Hasta que el día que definirá la Aprobación o el Rechazo a la propuesta constitucional de la Convención llegó. Y el Presidente Gabriel Boric vivió la previa a su manera: con reflexiones profundas y reuniones privadas en las últimas dos semanas, en las que conversó con autoridades y referentes de todos los sectores para ver cómo enfrentar el resultado en ambos escenarios. “¿Qué es lo que se espera de mí el 4 de septiembre? ¿Qué señales debo entregar a la ciudadanía?”, les preguntaba el Mandatario.
Uno de esos encuentros fue con el expresidente Ricardo Lagos, con quien se juntó la semana pasada para analizar la contingencia y ver de qué manera proceder para que, pase lo que pase, el gobierno pueda cumplir con su programa.
El foco de Boric durante la última semana estuvo en idear las señales que le entregará al país cualquiera sea el camino que los chilenos decidan tomar. Todo eso en medio de la incertidumbre de los últimos días, marcados por los números de las estimaciones que marcaron una preferencia por el Rechazo hasta el final -lo que obligó al oficialismo a idear un plan de acción en caso de que eso se cumpla- y, por el otro, el optimismo que generó en algunos el cierre de campaña la noche del jueves en la Alameda y la aparición en la franja del Apruebo de la expresidenta Michelle Bachelet. En ese clima, el Presidente optó por encerrarse a pensar en qué mensaje le va a entregar a la ciudadanía y desde el miércoles suspendió todas sus actividades públicas para enfocarse en ese objetivo.
El lunes, en el comité político, Boric dio algunas pistas de cómo va a ser su despliegue y las líneas de su discurso, que esta vez trabajó en gran parte solo, con el aporte de asesores del Segundo Piso como el sociólogo Carlos Durán y sus consejeros cercanos, como el exministro socialista Luis Maira. Parte fundamental del mensaje de hoy será el llamado a la unidad de todos los actores y para eso necesita disposición de oficialistas, pero también de opositores. Y por eso, dice un parlamentario de Chile Vamos, Boric profundizó sus comunicaciones con dirigentes del sector en las últimas semanas.
Para la jornada del domingo el Mandatario citó a su comité político –Izkia Siches, Giorgio Jackson, Camila Vallejo, Mario Marcel y Antonia Orellana– a La Moneda pasadas las 15.00, cuando retorne de Punta Arenas, para tomar las últimas decisiones, monitorear el día y definir los pasos a seguir según los resultados, que podrían estar antes de las 20.00. Mientras que los partidos oficialistas seguirán las votaciones desde el comando de Aprueba x Chile.
Apruebo: tono moderado para poder implementar
Pese a que el Presidente fue uno de los impulsores del acuerdo de donde nació el proceso constituyente, hoy le tocará asumir un rol diferente. Si gana el Apruebo, su foco estará en dar señales de tranquilidad y convocar a grandes acuerdos para implementar el nuevo texto. Un cambio de gabinete, aseguran en La Moneda, es inevitable aun en este escenario.
Si se aprueba la nueva Constitución, lo primero será el discurso. El Mandatario tiene clara la importancia de llegar a acuerdos en el Congreso, porque la implementación será un proceso complejo, por lo que serán fundamentales las señales que dé en sus palabras para todos los sectores. Por lo mismo, se conversó en La Moneda que en el caso de una victoria no habrá un ambiente de celebración en el palacio presidencial -los festejos estarán en el comando- y las palabras de Boric, pese a que fue uno de los artífices del acuerdo que generó el texto constitucional, serán en un tono moderado, lejos de los extremos, llamando a la unidad, y enfocadas en llegar a grandes acuerdos para que el proceso de implementación se lleve a cabo en esa línea.
Para lograr eso, el jueves a las 10 am Boric se reunió en su oficina en La Moneda con el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), y el timonel de la Cámara Baja, Raúl Soto (PPD). En la conversación, el Mandatario recalcó la importancia de trabajar con unidad y de hacer un trabajo tripartito, entre las dos cámaras y el Ejecutivo, para tener mayorías en el Parlamento en cualquier escenario. Si gana el Apruebo el desafío estará puesto en generar mayorías en el Congreso para el proceso de implementación, lo que no será fácil producto de la cantidad de parlamentarios que se manifestaron a favor del Rechazo. También en el encuentro se habló de hacer un anuncio entre los tres el lunes en La Moneda en que se asuman los compromisos con sentido de unidad.
