Dice que han sido días complejos para el Frente Amplio, pero aún así Diego Ibáñez, diputado y presidente de Convergencia Social, la misma colectividad en la que milita el Mandatario Gabriel Boric, está optimista: asegura que lograrán sortear la crisis. Un escándalo desatado tras el destape de los convenios entre el Ministerio de Vivienda y la fundación Democracia Viva, que involucran a militantes de RD y que derivó en una investigación de la Fiscalía por presunto tráfico de influencias, fraude al Fisco y malversación de caudales públicos. Una indagatoria que se ramificó y que tiene al gobierno dando explicaciones.
¿Es la peor crisis que han enfrentado?
Creo que hoy esto es un problema, más que de un sector en particular, es un problema de Estado y debe abordarse su solución de manera estructural para que no se repita esto gobierno tras gobierno. Creo que hay que tomarlo con toda la seriedad posible y extirpar el problema de raíz.
Menciona que esto no se repita “gobierno tras gobierno”, pero el escándalo es en esta administración. El ministro Montes, de hecho, apuntó al gobierno anterior, pero después se retractó. ¿No es querer empatar?
Esto no lo digo como una teoría del empate, sino como una constatación de un aprendizaje de haber estado ya un año en el gobierno y de que es hora de levantar soluciones que estén a la altura del problema estructural. No vamos a dejar que unos pocos manchen nuestro proyecto político colectivo que recién está naciendo, que sigue creciendo y que tiene futuro. Por eso mismo, debemos ser los primeros en ser implacables frente a la persecución de estas malas prácticas. Cuando se trata de nosotros, debemos ser mucho más radicales en combatir estas malas prácticas. Y ojo, que no nos importa este problema porque seamos “moralmente superiores”, porque eso no es así, sino que porque queremos construir un referente político para la gente que se parte el lomo trabajando y ganando el mínimo, que ve por la televisión a un (Daniel) Andrade que se adjudicó millones sin ningún mérito. Eso transmite políticamente que habitar el poder solo sirve para enriquecerse, y así se destruye cualquier confianza con el futuro, y soy muy consciente del daño que para las instituciones públicas provoca este caso.
¿Cree que hay casos puntuales de eventual corrupción o una práctica que se generalizó en este gobierno? Al parecer sería lo segundo.
Yo creo que uno puede afirmar ambas hipótesis. Creo que por un par de fundaciones no se puede satanizar a las miles de fundaciones que existen en Chile que hacen un trabajo en los territorios, pero al mismo tiempo tampoco se debe permitir que la actual regulación no nos dé herramientas para fiscalizar de mejor manera estas colaboraciones público-privadas. Creo que los dos ámbitos son parte de una misma estrategia que debe seguir el Estado para superar este tipo de prácticas políticas.
¿Cómo evalúa la gestión de crisis de La Moneda? En el Socialismo Democrático ha habido críticas al manejo.
Se ha quitado la alfombra para sacar toda la suciedad y se ha actuado con total consecuencia. No aceptamos que se consideren los impuestos de la gente como un botín y se ha hecho todo lo necesariamente inmediato para actuar con la mayor rigurosidad posible. Se sacó a un seremi, se sacó a una subsecretaria, se han enviado antecedentes al Ministerio Público, al Consejo de Defensa del Estado y se han instruido sumarios...
Pero sí ha habido declaraciones confusas del propio Presidente Boric. El ministro de Justicia lo tuvo que salir a explicar.
Nuestro Presidente ha sido lo más transparente posible, no se ha equivocado en las afirmaciones que realizó. Yo no tengo mucho más que agregar de lo que señaló el ministro (de Justicia, Luis) Cordero. El Ejecutivo toma conocimiento de este caso el 16 de junio, donde se adoptan todas las medidas. Previamente, existió el oficio de una diputada que conoció el seremi respectivo, pero no el gobierno central. No tengo ningún antecedente que me haga suponer que alguien supo antes que el propio ministro Montes.
¿No fue un error la intervención del Mandatario?
Cuando el Presidente está trabajando en terreno y la prensa le hace una pregunta, él responde naturalmente con total honestidad. A nosotros nos corresponde anticiparnos y no tenemos que esperar que la prensa llegue para actuar.
En esa misma idea de “anticiparse”, ¿no cometió un error Revolución Democrática en no advertir este flanco? El presidente del partido, Juan Ignacio Latorre, reconoció haber contado con información 10 días antes.
La directiva de RD ha realizado todo lo posible para esclarecer los hechos y ha entregado los antecedentes. Cualquier otro detalle no es algo que como Convergencia Social manejemos.
¿Sigue siendo un interlocutor válido? La presidenta del PS, Paulina Vodanovic, dijo que no.
Yo no quiero caer en la pelea pequeña. Mientras una persona sea presidente de su partido, va a contar con todos nuestros puentes y nuestro diálogo.
En síntesis, ¿está conforme con la gestión de los distintos actores en este escándalo?
Creo que siempre uno puede actuar mejor, y en esto hay que ser muy humilde, muy autocrítico. Cuando se trata de los propios siempre vamos a luchar porque esto se esclarezca lo más rápido posible, porque sabemos que nuestro proyecto político no se puede manchar por estas prácticas, por un puñado de gente que no tiene escrúpulos.
