Alberto Kohan, exsecretario de la presidencia durante los mandatos de Carlos Menem, hizo una curiosa comparación en una entrevista de radio. “En esa época decían ‘viene Menem, el melenudo ese qué va a hacer’. Y transformó la Argentina, puso la Argentina en el mundo, terminó con los golpes militares, aplicó su autoridad como presidente de la nación. A Javier Milei también lo critican por su aspecto y no por sus acciones”, afirmó.

Por lo visto, entre melenudos llegaron a entenderse. En una reunión en la casa de Carlos Menem, en 2019, el expresidente le habría dicho a Milei que se lanzara en política, y habría sido el hoy mandatario quien respondió: “No, Carlos. La política me aburre”. En distintas ocasiones, el economista había mencionado que, según él, el primer gobierno de Menem (1989-1995) fue uno de los mejores de la historia argentina, e incluso durante la campaña había sumado a su equipo a exfuncionarios de los 90. Y de la campaña, no son pocos los que han saltado al actual gobierno.

“Creo que Milei es menemista en el fondo de todo, porque reconoce lo que Menem hizo. Y tiene condiciones parecidas, al menos en la expectativa”, había dicho Kohan en la entrevista de radio. Carlos Corach, que fue secretario de Legal y Técnica de Menem, ve con buenos ojos a Milei: “Veo la asunción de Javier Milei como presidente con real optimismo. Creo que es un hombre que está demostrando prudencia, sensatez, amplitud de criterio y manteniendo, obviamente, sus propias convicciones y opiniones. Si Milei dijo que es menemista, le daríamos la bienvenida”.

Admiración declarada

Para entender la importancia del “menemismo” en la política de Milei, hay que ir hasta la polémica elección de presidente de la Cámara de Diputados, que tuvo lugar durante este mes, y que casi provoca un quiebre entre el nuevo presidente y Mauricio Macri. Por un lado, La Libertad Avanza solo cuenta con 37 escaños en la Cámara, y el PRO con otros 37. En ese sentido, con los votos solo de ambos partidos es imposible aprobar una ley, y sobre todo teniendo en frente a los 101 diputados de Unión por la Patria.

Carlos Menem y su esposa, Zulema Yoma, saludan a sus partidarios a lo largo de la Avenida de Mayo en Buenos Aires tras su investidura, el 8 de julio de 1989.

Ahí entra Guillermo Francos, exdiputado nacional durante los tiempos de Menem y ministro del Interior nombrado por Milei, que según La Nación sería uno de los “armadores” políticos del libertario, que “operan entre los escombros del sistema político que dejó el terremoto electoral”.

Entre las definiciones clave de la política que se viene para el gobierno está el nombramiento de Martín Menem, sobrino de Carlos Saúl Menem, como presidente de la Cámara de Diputados. El objetivo de escoger este nombre, habría dicho Milei, era evitar “tener un quilombo con Macri”.

Macri había propuesto a uno de los suyos, Cristián Ritondo, pero desde el Ejecutivo no querían dar una figura tan importante a sus aliados, y sobre todo con la cantidad de ministros que ya venían del PRO. Por otro lado, habían propuesto a Florencio Randazzo, un peronista que podía abrir el “juego de alianzas” con el centro y la izquierda en el Congreso. Finalmente, la elección de Martín Menem, militante de La Libertad Avanza, permitía al gobierno mantener la Cámara de su lado y poder, a la vez, negociar con el peronismo.

Una columna en La Nación describía así la escena: “La designación de Menem fue un gesto salomónico de Milei. Optó por el camino que le reclamaban los legisladores electos de La Libertad Avanza, a los que vio por segunda vez el martes a la noche: ocupar los cargos institucionales con los propios, sin atarse las manos de entrada a un pacto de cúpulas. Cristina Kirchner lo ayudó a bajar el martillo cuando tuiteó que el gobierno debe designar a las autoridades de las cámaras que están en la línea de sucesión presidencial. Para ella cuanto menos macrismo, mejor”.

Carlos Menem, acompañado por su esposa Zulema Yoma, saluda desde el balcón de la Casa Rosada, después de prestar juramento como nuevo presidente de Argentina, en Buenos Aires, el 8 de julio de 1989. Foto: AP

El sobrino de Menem no es precisamente un histórico: con 48 años, lleva solo dos de ellos participando en política. En 2021 fue diputado provincial de La Rioja, donde quiso ser gobernador, pero quedó tercero en las elecciones provinciales de mayo pasado. Cinco meses después pudo desquitarse, y arrastrado por el fenómeno Milei, entró al Congreso Nacional tras imponerse en las legislativas de octubre.