Una de las medidas en las que trabaja el gobierno, desde la Segpres, es en la creación de una comisión de abogados constitucionalistas, del oficialismo y de la oposición, que acompañen el proceso y la ejecución de los compromisos del acuerdo de reformas de los partidos de las coaliciones de gobierno que promovió el Socialismo Democrático, con cambios en aspectos vinculados a la plurinacionalidad, el Poder Judicial y también al sistema político. Pero no será tan fácil, porque el Partido Comunista ya avisó, a través de su presidente, Guillermo Teillier, que los cambios comprometidos están sujetos a lo que diga la ciudadanía. Con ciertos antecedentes en el Socialismo Democrático, hay algo de preocupación con la posible actitud triunfalista que pueda asumir Apruebo Dignidad, lo que podría afectar en las aspiraciones de la centroizquierda para el cambio de gabinete, que debería concretarse la semana que viene. Por eso es que también, apenas cierre su discurso, el Presidente deberá concentrarse en definir su nuevo diseño ministerial, en el que deberá atender las solicitudes de sus partidos: en el Socialismo Democrático esperan equilibrar las fuerzas e ingresar al comité político para llegar al “corazón” del gobierno, donde está la toma de decisiones. Dentro de los cambios más probables están las salidas de los ministros Giorgio Jackson, de la Segpres, e Izkia Siches, de Interior. Ambos podrían llegar a otros ministerios.
También, el Mandatario tiene claro que el cambio de gabinete será fundamental para darle calma al mundo privado ante las señales que pueda mostrar el mercado.
Desde el punto de vista técnico, si gana el Apruebo el Presidente tendrá que convocar al Congreso pleno en los próximos cinco días para que se promulgue la nueva Constitución, la que entraría en vigencia apenas se publique (lo más probable 10 días después). Ahí empezará otro debate: la ejecución de las normas transitorias.
Rechazo: buscar acuerdos para un nuevo proceso
Si vence el Rechazo, el golpe será duro para el Presidente por su vínculo con la Convención y la campaña. El Mandatario conversó con parlamentarios de oposición y líderes del Congreso para llegar a compromisos rápido, como un nuevo proceso constituyente. En el frente interno, deberá administrar las tensiones entre las dos coaliciones de su gobierno.
El lunes, los presidentes de Chile Vamos se reunieron al mediodía para evaluar alternativas y fórmulas para una nueva elección de constituyentes en el caso de que gane el Rechazo. Esos diálogos también los han tenido con dirigentes oficialistas y con el Presidente Boric, quien ha estado activo en su celular conversando con parlamentarios para alivianar los efectos de una posible derrota y así mantener la institucionalidad y credibilidad en su programa de gobierno.
Si gana el Rechazo, el golpe será duro, por el despliegue del gobierno en la campaña por informar sobre el proceso y los cuestionamientos que recibió por eso. Y también porque desde el principio del mandato algunos condicionaron la posibilidad de cumplir el programa a la aprobación de la propuesta.
Entre los congresistas con los que Boric ha conversado están el presidente de la UDI, Javier Macaya, y el diputado Diego Schalper (RN). En esas charlas los representantes de Chile Vamos le han advertido que si quiere llegar a consensos para un nuevo proceso constituyente tiene que invitar a un proceso con todos, que surja desde el Congreso, y que no tiene que nacer de él, sino que desde los partidos.
Los parlamentarios oficialistas más experimentados con los que Boric mantiene diálogos, como los senadores Álvaro Elizalde (PS) y Ricardo Lagos Weber (PPD), también le han aconsejado al Mandatario buscar los acuerdos más transversales posibles.
Por eso, según fuentes de La Moneda, en la preparación del discurso en el caso de que gane el Rechazo, el Presidente tuvo en consideración los consejos recibidos y el mensaje estará centrado en hacer un llamado a los partidos a trabajar con unidad para hacer valer el resultado del plebiscito de entrada del 25 de octubre de 2020, donde el 78,28% se manifestó a favor de un nuevo texto y un 79% a favor de una Convención Constituyente como el mecanismo para escribirlo.