¿Cuánto se hipoteca el futuro del Frente Amplio como opción política?
El Frente Amplio, desde su origen en los movimientos sociales, siempre ha sorteado distintas dificultades. Creo que esta es una situación en el contexto de ser gobierno que vamos a poder sortear. Yo tengo la confianza en nuestra militancia, en nuestro partido, en nuestros órganos internos. No vamos a repetir malas prácticas ni vamos a hacer defensas corporativas de quienes han cometido errores y eventuales delitos.
¿No está en jaque el proyecto político?
En política siempre todo está en jaque. En este caso, tenemos la convicción de que el Frente Amplio saldrá adelante con fuerza.
En el caso de Convergencia Social, ¿han hecho un barrido para ver si tienen situaciones similares a Democracia Viva? Ciper en un artículo dio cuenta de un caso que involucra a su partido.
En ese caso, nosotros no hemos encontrado ninguna anormalidad (...) Por cierto, hemos estado velando día tras día para que las situaciones no ocurran y, como dijo el Presidente Boric, aquí no se pueden poner las manos al fuego por nadie en estos casos.
¿Sienten una responsabilidad mayor -al ser el partido del Mandatario- por encauzar la crisis?
Todos los partidos debiesen tener un imaginario de absoluta responsabilidad con el gobierno, pero sin confundirla con un vanguardismo moralista.
La contingencia ha reflotado las fricciones entre las dos almas del oficialismo (Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad). ¿Cómo ve la convivencia oficialista?
No me voy a hacer parte de las peleas pequeñas que existen. La pelea entre coaliciones es de una mezquindad absurda, que no está a la altura del desafío histórico que es justamente fortalecer el Estado, mejorar sus capacidades de fiscalización y superar la crisis del Estado subsidiario.
Pero en un año y casi cuatro meses de gobierno las rencillas parecen no cesar. ¿Ya es la tónica o todavía se puede subsanar?
Yo soy un convencido de que las actuales coaliciones ya cumplieron su ciclo y es momento de articular una mayoría transversal. Sobre todo en momentos de crisis, uno debe tener la templanza y la humildad para siempre sostener los puentes entre los propios y construir mayoría. Existen ruidos, pero son ruidos egocéntricos entre personeros que hoy deben mirar más hacia otro horizonte que regirse por la dictadura de la contingencia que no nos lleva a ningún lado.
La crítica del Socialismo Democrático muchas veces apunta a que es Apruebo Dignidad, y particularmente el Frente Amplio, quien da los mayores “dolores de cabeza” al gobierno. ¿No están al debe con el Presidente?
Lo bueno de este gobierno es que es una síntesis de trabajo entre distintas vertientes políticas y experiencias. Cuando tú logras las “40 horas” es porque hubo un trabajo arduo entre Mario Marcel y la ministra (Jeannette) Jara. Logramos el acuerdo con las pymes, fue un trabajo muy minucioso entre el ministro (Nicolás) Grau, entre la ministra Camila Vallejo y entre el ministro Marcel (...). Esos ruidos son egos que nos pueden hacer perder el camino de la síntesis entre las distintas experiencias sobre las cuales este gobierno se está sosteniendo.
¿Es necesaria una “cirugía mayor” en el gabinete para sortear la crisis?
Lo señaló la propia ministra Vallejo: eso es una prerrogativa del Presidente. Siempre los ajustes para ser bienvenidos deben ser evaluados sin presiones.
Hay un cierto “encono” de la derecha y de sectores del Socialismo Democrático con el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson (RD), por lo que representa su figura. ¿Cuál es su opinión respecto a su continuidad en el gabinete?
Mientras el Presidente le dé su confianza, siempre vamos a respaldar absolutamente su gestión.
Pero Jackson es quien encarna para esos sectores la arrogancia por parte del Frente Amplio con su recordada frase sobre la escala de valores distinta a la generación política que los antecedió. ¿No hay algo de cierto en esas críticas?
No habito la conciencia de las personas que critican al ministro, no sé cuál será su motivación, pero con respecto al tema de la superioridad moral, hay un libro muy bueno que se llama La superioridad moral de la izquierda, de Ignacio Sánchez-Cuenca (...). La izquierda, cuando se vuelve dogmática de su propia identidad, termina por entender al del frente como un inferior. Cuando el del frente se entiende como un inferior, se renuncia absolutamente a convencer y comienza a imponer. Y cuando se imponen las cosas, nunca se gana la batalla cultural. Esa es la primera derrota de la batalla cultural de la izquierda.
Ese análisis no lo hacía tan claramente el Frente Amplio al inicio del gobierno, en la instalación. Muchos aún recuerdan esta tesis de los “anillos” de poder, con los partidos de la ex Concertación más aislados.
Me da la impresión de que ese análisis es bastante compartido y transversal en el Frente Amplio.
En la oposición dicen que el Presidente no debería ir, en medio de la crisis, a la gira a Europa. ¿Usted qué cree?
El Presidente tomará su decisión, pero para ello tiene varios ministros y varios funcionarios que están trabajando en esto.
¿Hay aprovechamiento en la oposición?
Varios parlamentarios están cayendo en aprovechamiento. No es una posición general, me consta, porque he conversado con muchos parlamentarios, pero hay varios líderes que están cayendo en aprovechamiento y eso quisiéramos que se reflexione más detenidamente.