El desafío que se le viene, de todos modos, es enorme: desde un partido minoritario, tendrá que convencer a sus aliados del PRO, pero también a gran parte de la oposición, para poder aprobar las leyes que vengan del Ejecutivo.

Eduardo Menem, hermano del expresidente y padre de Martín, comentó al respecto en Perfil: “Martín no tiene experiencia. Pero la gente que tiene experiencia, y que nos ha venido gobernando hasta ahora, ya vimos el resultado que obtuvo. Por eso hace falta un cambio. Él se ha criado conmigo, estuvo muy cerca de la política y era muy allegado a Carlos, que lo quería mucho. Era su compañero de tenis, tanto como gobernador como de presidente. Y lo llevó a un viaje a Estados Unidos a una reunión con Bill Clinton”.

En tanto presidente de la Cámara de Diputados, Menem no solo será la máxima autoridad de la sala: también es el tercero en la línea de sucesión de mando en caso de que falte el presidente, detrás de la vicepresidenta Victoria Villarruel y el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala.

A la luz de los cuatro años que le siguieron, la reunión entre Milei y Carlos Saúl Menem en 2019 adquiere particular importancia. Según han indicado los hijos de Menem a los medios argentinos, en esa comida presidida por el expresidente, el entonces mediático economista lo habría convencido de que estaba para cosas importantes, aun cuando todavía no se había lanzado a la arena política. Respecto a si tenía que participar en política, Menem habría comentado después: “Le dije que se largue nomás. Este chango es más menemista que ustedes”, dirigiéndose a su hija Zulemita y su sobrino Martín, los organizadores del encuentro.

Javier Milei, presidente de Argentina, pasea en un descapotable junto a su hermana Karina el día de su asunción, el 10 de diciembre de 2023. Foto: Europa Press

En su cierre de campaña, Milei no escatimó en alabanzas para referirse al ya difunto expresidente. “En la década del 90 llegó al poder un riojano que, con falencias, volvió a poner al país en la senda del progreso. En esa década no había inflación, el país crecía y las inversiones florecían”, dijo el hoy mandatario.

Los familiares de Menem también están contentos con Milei. “Yo le guardo todo mi respeto, porque reconoce al gobierno de mi padre como el mejor de la democracia”, tuiteó Zulemita Menem, hija del expresidente, que también felicitó a su primo Martín por su designación. “El viejo me decía: ‘El león no se preocupa por la opinión de las ovejas’. Sos el claro ejemplo, te quiero, siempre orgullosos de vos. A seguir poniendo el apellido Menem en lo alto”.

El hermano, Eduardo Menem, se refirió también al nuevo presidente: “Milei está aplicando algunas ideas que había aplicado Carlos, también en situaciones muy difíciles”. Según el equipo de Economía de Milei, hay un inconveniente: se tratará de hacer un “menemismo sin dólares”.

Además de Martín Menem, el mismo gabinete de Milei contiene figuras del menemismo. Por un lado, está el mencionado Guillermo Francos en Interior. En Justicia, la presencia de Mariano Cúneo Libarona trae una “reminiscencia de los 90″: el abogado tuvo su momento de fama durante esos años cuando trabajó en el caso Coppola, un caso que incluyó el allanamiento de la casa del exrepresentante de Diego Armando Maradona y en el que se encontró un jarrón lleno de cocaína.

Colaboradores de Domingo Cavallo, ministro de Economía de Menem, y según Milei “el mejor de la historia”, también ocupan otros cargos en el nuevo gobierno: Daniel Tillard estará a cargo del Banco Nación, en tanto que Joaquín Cottani estará dentro del equipo de Luis Caputo en el Ministerio de Economía.

El presidente de Argentina, Javier Milei, y la vicepresidenta Victoria Villarruel caminan hasta la Catedral Metropolitana para asistir a un Te Deum el día de su investidura, en Buenos Aires, el 10 de diciembre de 2023. Foto: Reuters

En una entrevista a CNN Radio esta semana, el exsenador Eduardo Menem señaló que para él y su hijo Martín, respecto de las iniciativas de Milei “es una obligación moral apoyar sus medidas para que puedan ser sancionadas. Mi consejo para todos los legisladores es que deben tomar conciencia de que Milei subió con el 55% de los votos y con propuestas”.

