. Los 17 comuneros que hay en el módulo F de esa cárcel reclamaron. No estaban de acuerdo. Querían recibir gente, así que empezaron a hacer disturbios.
- Ahí hicieron pasar para dialogar a dos gendarmes. Luego, les cerraron la puerta. Les dijeron: ustedes no salen de acá hasta que no venga el director regional de Gendarmería. Los tuvieron una hora ahí, les pegaron. Eso, hasta que llegó personal a sacarlos. Tuvieron que cortar una reja. La respuesta a eso fue que les quitaron varios beneficios. Entre ellos, una “silla del amor” que tenían en el módulo.
El 19 de julio de este año se leyó la sentencia para Millanao. Le dieron 47 años de cárcel efectiva. Esto generó una serie de atentados en La Araucanía pidiendo la nulidad del juicio y la libertad del reo. Millanao también tomó medidas: dejó de ingerir alimentos. Por eso el desmayo en el tribunal.
Según su abogado defensor, Eduardo Painevilo, el estado de salud de Millanao está cada vez peor.
“Lleva 102 días de huelga, y hace tres días es huelga seca. Ha tenido que ser trasladado al Hospital de Angol a lo menos en dos ocasiones por descompensación. En los últimos días sufrió una caída que le produjo un golpe en la cabeza, donde tiene secuelas de fractura por torturas aplicadas por carabineros al momento de su detención, por lo que ha permanecido con dolores en aquella zona del cráneo”.
Garrido, en tanto, no considera válida esta manifestación de Millanao.
- Aquí se levanta la bandera de los pueblos originarios después de cometer los delitos. Y se hace para tener privilegios que no tienen otras personas. Dicen: “Hay preocupación por el estado de salud de Millanao, que está en huelga de hambre”. Pero si una persona en Iquique se dedicara a asaltar, a robar y a dispararle a Carabineros, eso no sería tema. Entonces, me dedico a eso, que me detengan y digo que es persecución política.
Garrido sigue su argumentación.
- Ellos no son políticos. No tienen problemas en atacar a otros mapuches. Esa es la lógica de esta gente que se denomina como resistencia. Si yo no te digo que esto ocurre en Ercilla, puede ser en una población del sector sur de Santiago. Personas que roban, amenazan a sus vecinos, que les pegan a los que no se suman a ellos.
Garrido entrega un dato: hay causas de individuos de estos grupos que son imputados por extorsión. “Les piden 10 millones de pesos a agricultores sólo para permitir que cosechen”.
Painevilo sostiene que Millanao es inocente y nunca participó de todos los delitos que le imputaron. Además, dice que los últimos atentados han sido realizados en respuesta a tratos injustos.
Según Garrido, van cuatro atentados esta semana, todos muy violentos. Por ejemplo, este martes, en Cherquenco, dentro de Ercilla, desconocidos incendiaron un templo evangélico. En el lugar colgaron un lienzo atribuido a la RMM: “Nulidad al juicio racista de Joaquín Millanao”, rezaba.
- Hay un descontento generalizado en el pueblo mapuche por la aplicación de la ley penal de manera discriminatoria y excesiva en contra de personas mapuches -argumenta Painevilo-, sobre todo cuando se trata de miembros de comunidades de lucha histórica como Temucuicui.
Garrido no cree lo mismo.
- Esto no tiene nada que ver con un conflicto ancestral. Si tu principal giro es robar vehículos, desarmarlos y venderlos, no tiene nada que ver con un conflicto ancestral -expone-. Ellos nunca han tenido participación política. Nunca expresaron nada. No son perseguidos por sus ideas. Están vinculados con elementos de convicción sólidos a la comisión de atentados contra la propiedad y la integridad física.
Garrido cree que el caso de Millanao no es muy distinto a lo que se puede ver en una banda delictual común.
- Son muy violentos, temerarios, jóvenes. Empiezan a cometer delitos cuando son adolescentes. Si lo piensas, no es distinto a lo que hacen, por ejemplo, menores que cometen portonazos. La única diferencia es que son de sectores rurales.