Sebastián Piñera votará hoy temprano, junto a Cecilia Morel, en el Colegio San Francisco del Alba, en Las Condes, convencido de que el Rechazo se impondrá en las urnas, como ha comentado a su círculo más cercano.
El expresidente esperará los resultados en su casa, con su familia y algunos amigos y, de cumplirse sus pronósticos, celebrará el haberse sacado un gran peso de encima (no quedar en la historia como el Presidente que abrió el camino a una Constitución que, a su juicio, dividirá al país) que tenía en vilo sus planes familiares y políticos.
Por de pronto, el exmandatario podría terminar su silencio autoimpuesto desde que dejó La Moneda el 11 de marzo y manifestar su postura a favor de un acuerdo político que permita continuar con el debate constitucional para hacer las reformas que el país demandó mayoritariamente en el plebiscito de entrada hace exactos 679 días.
Los tiempos coincidirán con el plazo de seis meses –establecido en la ley- para que los expresidentes puedan salir del país sin pedir autorización al Congreso, por lo que a mediados de septiembre Piñera partiría a un viaje a Croacia y Turquía al que invitó a su familia (incluidos algunos de sus hermanos, hijos y nietos) y amigos. Su intención es agradecerles el apoyo y contención brindados en los momentos más difíciles que le toco enfrentar en su segundo mandato.
“(Piñera) está contando los días para el 11 de septiembre (se cumplen seis meses desde que entregó la banda presidencial)”, cuenta un dirigente de Chile Vamos.
Durante su periplo de dos semanas por la península de los Balcanes se concretará su traslado de oficinas, desde el icónico edificio en Apoquindo 3000 a uno construido recientemente en Vitacura, a metros de Américo Vespucio.
La mudanza coincidirá con una reestructuración de sus equipos, donde sus cuatro hijos -Magdalena, Cecilia, Sebastián y Cristóbal- asumirán más protagonismo y responsabilidades en sus negocios y fundaciones. “Mi papá ha estado preocupado y siguiendo los acontecimientos en el país, y por supuesto recuperando tiempo con su familia, hermanos, hijos y nietos”, cuenta Magdalena, su hija primogénita.
Su proyecto más personal
Mane Piñera agrega que su padre también ha estado ocupado en ampliar la rama filantrópica que ha desarrollado desde hace tres décadas con la Fundación Futuro (dedicada a la educación con especial foco en los profesores), con Mujer Emprende y Parque Tantauco. “Estamos creando una nueva fundación que busca apoyar a niños y niñas vulnerables con necesidades educativas especiales”, anuncia.
La Fundación Piñera Morel -como se llamará- estará dedicada a apoyar a niños con capacidades diferentes y participarán activamente los cuatro hijos del matrimonio. Para mediados de octubre, cuando ya estén instalados en Vitacura, se planea una actividad pública para presentarla, junto al relanzamiento de las otras. Y, de paso, aprovechar de mostrar las nuevas instalaciones.
Andrés Gazitúa, su nuevo hombre de los negocios
Como era lógico, tras su salida de la Presidencia, Piñera retomó sus negocios que se mantenían bajo la figura legal de fideicomisos ciegos, y concretó la postergada salida de Nicolás Noguera, su histórico gerente general, que en mayo pasado cumplió 20 años trabajando para él.
En su reemplazó asumió Andrés Gazitúa, quien esta semana debutó públicamente firmando -como gerente de Inversiones Odisea (family office de los Piñera Morel)- una respuesta para un reportaje de Ciper que denunciaba que en el primer gobierno de Piñera la Corfo había aportado millonarios recursos a proyectos mineros en los que participaría la familia del expresidente.
Nueva “patrulla juvenil”
En el área política, Piñera descartó crear una nueva fundación, al estilo de Avanza Chile (desde donde diseñó su segunda campaña presidencial). Su idea inicial era contar con un equipo para defender cualquier ataque a su administración y reivindicar la salida pacífica a la crisis político institucional que enfrentó en 2019, y también la rápida reacción de su gobierno a la pandemia que ha sido reconocida internacionalmente.
“(Piñera) creía que su administración sería bombardeada por el gobierno de Boric y de sectores de izquierda, lo cual no ha sido tan así...”, cuenta un cercano a él.
Por ahora, el expresidente seguirá trabajando con dos equipos: uno ejecutivo (contratado) liderado por su jefa de gabinete, Magdalena Díaz, y su jefa de Comunicaciones, Carla Munizaga.
El segundo (ad honorem) lo integra un puñado de excolaboradores sub 50, principalmente de la última etapa de su segundo periodo presidencial: Karla Rubilar, los RN Juan José Ossa y Juan Francisco Galli , y los UDI Jaime Bellolio, Rodrigo Delgado y Max Pavez. Todos ellos han entrado y salido de Apoquindo 3000 en los últimos meses con distintas misiones.
Las minutas -y la esperanza- del comando del Apruebo
“Yo no entiendo por qué el Presidente Piñera no se ha manifestado públicamente por el Rechazo”, señaló Felipe Heusser, en su primera entrevista, tras asumir –a mediados de julio- la dirección de la campaña del Apruebo.
