Con la llegada de los meses de verano, la Unión Europea (UE) está preparada para inaugurar el jueves su pasaporte Covid-19 para todos sus ciudadanos y residentes, así como también algunas categorías específicas de viajeros de otros países.

Este certificado fue creado por la Unión Europea en un intento por devolver a sus ciudadanos la libertad de viajar, que ha estado frenada por más de un año. A través del documento, la Comisión busca eliminar las restricciones de viaje vigentes en la mayor parte de los países de la región, como las prohibiciones de entrada, la obligación de cumplir con una cuarentena y las pruebas.

Aunque los Estados miembros no están legalmente obligados a implementar la medida, todos ellos ya están en proceso de hacerlo. El pasaporte, que se puede entregar tanto en papel como en formato digital, puede ser de tres tipos, dependiendo del estado del viajero. Así, los europeos pueden utilizar un pasaporte de vacunación, un certificado de prueba o un certificado de recuperación.

El Pasaporte de Vacunación se entregará a quienes hayan completado las dosis necesarias contra el coronavirus, con una de las cuatro vacunas aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que son la de Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y la Janssen de Johnson & Johnson.

En esta foto de archivo del viernes 9 de abril de 2021, una mujer pasa junto a un cartel que representa una escena de la famosa película "Vacaciones en Roma" con Gregory Peck y Audrey Hepburn con máscaras quirúrgicas mientras conducen una scooter Lambretta en Roma. Foto AP

La Comisión también permitió emitir certificados para viajeros vacunados con inyecciones distintas a las aprobadas por la EMA, pero la decisión la toma cada Estado.

Las personas que se hayan contagiado recientemente con Covid-19 y se hayan recuperado también podrán viajar con un certificado de la UE, el que debe emitirse no antes de 11 días después de la primera prueba positiva. Sin embargo, el organismo aclaró que las pruebas de anticuerpos no sirven para obtener un certificado de recuperación.

En la misma línea, todos los viajeros que se hagan un test PCR o una prueba de antígeno rápido y obtengan un resultado negativo, también podrán optar por un permiso. “Se emitirá un certificado por separado para cada prueba y no contendrá ningún dato de certificados anteriores”, dijo la Comisión. La UE aún no ha establecido un plazo común para la realización de estos exámenes, por lo que queda a criterio de cada Estado.

Para el 22 de junio, 18 países de la Unión Europea y el Espacio Schengen estaban emitiendo al menos un tipo de permiso: Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Chequia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Alemania, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Polonia, Portugal, España e Islandia.

El resto de los países de la UE y Schengen -Chipre, Francia, Irlanda, Países Bajos, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia, Liechtenstein, Suiza y Noruega- están preparados para unirse al Pasaporte Verde, mientras que Hungría y Malta aún se encuentran en la fase de prueba.

En cuanto al formato, serán documentos de una página que los viajeros podrán mostrar a los guardias fronterizos en formato impreso o en sus teléfonos. Cada certificado tendrá un código QR único y una firma digital, para evitar su falsificación. Además, se emitirán en dos idiomas, inglés y el o los idiomas oficiales del país emisor.

El esquema estará en pleno funcionamiento el 1 de julio de 2021 y hasta el 31 de junio de 2022. Durante las primeras seis semanas, habrá un período de introducción gradual para que los Estados miembros puedan desarrollar la capacidad de emitir sus propios certificados si no habían podido hacerlo antes de la fecha de inauguración.

La gente camina por la avenida de la playa de Las Canteras el primer día cuando ya no se requieren mascarilla al aire libre. Foto: Reuters

La amenaza de Delta

La inauguración del “pasaporte verde” coincide con la propagación la variante Delta del coronavirus, que fue descubierta por primera vez en India a finales de 2020, que se está expandiendo rápidamente por Europa continental, aumentando el riesgo de un repunte de casos y un retraso en la recuperación económica de la región.

El 18 de junio, el ministro de Salud de Italia dijo que el país exigiría una cuarentena obligatoria de cinco días y pruebas para las personas que vengan de Reino Unido incluso si están vacunadas, por preocupaciones sobre esta variante.

El mismo día, Portugal ordenó un cierre de fin de semana para su capital, Lisboa, para frenar un número creciente de casos, de los cuales aproximadamente la mitad corresponden a la variante Delta.

En Alemania, donde la variante aún es poco común, los científicos esperan que corresponda a la mayoría de los casos en los próximos meses.

Aunque en Francia e Italia la prevalencia de la variante continúa estando por debajo del 5%, se ha duplicado en las últimas semanas, según datos oficiales.

En Reino Unido, la variante Delta ya es dominante, y los expertos estiman que es entre un 40% y un 80% más transmisible que la variante Alpha, que se registró por primera vez en Reino Unido y es, en sí misma, aproximadamente un 50% más transmisible que el virus original originado en la ciudad china de Wuhan a fines de 2019.