Más sabroso que nunca estuvo para el Partido Comunista el caldillo de congrio con que ayer al mediodía, al igual que todos los 1 de enero, su dirigencia recibió a la prensa para conversar distendidamente sobre lo que dejó el 2021 y los desafíos que vienen.
Esta vez el encuentro era especial -el PC cerró un año con triunfos relevantes en las distintas elecciones que hubo, y se apresta para ser parte esencial del gobierno de Gabriel Boric- y se escogió como escenario la Casa Michoacán de los Guindos, en La Reina, donde vivió Delia del Carril junto a Pablo Neruda.
Escoltado por las principales figuras del partido, el anfitrión, Guillermo Teillier, fue cauto al ser consultado sobre el peso que tendrán los comunistas en el gabinete: “El gabinete es sólo una parte… Nos van a pedir nombres y el presidente tendrá que dirimir de acuerdo a lo que él estime para cumplir los objetivos que se ha propuesto y que hay que responder...”.
Es que pese a ser el partido más grande de Apruebo Dignidad, a tres semanas de que Boric nombre a sus 24 ministros, no existe certeza sobre el poder -e influencia- que tendrán los comunistas en su gobierno.
Hasta ahora las exigencias del PC han sido más que prudentes, advierte un dirigente de la colectividad: tener representación en el comité político, con Camila Vallejo, y el Ministerio del Trabajo, donde el partido tiene varias alternativas con experiencia en el mundo laboral, entre ellas, la expresidenta de la CUT Bárbara Figueroa, quien ayer fue protagonista en el “caldillo” .
Para Vallejo, el PC tiene dibujado al menos dos escenarios: uno es que sea la vocera de gobierno, y el otro –el que más le acomoda a ella- es ser ministra de la Mujer, incorporando a esta cartera por primera vez al comité político.
Esta alternativa sintoniza con una de las peticiones que ha transmitido Boric, que es “renovar las tradiciones” y “romper con algunos esquemas que vienen desde los años 90″.
Este esquema permitiría, además, dejar libre el camino para que Izkia Siches asuma como ministra secretaria general de Gobierno, que para muchos sería la vocera más ad hoc.
Desde “La Moneda chica” (casona en Providencia desde donde el equipo de Boric prepara su llegada al gobierno) cuentan que ya les pidieron a todos los partidos de la coalición, especialmente al PC, que enviaran los nombres de quienes, a juicio de ellos, “fueran las mejores personas para los cargos, ya sean militantes o independientes cercanos a ellos”, cuenta un integrante del círculo de hierro del mandatario electo.
“Estamos recién -con equipos- viendo criterios, recepción de potenciales nombres, pero de aquí al 7 o 10 de enero, serán sólo especulaciones. Recién por esos días se le va a entregar a Gabriel una terna o quina chequeada, por cada cargo de gabinete para que pueda hacer la selección”, agrega la misma persona.
En “La Moneda chica” insisten que no hay nada dibujado y que las propuestas de los partidos “es insumo”, y perfectamente puede pasar que en la mayoría de los ministerios no haya coincidencia con las sugerencias.
Los nominados del PC
El PC ya tiene su primera nómina de postulantes a ministros y subsecretarios, donde –por instrucciones del entorno de Boric- se escogió a profesionales de entre 30 y 45 años y a unos pocos mayores de 50, con experiencia en el sector público o con lazos con el movimiento social.
“Es indispensable tener una vinculación estrecha con el movimiento social, con sus diversas expresiones y ojalá tener nexos (en el gabinete) para que, ojalá, las personas que votaron (por Boric) se sientan partícipes del cumplimiento del programa”, dice una fuente del PC.
La lista no pasó -ni pasará- por la comisión política del partido, como ocurrió antes en el gobierno de la Nueva Mayoría, algo impensado hace algunos años, señalan en la colectividad.
Los interlocutores de Boric y Giorgio Jackson con la colectividad son sólo tres: Vallejo y Karol Cariola, ambas “con voz propia” a raíz de su cercanía con el presidente electo y el reconocido trabajo en la campaña, además de Teillier, quien está siendo más cuidadoso que nunca con el manejo de la información.
Hasta ahora, los nominados del partido para integrar el gobierno serían los siguientes:
Óscar Aroca, profesor de educación básica (UPLA), exsecretario general de las JJ.CC. (2007-2011). En Bachelet 2 fue jefe de gabinete de Claudia Pascual y asesor del Ministerio del Interior.
Camilo Ballesteros (34), licenciado en Ciencias de la Actividad Física (Usach), líder de la revolución pingüina en 2006, fue director de la División de Organizaciones Sociales (DOS) en Bachelet 2.
Eric Campos, profesor de Historia, presidente de la Federación de Sindicatos de Metro y actual secretario general de la CUT.
Fernando Carmona (42), economista de la U. de Concepción, fue el coordinador del programa presidencial de Daniel Jadue.
Bárbara Figueroa (42), profesora de Filosofía (U. Metropolitana de Ciencias de la Educación), expresidenta de la CUT.
Carlos Insunza, ingeniero civil industrial, trabaja en el SII desde el 2001 y hoy preside la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef).