La intención del gobierno en caso de que gane el Rechazo, cuentan al interior de Palacio, es hacer un llamado a iniciar un nuevo proceso constituyente y, para eso, convocar a un acuerdo nacional. En esa línea, Boric espera reunirse el lunes con los presidentes de las cámaras del Congreso, el senador Álvaro Elizalde (PS) y el diputado Raúl Soto (PPD), para anunciar un acuerdo tripartito con las dos cámaras, similar a lo que ocurriría en el caso de ganar el Apruebo. En este escenario, además, no se descarta que haya más invitados para que “la foto” refleje un acuerdo transversal. De esta forma, se generaría una mesa de trabajo que contemple a todos los actores y sectores para recibir propuestas y definir los mecanismos de elección de la nueva Convención. Por de pronto, el Presidente recibirá mañana por la tarde a los líderes de los gremios empresariales.
En la oposición hay quienes plantean que hay que analizar los resultados de la victoria, si es que se da, con calma, porque, dice un parlamentario de Chile Vamos, “no se puede cometer el mismo error del primer acuerdo del 15 de noviembre de 2019, en que varias cosas pasaron coladas por la desesperación de firmar el documento. Si gana el Rechazo, el gobierno estará apurado, nosotros no”. Además, pese a que los referentes de Chile Vamos se han comprometido por trabajar en un nuevo proceso, también hay un sector de la oposición que se opone, como algunos integrantes del Partido Republicano.
Un punto importante es que tal como lo asumió el presidente del Servel, Andrés Tagle, para llevar a cabo una nueva elección de convencionales el gobierno deberá esperar 125 días desde el plebiscito.
Los partidos ya han evaluado alternativas para ver qué fórmula de elección les conviene, donde habrá puntos clave que definir, como la participación de listas de independientes -a la que la mayoría se opone-, los escaños reservados y la paridad, donde casi todos están de acuerdo. Y en los mecanismos analizados para la conformación de la nueva Convención se han estudiado sistemas de votación con listas regionales y también se han analizado listas nacionales, para que los partidos puedan optar por expertos con mayor facilidad.
Pero hay un punto en que el Presidente será enfático en su mensaje a los chilenos: si es que no gana el Apruebo, Boric transmitirá que el Ejecutivo cuenta con las herramientas para gobernar y cumplir con el programa de gobierno, por lo que se buscaría separar la derrota del proceso constituyente. Y para eso, de ganar el Rechazo, en palacio presidencial buscarán alejar al Presidente de la derrota y que La Moneda no se convierta en el escenario de los vencidos. Por ese motivo, no todos los ministros del gabinete fueron invitados a La Moneda y tampoco estarán los presidentes de los partidos oficialistas. En todo caso, hay quienes aún plantean en el oficialismo que si la derrota es muy holgada deberían ir a acompañar al Mandatario en su despliegue. Esa definición, dicen, dependerá del análisis del minuto.
También, para comprometer el cumplimiento del programa, según cuentan en el gobierno, habrá un fuerte trabajo parlamentario. Y un buen punto de partida será la norma aprobada que rebaja a 4/7 los quórums de algunas leyes de la actual Constitución. En esos diálogos tendrán protagonismo los senadores Matías Walker (DC) y Ximena Rincón (DC), impulsores de la medida.
Pero, además, la oposición aprovechará la norma para buscar acuerdos de modificaciones en algunos anuncios del gobierno, como la reforma tributaria, lo que podría transformarse en un elemento de negociación para los acuerdos.
Otro punto clave para dar señales luego de una posible derrota será el cambio de gabinete, en el que Boric continuará trabajando con los resultados en la mano. El triunfo del Rechazo facilitaría la opción de que el Socialismo Democrático ingrese a la toma de decisiones dentro del comité político que hoy domina Apruebo Dignidad, para equilibrar las fuerzas. Aunque en la coalición del Presidente no están de acuerdo con ceder ese espacio de poder.
También se ha analizado entre los asesores del Presidente que si el Rechazo llega a ganar por una diferencia muy grande, es posible acudir a integrantes de mundos más moderados que den cuenta de la necesidad de comenzar a trabajar en unidad y con transversalidad.