Michelle Bachelet comenzó la jornada del 8 de marzo -Día Internacional de la Mujer- con una entrevista en el matinal Buenos Días, que tuvo más de dos mil comentarios en Twitter. De ahí partió al acto en La Moneda donde fue recibida como una rock star por las mujeres invitadas y saludada especialmente por Gabriel Boric, quien en su discurso la mencionó entre las mujeres que han marcado la historia de nuestro país. “Muchas gracias por acompañarnos y por tantos caminos que abriste”, le dijo el Presidente generando un fuerte aplauso.
Pasado ese mediodía, Bachelet partió a Rancagua a la conmemoración que hizo la Universidad de O’Higgins -creada en 2015 en su segundo gobierno- donde pronunció un discurso que terminó con gritos coreados por estudiantes alusivos a una nueva candidatura presidencial, según cuentan los asistentes.
De vuelta, Bachelet invitó a su equipo a comer a una picada para “recuperar energías” y continuar con la agenda del 8M en Santiago -cuenta uno de sus colaboradores para explicar la actitud más relajada que hoy tiene la exgobernante-.
Su presencia causó revuelo en la parrillada Alejo’s que a esa hora se encontraba llena y la exmandataria debió sacarse muchas fotos antes de poder sentarse a almorzar una cazuela de ave.
Su agenda cargada de actividades públicas en lo que va de este mes y la publicación de varias de ellas en las redes sociales de su fundación -Horizonte Ciudadano- despertaron una serie de suspicacias. En su círculo estaban preparados para que ocurriera.
“‘¿Por qué está saliendo tanto en televisión?’ ‘¿Quiere volver a ser candidata?’, comenzaron a preguntarnos, junto con recibir un centenar de invitaciones para actividades nacionales e internacionales”, cuentan desde su oficina.
Por ello, esta semana decidió salir a frenar las especulaciones: el lugar escogido fue en un conversatorio intergeneracional de mujeres organizado la tarde del martes por la Fundación Tremendas en el GAM.
Con la misma naturalidad que hace 23 años la catapultó en política, al ser nombrada ministra de Salud por el presidente Ricardo Lagos, la médico socialista aseguró que no será candidata presidencial por tercera vez, pero que seguiría participando en política sin ningún rol específico.
“Por ningún motivo... Dos veces es suficiente”
“Cada vez que me dicen ‘¿y qué va a hacer?’, porque se ponen nerviosos los periodistas, ‘¿y qué va a hacer? ¿Se va a tirar de nuevo a candidata a Presidenta?’. Por ningún motivo. Esa respuesta la tengo clarita. Dos veces es suficiente”, dijo ante la atenta mirada de las otras invitadas sentadas junto a ella en un semicírculo: la vocera Camila Vallejo, la ministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco; la candidata a la presidencia de la Sofofa, Rosario Navarro; la exministra de Agricultura de Piñera, María Emilia Undurraga y la representante del Banco Mundial en Chile, Virginia Brandon, entre otras mujeres destacadas.
- ¿Cuál es el rol que hoy tiene en nuestra política la única presidenta mujer que ha habido en Chile? - le preguntó la organizadora del encuentro, la joven activista medioambiental, Julieta Martínez.
“La gracia que tiene ser expresidente es que uno puede definir las cosas a las cuales quiere dedicarse y no tener a otros planificándote la vida. Y ustedes no saben lo agradable que es eso... Me considero una persona que ama a la gente, a mi pueblo, a las mujeres, a los hombres también claro (risas)... Por lo tanto, tampoco puedo quedarme fuera de todo. No tengo un rol específico y no me interesa tenerlo...”, respondió.
Hecha la aclaración, faltaba que revelara cuál será su espacio en un año en que se discutirá una nueva propuesta de Constitución y que será clave para que el gobierno logre sacar en el Parlamento algunas de sus reformas.
“Si hay intenciones de conversar temáticas que puedan ser de preocupación del gobierno, estoy muy abierta a entregar mi opinión. Si me hacen caso o no es otra cosa. Pero quiero seguir contribuyendo”, dijo.
Cercanos a Bachelet cuentan que está decidida a apoyar a Boric, incluso poniendo su capital político sobre la mesa, para que pueda concretar algunas de sus reformas y terminar su mandato con un buen respaldo ciudadano.
En lo que va de marzo la exjefa de Estado se ha reunido en su despacho en calle Capitán Fuentes 99, en Ñuñoa, con las ministras Antonia Orellana (Mujer), Maya Fernández (Defensa) y Jeannette Jara (Trabajo y Previsión Social). Y con la excanciller Antonia Urrejola en el Minrel.