Recordando el tiempo en que su hermano asumió la presidencia, Eduardo recordó en la conversación: “Cuando asumió el Presidente Menem en 1989, la situación también era caótica y obligó a Alfonsín a declarar el estado de sitio, y hubo que tomar medidas drásticas para enderezar un poco el rumbo”.

Similar al discurso de asunción de Milei, donde aseguraba que los primeros meses serían difíciles, Eduardo Menem señaló: “Nos llevó un par de años superar el arrastre de la hiperinflación hasta que empezaron a surgir efecto las privatizaciones y la convertibilidad, donde pudimos derrotar la hiperinflación y llevamos la inflación a cero”.

En Canal E, el economista Pablo Tigani hizo un paralelo entre lo que caracteriza al “menemismo” y aquello que está haciendo Milei en Argentina: “Yo diría tres grandes líneas: privatizaciones, liberalización incondicional de los mercados y desregulaciones. De esas tres, dos tienen aspectos financieros, pero también legales, y después el resto es una economía de mucho más mercado, creo que es de alguna manera superador de lo que Carlos Menem hizo”.

“Es un país que no es fácil para el banquero analizar, creo que lo que sí va a suceder es que va a subir la tasa de interés, como consecuencia de ponerle un freno a la actividad especulativa con dólares o con títulos dolarizados, teniendo en cuenta que Argentina tiene un problema de dólares importante. La liberación de tarifas que van a impactar sobre una segunda generación va a aumentar de una manera exuberante”, indicó Tigani.

Según el economista, la diferencia entre ambos gobiernos serían matices, “porque en realidad el proyecto de Milei es un proyecto distinto al de Menem, es un proyecto de economías libres y tiene un concepto más superador. Menem al principio, en los primeros meses, dio pasos pequeños, ahora la idea es que se liberen tarifas, tasas de interés y el mercado pondrá los precios”.

El ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, habla con los medios de comunicación cuando sale de la Casa Rosada un día después de la toma de posesión del presidente Javier Milei, en Buenos Aires, el 11 de diciembre de 2023. Foto: Reuters

“La diferencia más grande que hay es que Menem tenía una hiperinflación que arrastraba desde los tiempos de Alfonsín, el país venía hace 13 años con una inflación de tres dígitos, entonces la situación que hereda Milei es mucho más amigable que la que tenía Carlos Menem”, opinó Tigani.

Otro funcionario que formó parte del gobierno de Menem, y de hecho habría sido clave en el armado privatizador de ese período, es el exsubsecretario de Reforma y Modernización Armando Guibert. Se presume, indica Página/12, que es uno de los encargados del diseño del paquete de proyectos de ley que en La Libertad Avanza dieron en llamar “ómnibus” en homenaje a los inicios del gobierno de su idolatrado expresidente, Carlos Menem, en plena crisis de hiperinflación en 1989.

En vísperas de la asunción del mandatario libertario, el periódico señalaba: “Todo indica que el flamante asesor de Milei trabaja junto al equipo del futuro mandatario en los ajustes de ‘primera generación’, un eufemismo que se traduciría en despidos, privatizaciones y desregulación de mercados”. Ese período, que el gobierno de Menem llamó “modernización”, se caracterizó por la modificación de normativas en favor del libre mercado y la desregulación de la economía.

En tanto, otro sobrino de Menem, Eduardo “Lule” Menem, estaría de lleno en el equipo asesor de Milei, luego de que ayudase a La Libertad Avanza con su instalación en La Rioja. Hijo de Munir, uno de los hermanos de Carlos, mantuvo siempre una relación cercana con su primo Martín y con su tío homónimo, quien le abrió las puertas a la política y lo cuidó cuando su padre murió, en 2010.

Entre 1983 y 2005, “Lule” fue el secretario privado del entonces senador Eduardo Menem, que incluso estuvo como titular de la Cámara a lo largo del período en el que el riojano gobernó el país.

Pocos días antes de la asunción de Milei, el diario El Cronista indicó que “Lule” sería el designado por el libertario para ocuparse de la Secretaría Administrativa de la Cámara Baja y comandar la tropa de senadores y diputados libertarios de la provincia de Buenos Aires, desplazando a Carlos Kikuchi, armador nacional de La Libertad Avanza.