Oficialmente, el próximo Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no respondió nunca durante su campaña a las preguntas sobre los nombres que planea incluir en su gabinete de apertura para su segunda administración. Sin embargo, una serie de personajes de diversos orígenes, tanto políticos como del mundo público, ya aparecen en el radar de los medios estadounidenses como posibles candidatos para acompañar al republicano.

Algunos son políticos clásicos de probada lealtad al exmandatario. Otros, figuras mediáticas y empresariales. En la mayoría de los contendores clave, el factor de la fidelidad es lo más importante. No es azaroso. Trump se ha mostrado como un político que no admite los disensos públicos, y muchos de sus antiguos aliados hoy figuran incluso como opositores acérrimos a su gestión. Basta con recordar nada menos que a su exvicepresidente Mike Pence, quien certificó la victoria de Joe Biden en 2021 y se negó a ceder a la presión de su jefe para anular el resultado de las elecciones de 2020.

Elon Musk habla mientras Donald Trump observa durante un mitin en Butler, Pennsylvania, el 5 de octubre de 2024. Foto: Reuters

Es por eso que tres son los caminos destacados por medios locales para prever una posible decisión: confiar en expertos para cargos claves; utilizar funcionarios leales que no cuestionen sus directrices; o una mezcla de ambas. La primera y la tercera fueron descartadas por John Pitney, analista político estadounidense del Claremont McKenna College entrevistado por La Tercera.

“Lo más importante para Trump es la lealtad. Quiere subordinados que lleven a cabo todo lo que él quiera hacer sin cuestionarlo. Eso probablemente descartará a muchas personas con experiencia”, señaló.

El gerente de fondos de cobertura John Paulson asiste a la final entre Roger Federer y Novak Djokovic en el torneo de tenis US Open en Nueva York, el 13 de septiembre de 2015. Foto: Reuters

Lo secunda un dato clave. El mandatario electo prometió nombrar hasta 50.000 funcionarios públicos designados políticamente, en vez de mantener el control de balances que significa la contratación de profesionales en esos puestos, señaló The Wall Street Journal.

Muchos medios se han apresurado en mencionar quién es, probablemente, el más vistoso de los nombres: Elon Musk, el hombre más millonario del mundo. El magnate desembolsó un dineral en apoyo al ahora electo presidente estadounidense, y si bien es improbable que llegue al gabinete como tal, no es descartado por completo. Lo que sí dan muchos como seguro es que jugará un rol en la administración. Así lo cree William B. Allen, politólogo estadounidense.

Robert F. Kennedy Jr. y Donald Trump se saludan en un evento de campaña en Duluth, Georgia, el 23 de octubre de 2024. Foto: Reuters

En diálogo con La Tercera, el profesor emérito de la Michigan State University dijo que “es muy probable” que “personas como John Paulson”, un destacado financiero multimillonario que apoya a Trump desde 2016, “asuman una responsabilidad significativa en el gabinete”.

De hecho, la agencia Bloomberg informó a principios de este año que Trump lo había propuesto en conversaciones privadas como posible secretario del Tesoro de cara a un segundo mandato. ¿Qué tiene que ver con el dueño de Tesla y SpaceX? El politólogo cree que alguien del perfil de Paulson podría incluirse en la primera plana política “con el fin de trabajar con Elon Musk, quien es poco probable que ocupe un asiento en el gabinete, pero que preferirá asumir un papel ‘cívico’ al frente de algo como la famosa ‘Comisión Hoover’”.

En el puesto equivalente al ministro de Hacienda destacan a Howard Lutnick, Robert Lighthizer, Scott Bessent, Jamie Dimon o Larry Kudlow como posibles cartas, según la agencia Reuters, Politico, The Times y The Guardian.

El secretario de Estado Mike Pompeo habla en el Club Nacional de Prensa en Washington, el 12 de enero de 2021. Foto: Reuters

Otro nombre rimbombante es el de Robert F. Kennedy Jr., quien lanzó una candidatura como tercer nombre en la papeleta presidencial, pero que, entrado en la carrera, decidió apoyar a Trump. Por cierto, ese favor podría verse reflejado en algún cargo.

Según Politico, Trump prometió dejar que Kennedy Jr. se “volviera loco” con la política sanitaria y alimentaria del país, pero su historial hace compleja una nominación de alto perfil. “Robert F. Kennedy Jr. tendrá un papel en la administración. Trump ya lo ha prometido. Sin embargo, es poco probable que obtenga un puesto en el gabinete, porque incluso un Senado republicano podría ser reacio a apoyar la nominación de alguien que es un delincuente convicto, un drogadicto recuperado y alguien que ha hecho declaraciones extremadamente extravagantes, como promover la falsedad de que las vacunas causan autismo”, señaló John Pitney a este periódico.

Entre sus otras polémicas, el sobrino del expresidente John F. Kennedy escribió un libro acusando a Anthony Fauci, exfuncionario de los Institutos Nacionales de Salud, de trabajar maquiavélicamente con el magnate de la tecnología Bill Gates y los fabricantes de medicamentos para vender vacunas contra el Covid-19, recordó el citado medio.

