El Encuentro Nacional de Dirigentes de Juntas de Vecinos y Organizaciones Comunitarias con la Dirección Nacional del Partido Socialista (PS) que organizó el senador Carlos Montes estaba programado desde hace varias semanas. Pero la controversia surgida esta semana entre el gobierno y el PS por los dichos de la vocera Cecilia Pérez (que acusó a la colectividad de ocultar un supuesto vínculo con el narcotráfico) convirtió el evento en una muestra de fuerza socialista.

A la cita realizada ayer en el edificio del ex Congreso Nacional en Santiago llegaron 400 dirigentes, la mesa directiva que encabeza Álvaro Elizalde, parlamentarios y tres de los presidenciables socialistas: Máximo Pacheco, Óscar Landerretche y el senador José Miguel Insulza, quien previamente llamó a la secretaria de Estado a "evaluar" su permanencia en el gabinete, aludiendo a la pérdida de confianza con el Parlamento.

En ese marco, el timonel PS, Álvaro Elizalde, dijo que a través de la vocera "el gobierno pasó a llevar el respeto democrático". Planteó que el Partido Socialista -que promueve una acusación constitucional contra la ministra de Educación, Marcela Cubillos- ha manifestado su inquietud por la educación y frente a eso el gobierno respondió con un "insulto".

"Yo espero que el gobierno cambie de actitud, porque ante los insultos proferidos por la vocera, al día siguiente el Presidente la avaló. Esa es una mala señal. El Presidente Piñera siempre llama a la unidad, pero no se construye con palabras vacías. Se construye con una conducta consecuente en la materia. Por eso, lamentamos que se hayan respaldado los insultos", agregó el líder del PS.

Consultado por la permanencia de Pérez en el gabinete, Elizalde dijo que "la ministra quedó en una situación compleja, hizo de los insultos una práctica política que es inaceptable en democracia", expresó.

A su turno, la senadora Isabel Allende insistió en que esta semana "se rompieron los límites de la democracia".