Su comentario no era casual. Por esos días, en varias minutas enviadas por el comando a sus voceros, dirigentes partidarios, parlamentarios, alcaldes e influencers, se reiteraba la necesidad de hacer que el expresidente (y José Antonio Kast) se pronunciaran en favor del Rechazo.
Para los estrategas del Apruebo, la salida del exmandatario al ruedo les permitiría atacar el corazón de la estrategia del Rechazo (una campaña liderada por la sociedad civil) y mostrar que era la derecha quien estaba detrás de la cruzada en contra de la nueva Constitución.
“La mayor parte de las organizaciones del Rechazo están ligadas a la derecha y la mayoría es dirigida por expersoneros del gobierno de Piñera. Eso demuestra que es la derecha de Piñera y Kast la que está detrás del Rechazo”, señalaba una de las minutas que se filtró.
A sabiendas de la arriesgada personalidad del empresario, en el comando oficialista apostaban que tarde o temprano saldría a hablar. Y en cierto modo no dejaban de tener razón. Cercanos al expresidente cuentan que hubo un momento en que quiso romper su silencio. Este fue cuando Ricardo Lagos, en un tono republicano, calificó de “partisano” el trabajo de la Convención y se manifestó a favor de buscar caminos que permitieran proseguir con el debate constitucional después del plebiscito. Una postura muy parecida a la suya.
Por esos días, además, su equipo recibía diariamente muchas invitaciones periodísticas y del mundo académico para que explicara su posición ante la elección de hoy.
Evitar, resistir...
Pero contra todas las apuestas, el exmandatario resistió las tentaciones y evitó hablar de la propuesta constitucional y contar su postura al referéndum.
Si para un político no es fácil dejar el poder y mantenerse en el anonimato, para Piñera el esfuerzo fue el doble o el triple, sobre todo cuando ha estado años en la trinchera, cuenta un cercano. Más aún -agrega- cuando escuchaba que su silencio se debía a una instrucción de los presidentes de Chile Vamos. Ahí retrucaba que él, por sí solo, estaba convencido de que la sociedad civil debía ser la protagonista de una campaña en contra de una propuesta constitucional hecha desde la rabia y el revanchismo.
Desde el anonimato, sin embargo, monitoreó de cerca la campaña, apoyando al Rechazo de distintas formas.
En los últimos meses, a la hora de almuerzo y comida, por su despacho y el comendor de su casa en San Damián, pasaron dirigentes y exdirigentes de Chile Vamos y también de la ex Concertación, e incluso del Apruebo. También exembajadores, columnistas, expertos electorales, encuestólogos y parlamentarios, con quienes conversaba -y tomaba nota en un block Colón anillado- del pulso de la trascendental campaña.
En este tiempo Piñera tampoco quiso pedir permiso a la Cámara de Diputados para salir de Chile y se excusó de asistir, por ejemplo, al Sun Valley 2022, en Idaho, evento organizado por el banco estadounidense Allen & Company, donde se codearía con Mark Zuckerberg (Facebook) y Jeff Bezos (Amazon), entre otros magnates provenientes de todo el mundo, para hablar de política, tecnología y economía.
“Hay un grupo de personas que ha tratado de abusar del tema judicial para enfrentar al presidente, por algo tiene 40 querellas desde el gobierno anterior, y el hecho de salir del país en medio de la campaña les iba a dar a esas personas el espacio para salir a pegarle”, señala un exministro.
Pese a las ganas de asistir al exclusivo cónclave de cinco días, Sebastián Piñera volvió a mostrar una fuerza de voluntad que sorprendió a su equipo y a su familia.
Es que el tema judicial y las querellas con que salió de La Moneda -cuenta un amigo suyo-, motivadas por los hechos ocurridos principalmente luego del estallido social y la pandemia, es otro de los temas que le preocupan y a los que ha dedicado tiempo junto a sus abogados. Pero no tanto por los resultados de las investigaciones, señala otra fuente, donde confía en que será liberado de cualquier responsabilidad, sino que por el agresivo discurso de sectores de izquierda que lo asocian constantemente a violaciones a los derechos humanos. “(Piñera) ha reiterado que el país, incluida las policías, no estaba preparado para una revuelta social de esa magnitud, lo que es una responsabilidad del Estado (y de los gobiernos anteriores)”.
Si el plan del dos veces Jefe de Estado se desarrolla según lo planeado, partiendo por el resultado de hoy en la noche, podrá ejecutar su viaje, y recién, durante el último trimestre se sentará junto a su equipo a analizar -una por una- las decenas de invitaciones que ha recibido de prestigiosas casas de estudios y organismos internacionales, como el Club de Madrid.
Al igual como lo ha hecho Ricardo Lagos en la U. de Brown, Piñera no descarta asentarse unos meses en alguna universidad norteamericana y apartarse por un rato de la convulsionada contingencia nacional.