Pablo Iriarte, arquitecto (UC del Norte), este año fue candidato a alcalde y diputado por Antofagasta obteniendo muy buena votación.
Jeanette Jara (47), abogada (U. Central) y magíster en administración pública (Usach), fue subsecretaria de Previsión Social en el segundo gobierno de Bachelet, de 2016 a 2018.
Fernando Monsalve, abogado penalista, fue presidente de Colo Colo.
Javiera Petersen (32), economista U. de Chile, directora ejecutiva del Observatorio de Políticas Económicas. Tendría que congelar sus estudios en Londres.
Camilo Sánchez (32), sociólogo, expresidente de las JJ.CC. (2017-2021), hoy asesora a varios constituyentes de su partido.
Julia Urquieta (64), abogada y activista de los derechos humanos, fue subsecretaria de Previsión Social del gobierno de Bachelet 2.
Camila Vallejo (33), geógrafa (U. de Chile), diputada desde 2010.
Felipe Zabala, ingeniero ambiental (UPLA), exconcejal y excandidato a la alcaldía de Estación Central. En Bachelet 2 fue Jefe de la División de Educación Ambiental del M. de Medio Ambiente.
Los elementos en la balanza
Al margen de las nóminas, hay una serie de factores que el equipo del presidente electo deberá sopesar a la hora de definir cómo y con quiénes del PC arma su gabinete. El primero que aparece es el factor Jadue.
Distanciado del trío a cargo de la interlocución con Boric, Daniel Jadue no ha tenido ninguna incidencia en las tratativas. Esto, a pesar de la alta votación que obtuvo en las elecciones primarias del 18 de julio pasado: 692.862 votos (39,57%).
“(Las negociaciones) las conozco por lo que he visto en los diarios, porque no soy parte de ellas…”, confesó el alcalde de Recoleta la tarde miércoles en radio Pauta.
En el partido algunos atribuyen a este aislamiento el protagonismo en los medios que tuvo esta semana el edil, cuyas declaraciones volvieron a tensionar las relaciones del PC con Boric, tal como ocurrió en varios momentos de la campaña.
El segundo punto es el contrapeso socialista.
Para todos es un hecho que el Partido Socialista estará representado en el gabinete, incluso muchos hablan de que uno o una de los suyos podría ocupar la Cancillería, donde se necesita a “una persona con experiencia política”, según le habría aconsejado el exministro Luis Maira al mandatario electo en un encuentro el 27 de diciembre.
Aunque en el PS hay total hermetismo sobre la eventual integración, la experiencia política de Carlos Montes y su cercanía con Boric lo convierten en carta fija para algún ministerio, al igual que a Paula Narváez, quien dio un empujón clave a Boric en su disputa ante Jadue.
El aterrizaje socialista, sumado a la eventual presencia del PPD, el PR y Nuevo Trato, serán sin duda, un contrapeso para el PC.
“Ahora que hay que conformar gobierno, esa molestia con trabajar al lado del PC se les fue”, dijo Jadue el martes en medio de los acercamientos.
Y el tercer punto en cuestión es la falta de elenco comunista. Todos coinciden en que hoy no existe abundancia de candidatos al gabinete, ya que en las últimas elecciones (municipales, constituyentes y parlamentarias) presentaron y fueron elegidas sus mejores cartas jóvenes y de mediana edad, que es parte de los requisitos.
Por ello, en los días posteriores a las elecciones se evaluó que alguna de ellas pudiera dejar sus cargos, lo cual se fue descartando por distintas razones.
En el caso de Cariola, el tema fue conversado este lunes por la propia diputada y Boric, coincidiendo ambos en que lo mejor era que la legisladora ejerciera su liderazgo desde el Parlamento.
También se analizó la posibilidad de que la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, quien ha tenido un difícil arranque, pudiera ser parte del gabinete, lo cual también fue descartado. “Hubiese sido una muy mala señal a la ciudadanía”, señala una fuente del partido.
La posibilidad de recurrir a los representantes comunistas en la Convención, como Bárbara Sepúlveda y Marcos Barraza, también se desechó al instante, porque esta instancia es una prioridad para el partido y porque no existe un mecanismo de reemplazo.
Por ello, el equipo de Boric sugirió al PC_proponer, además, independientes cercanos a la colectividad.
En forma paralela, el PC, los partidos del Frente Amplio y el resto de las colectividades que están en la oposición se encuentran en conversaciones para la elección de la presidencia y vicepresidencia de la Convención Constituyente el 4 de enero, y las integraciones en las mesas en el Congreso, en especial, la Cámara de Diputados.
En la primera instancia, Bárbara Sepúlveda es la carta de los comunistas, que buscan la revancha luego de que en la primera elección de la directiva quedara fuera por la pugna del FA y el PC. El problema es que el FA levantó a Beatriz Sánchez y los socialistas, la opción de Ramona Reyes.
En la Cámara Baja, en tanto, Cariola busca asumir la presidencia, haciendo valer su primera mayoría nacional y su indiscutible cercanía a Boric.
También se acerca la renovación de la directiva que cerrará la era Teillier que, a todas las luces, será recordada como la integración de los comunistas al establishment político que les fue muy esquivo en las últimas tres décadas.