En las horas y días transcurridos desde que quedó claro el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU. ha habido un aumento de interés en el país por las llamadas 4B. Mayoritariamente, las mujeres jóvenes liberales en TikTok e Instagram están compartiendo información sobre el movimiento feminista surgido en Corea del Sur, en el que las mujeres heterosexuales se niegan a casarse, tener hijos, salir o tener relaciones sexuales con hombres.
Etimológicamente, 4B es la abreviatura de cuatro palabras que comienzan con “bi”, que significa “no”, en coreano. Bihon, que alude a la negativa al matrimonio heterosexual; Bichulsan, sin parto; Biyeonae, sin citas, y Bisekseu, no a las relaciones sexuales heterosexuales. Adquirió fuerza en 2016, tras un femicidio en la estación Gangnam de Seúl, en el que el agresor, un hombre de 34 años, afirmó que cometió el asesinato porque las mujeres “siempre lo habían ignorado”.
El movimiento se hizo popular entre mujeres jóvenes de entre 20 y 30 años y es una derivación del movimiento internacional #MeToo. Y aunque prácticamente desapareció de los titulares de los medios surcoreanos en los últimos años, retomó importancia recientemente en Estados Unidos.
“Se difundió principalmente por TikTok. Incluso, antes de las elecciones, el movimiento 4B se presentó a los occidentales, especialmente al pueblo estadounidense. A principios de este año vi muchas publicaciones presentando qué es el movimiento 4B”, afirma Meera Choi, investigadora y candidata a doctorado de sociología en la Universidad de Yale.
“Normalmente asociamos este tipo de debates y discusiones políticas y culturales con Twitter o X, pero creo que TikTok también se ha convertido en un terreno fructífero para abordar estas problemáticas, porque hay muchos jóvenes desencantados, tanto en Corea del Sur como en Estados Unidos, dos poblaciones que tienden a ser mucho más liberales en sus puntos de vista sobre el género, el patriarcado y la misoginia”, explica a La Tercera Nadia Kim, académica de sociología en la Universidad A&M de Texas, cuya investigación se centra en injusticias raciales.
Reacción a elecciones
Trump logró importantes avances entre los hombres jóvenes menores de 30 años, según las encuestas de salida de CBS News. Y en todo EE.UU., las mujeres dicen que están furiosas y hartas después de que la mayoría de sus homólogos masculinos votaran por el candidato republicano, quien fue encontrado responsable de abuso sexual en el caso de la excolumnista E. Jean Carroll y cuyo nombramiento de tres jueces conservadores de la Corte Suprema condujo a la revocación de las protecciones nacionales del derecho al aborto.
Por otro lado, en el país existe una creciente brecha ideológica entre hombres y mujeres jóvenes: las mujeres de entre 18 y 30 años son un 30% más liberales que los hombres de la misma edad, según el Financial Times. Sin embargo, el aumento del interés estadounidense por el movimiento 4B puso de relieve una frustración compartida por lo que muchos ven como un retroceso de los derechos y las libertades de las mujeres, especialmente a medida que los valores conservadores ganan terreno entre los votantes masculinos, explica el diario The Independent.
Aunque la tendencia ha ganado fuerza rápidamente en EE.UU., Katharine Moon, profesora emérita en Ciencias Políticas del Wellesley College, en Massachusetts, es tajante en aclarar a La Tercera que el fenómeno 4B no se trata de un movimiento social consolidado, sino más bien es solo una reacción a los resultados de las elecciones. “Me resulta un poco extraño cómo las mujeres jóvenes estadounidenses han adoptado esto de las surcoreanas. Esto no es aún un movimiento realmente en EE.UU., es solo algo que digitalmente se ha convertido en una curiosidad para mucha gente. Y definitivamente es una reacción a la elección con la victoria de Trump”, enfatiza Moon.
“No estoy convencida de que este sea realmente un movimiento en ascenso entre las mujeres estadounidenses. Conozco algunas publicaciones en las redes sociales, pero aparte de eso, dudo que se trate de un fenómeno real”, cuestiona la académica Ju Hui Judy Han, profesora adjunta de estudios de género en la Universidad de California en Los Ángeles.
Choi también destacó que mientras en Corea del Sur el feminismo popular está más enfocado en la seguridad y la lucha contra la violencia, en EE.UU. este se enfoca más en la libertad de elección y la expresión de los deseos de las mujeres.
El factor económico también es una diferencia importante, asegura Kim. “En Corea del Sur, la diferencia salarial entre hombres y mujeres es la peor de todos los países de la OCDE, es decir, los países industrializados desarrollados. Y aunque la brecha salarial de género en Estados Unidos es grave y la discriminación de género contra las mujeres en puestos directivos superiores también lo es, en Corea del Sur es peor, porque además se le agrega discriminación por edad”, explica.
Ninguna de las expertas consultadas considera tajantemente que el fenómeno de las 4B continuará creciendo a tal nivel de generar cambios en la sociedad. “Trump aprobará muchas leyes antirreproductivas, órdenes ejecutivas antitrans y probablemente negará, vetará o desalentará cualquier proyecto de ley que sea por igualdad salarial. Creo que el movimiento 4B, si tiene suficiente impulso y puede organizar respuestas a ese tipo de políticas antifeministas, recién allí podría generar más interés, compromiso y membresía. Entonces, podría no ser necesariamente una cuestión de tiempo, sino más bien de circunstancias”, concluye Kim.