Bobby Jindal, exgobernador y exrepresentante de Louisiana, asoma como candidato a secretario de Salud y Servicios Humanos. Foto: Reuters

Si bien Pitney cree que es poco probable que termine como miembro del gabinete, “es de esperar verlo en la Casa Blanca de Trump. Los funcionarios que trabajen allí no requieren confirmación del Senado, y Kennedy Jr. probablemente tendrá una gran influencia desde su puesto en la administración Trump. Probablemente, tendrá autoridad de veto de facto sobre organizaciones como la Administración de Alimentos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)”, añadió.

En su defecto, Bobby Jindal, exgobernador y exrepresentante de Louisiana que actualmente preside el Centro para una América Saludable, un ala del Instituto de Política América Primero, asoma como candidato a secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS), una de las mayores agencias del gobierno federal. Brian Blase y Eric Hargan también están en carrera, aseguró Politico.

Un puesto clave de cara al agitado presente mundial será el del secretario de Estado. William Allen entregó una pista al respecto. “Es de esperar que el reciente liderazgo de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos -con raras excepciones- se mantenga lejos de la administración y de cualquier poder real. Además, es posible que Trump busque senadores, además de Marco Rubio (nombrado en la prensa local como candidato al puesto), siempre que provengan de estados con gobernadores republicanos, ya que pueden nombrar sucesores”.

Richard Grenell sería uno de los principales candidatos para encabezar la Secretaría de Estado.

Richard Grenell aparece en la lista. Considerado como uno de los asesores de política exterior más cercanos a Trump, consignó Reuters, ahora retorna a la candidatura mayor luego de haber sido director en funciones de la inteligencia nacional y embajador de Estados Unidos en Alemania.

De hecho, estuvo presente cuando Trump se reunió de manera privada con el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en septiembre de este año. Entre sus posturas más polémicas destaca la de crear una zona autónoma en el este de Ucrania para poner fin a la guerra, añadió la agencia de noticias, lo que no gusta en Kiev. De no postularlo al gabinete por la dificultad de conseguir los votos del Senado, podría recaer en el puesto de asesor de Seguridad Nacional.

Bill Hagerty, senador afín al movimiento MAGA (Make America Great Again) y miembro del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta que se ha transformado en un halcón de la política contra China, aparece en la carrera. Junto a ellos destacan Robert O’Brien y el citado Marco Rubio.

El senador Marco Rubio habla durante un mitin de campaña de Donald Trump, en Doral, Florida, el 9 de julio de 2024. Foto: Reuters

El primero es “el único de los cuatro asesores de Seguridad Nacional de Trump que no ha tenido una pelea de alto perfil con el expresidente”, explicó Politico. El segundo pasó de contendor al liderazgo republicano a fiel defensor del ahora presidente electo, pero un detalle surge de su candidatura: pese a su línea dura contra Cuba e Irán, trabajó con los demócratas en una ley que dificulta la posible salida de Trump de la OTAN, y también ha mostrado cierto apoyo a las ayudas a Ucrania.

William complementa la lista señalando que “además de Rick Grennell, hay que buscar a Jared Kushner. Y, quizás lo más sorprendente, no sería extraño que Bill Ackerman (multimillonario que donó por mucho tiempo a los demócratas y que esta vez dio su apoyo a Trump) encontrara un papel para sí mismo”.

Para John Pitney, el problema con anticiparse a un posible gabinete reside en que “muchos funcionarios que sirvieron en la primera administración Trump se declaran en su contra. Para empezar, está el vicepresidente (Mike) Pence. Muy pocas personas salieron de esa administración con su reputación intacta. Y la posibilidad de un daño para su futura carrera es un elemento disuasorio muy fuerte”.

El representante Mike Waltz de Florida durante su servicio en Afganistán. Es el primer boina verde que ha sido elegido para el Congreso. Foto: Mike Waltz

Por eso, cree que “Trump no tendrá a los mejores, pero siempre encontrará a alguien que ocupe un puesto. Entre los posibles nombres podría figurar Mike Pompeo (posiblemente como secretario de Defensa o de Estado, señala la prensa local), aunque Trump podría echarle en cara que montó brevemente una campaña presidencial. Pompeo no se declaró en contra de Trump, pero para este, la regla de la lealtad tiende a funcionar en contra de cualquiera que muestre una remota señal de independencia”, cerró.

En el cargo le compiten Mike Waltz y Tom Cotton, coinciden tanto Reuters como Politico. Coronel retirado de las Fuerzas Especiales de la Guardia Nacional con experiencia en el Pentágono y la Casa Blanca, Waltz fue asesor del Trump en temas de seguridad nacional y ha dicho estar abierto a llegar a Defensa. Cotton, por otro lado, estuvo en carrera en 2017, pero finalmente Jim Mattis fue el elegido. Oficial de infantería del Ejército y veterano de Irak y Afganistán, fue uno de los primeros seguidores del mandatario electo, por allá por 2015, y recientemente insinuó cómo lideraría el Pentágono cuando pidió que este fuera más robusto e innovador, recordó Politico.