Está consciente, señalan las mismas fuentes, que el fracaso de su administración es el mejor caldo de cultivo para el avance de una derecha conservadora liderada por el Partido Republicano o una populista encabezada Franco Parisi. Más aún, cuando en la actualidad no existen figuras de izquierda bien posicionadas en las encuestas.
Bachelet ha manifestado su preocupación por el avance de la ultraderecha en América y Europa con “discursos de odio” en temas de género, migración y medio ambiente, justamente las áreas donde ella pretende influir.
“Sé que por la historia de mi vida soy conocida nacional e internacionalmente, entonces, de qué manera puedo yo contribuir en América Latina a apoyar, por ejemplo, a grupos que quieren hacer más acción medioambientalista...”, dijo el martes en el GAM.
Sus redes en el gobierno
En el oficialismo no es secreto que desde que Bachelet anunció su vuelta a Chile en junio de 2022 comenzó a tener una silenciosa y progresiva influencia en el Presidente.
Para muchos su huella estuvo en el cambio de gabinete del 6 septiembre del año pasado con la llegada las ministras Ana Lya Uriarte a la Segpres y de Ximena Aguilera al Ministerio de Salud (ambas muy cercanas). También en el nombramiento de su exministra de Vivienda, Paulina Saball, a cargo de la reconstrucción en las zonas arrasadas por los incendios de febrero.
En el ajuste ministerial del viernes antepasado entraron al gobierno personas cercanas a ella, como Xavier Altamirano en la subsecretaría de Derechos Humanos, otro de los temas centrales para ella.
El exdirector de su fundación tendrá a su cargo el plan de búsqueda de detenidos desaparecidos, una de las iniciativas más personales de Boric y donde espera mostrar avances este año en que se conmemoran 50 años del golpe militar.
A él se suma la subsecretaria de Agricultura, Ignacia Fernández (exPS), quien participó activamente en la candidatura presidencial de Paula Narváez, que el bacheletismo impulsó sin buenos resultados en 2021.
Varios jóvenes que trabajaban en Horizonte Ciudadano han llegado a puestos intermedios en el gobierno, como la encargada del área internacional, Monserrat Macuer, quien se incorporó hace poco más de un mes al equipo de Vallejo en la Segegob.
El avance del nuevo bacheletismo no ha pasado desapercibido en sectores del Socialismo Democrático, como el laguismo, el girardismo y el que lidera Álvaro Elizalde al interior del PS- que han reclamado sus cuotas de poder en el gobierno.
Este año Bachelet también ha tendido puentes con parlamentarios, alcaldes y dirigentes políticos, desde el Partido Comunista y el Frente Amplio hasta Demócratas -la colectividad en formación que lideran sus exministros Ximena Rincón y Carlos Maldonado-, a quienes ha recibido en la casona donde hace unos meses funcionaba el Partido Liberal.
El fallido intento por una lista única de constituyentes
La visita más habitual es la presidenta de su partido, Paulina Vodanovic, con quien mantiene una relación directa y a quien apoyó en enero para que el Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad compitieran en una sola lista en las elecciones constituyentes del próximo 7 de mayo, como aspiraba Boric. Incluso abriéndose a ser candidata si existía una lista de unidad en la centroizquierda.
Sin embargo, las gestiones fracasaron, entre otras cosas, por la negativa del PPD y de algunos dirigentes de su propio sector que vieron con cierto recelo el involucramiento de la exgobernante.
De ahí, quizás, que su apoyo a candidatos constituyentes hasta ahora haya sido muy selectivo.
Según una de sus amigas, Bachelet a sus 71 años -23 de ellos en exigentes altos cargos de poder- no quiere líos políticos y se encuentra dedicando tiempo a su familia en su casa en La Reina junto a Trufa, una perrita border collie que le regaló su amiga Loreto Stambuk.
Si la muerte de su madre Ángela Jeria en junio de 2020 -en uno de los momentos más álgidos de la pandemia del covid- la golpeó muy fuerte, también lo ha hecho -señalan cercanos a ella- la inamistosa separación y disputa judicial de su hijo Sebastián Dávalos y Natalia Compagnon, donde ella no intervendrá.
“Confía en que puedan encontrar una solución que beneficie a todos de manera amistosa”, señalan cercanos a la primera mujer presidenta del país.