Son las 10.15 a.m. del jueves pasado y la alcaldesa Irací Hassler (31) sube -a paso rápido- a su oficina en el segundo piso de la Municipalidad de Santiago, como suele hacerlo varias veces al día, cuentan los porteros, quienes destacan su sencillez.
Viene de una reunión en La Moneda con Gabriel Boric, con quien analizó -y vieron soluciones- a los complejos problemas que afectan hoy a su comuna y sus alrededores, como el comercio ambulante, delincuencia y prostitución, que están a la vista diariamente desde el histórico edificio consistorial en el costado norte de la Plaza de Armas.
Ya instalada en su despacho con la segunda taza de café de la mañana, la edil comunista revela que vio al Presidente “preocupado y ocupado por los profundos problemas de seguridad que enfrenta hoy nuestro país”.
“Fue una reunión muy significativa para enfrentar en conjunto los problemas en educación, de las personas en situación de calle, tenencia de armas y seguridad, que es también la principal preocupación de nuestros vecinos y vecinas. El Presidente está tomando con mucha relevancia los temas de seguridad, cuya solución es fundamental para el desarrollo de los derechos sociales que queremos fortalecer y garantizar en este periodo”, dice Hassler.
Acaban de informar la muerte de Francisca Sandoval, la periodista baleada en el barrio Meiggs el 1 de mayo.
En primer lugar, lamento muy profundamente la muerte de la reportera Francisca Sandoval, producto de un crimen que nos remece como sociedad. Es un hecho trágico, doloroso, gravísimo y como municipalidad interpusimos una querella que ya fue acogida y pusimos a disposición todos los registros de nuestras cámaras para que exista justicia y no impunidad.
A través de Twitter el 2 de mayo usted hizo un “urgente llamado al Ministerio del Interior para combatir el crimen organizado en el sector de Meiggs”, ¿cree que el gobierno no ha hecho lo suficiente?
Es el Estado en su conjunto que durante décadas no ha logrado hacer lo suficiente, y veo que este gobierno que asumió hace dos meses está asumiendo el desafío de la seguridad y combate al crimen organizado como prioridad, con énfasis en controlar la tenencia de armas y recuperar nuestros espacios públicos.
¿Pero existe algún plan para erradicar las llamadas “mafias de los toldos azules” en el barrio Meiggs?
Estamos sosteniendo reuniones frecuentes con la comuna vecina de Estación Central y con el gobierno, a través del Ministerio del Interior, para mantener un trabajo coordinado. Esperamos prontamente tener resultados de investigaciones y en la recuperación de este espacio fundamental para el comercio y para nuestros vecinos y vecinas.
Los errores no forzados cometidos por la ministra Izkia Siches han puesto en duda sus capacidades para encabezar en Interior. ¿Cree que pueda revertir aquello y empoderarse?
Veo a la ministra trabajando en los temas de interés de la ciudadanía, como la Mesa de Recuperación de Espacios Públicos que ella encabeza, y eso es lo que a mí como alcaldesa es lo que más me importa. Espero que más allá de los errores, podamos poner en el centro el avance en el programa de gobierno y la seguridad en nuestro país que, siendo un tema que viene de arrastre del gobierno anterior, es una necesidad imperiosa. Como lo dijo el Presidente, terminó el proceso de instalación y lo importante ahora es avanzar rápidamente en soluciones para las demandas de la ciudadanía.
En un reportaje sobre el barrio Meiggs -publicado aquí el domingo pasado- el concejal de oposición Juan Mena denunció que usted eliminó el Plan Centauro, que en la gestión anterior de Felipe Alessandri se hacía cargo del control del comercio ambulante en conjunto con Carabineros.
Cuando llegamos al municipio el llamado plan Centauro no estaba en ningún organigrama municipal, y lo que hicimos fue formalizar la unidad de fiscalización incorporándolo al organigrama -con la votación del Concejo- para el trabajo en conjunto con Carabineros en la fiscalización del comercio informal, que son quienes tienen las atribuciones. No existe una mano blanda en Santiago, realizamos más de 60 operativos mensuales con más de 400 fiscalizaciones, pero en nuestra comuna y en el país el comercio ilegal creció bruscamente producto de diversas situaciones como la crisis económica pospandemia y la crisis migratoria. Esa es la realidad. Por eso es que junto con la fiscalización, es fundamental la creación de empleo decente. Como municipio hemos puesto a disposición 9.722 nuevos puestos de trabajo en una alianza con cientos de empresas.
¿No es que para una alcaldesa comunista le sea más difícil, como creen algunos, ordenar a la fuerza pública y combatir el comercio ambulante?
Independientemente de las miradas ideológicas que existan frente a este problema, creo que la fiscalización es fundamental. Y como le decía, también creo que hay que enfrentar este tema generando oportunidades laborales como las ferias itinerantes que hoy existen en distintas partes de nuestra comuna. Hay otros comercios que están en la vía pública, como las cocineras, que no tienen ninguna posibilidad de poder desarrollarse aquí.
¿Ha pedido a carabineros sacar las cocinerías del centro?
He ordenado diversas fiscalizaciones para sacar a las cocineras de la vía pública.
¿Pero siguen humeando en las tardes, incluso en el paseo Ahumada?
(Hassler alza la voz por primera y única vez en la entrevista). Siguen en todo Chile. Me imagino que usted sabe que hoy en todo el país hay distintas ocupaciones del espacio público que requieren más fiscalización, pero abordando los problemas de fondo.
Al Presidente y a su sector se le ha enrostrado no haber condenado anteriormente la violencia con suficiente fuerza –en sus discursos y en sus acciones- y ahora están enfrentando las consecuencias. ¿Comparte ese análisis?
Siempre hemos condenado la violencia, pero resolverla no es tan sencillo como condenarla, sino que implica poder resolver problemas de fondo que tiene nuestro país para que exista una mejor convivencia y, como le decía, fortalecer los derechos sociales. Más que ser más o menos duros, este gobierno y nuestro sector tiene muy clara la preocupación de la ciudadanía con la seguridad. La mayoría de nosotros vive en los barrios de Santiago, incluido el Presidente, conocemos su realidad. No veo un complejo de la izquierda con la seguridad, sino que una empatía con el problema y una prioridad.
Esta semana el alcalde de su partido, Daniel Jadue, volvió a criticar al gobierno. Esta vez dijo que a los camioneros se les trata “con guante blanco”.
El alcalde Jadue tiene su estilo propio de plantear las cosas y a mí no me corresponde calificarlo. El PC no es un regimiento con una única voz. Quiero ser clara que con las distintas miradas que tenemos, en el partido existe un compromiso total con el gobierno y hay mucha esperanza en que nos vaya bien en este periodo histórico de cambios. La destacada gestión de nuestras ministras -Camila Vallejo y Jeannette Jara- ha sido un fiel reflejo de ese compromiso. Para nosotros y nosotras es un orgulloso su labor.
Usted junto a varias autoridades actuales, entre ellas, el propio Presidente, fueron parte de marchas y protestas en contra de exautoridades. ¿Es complejo estar hoy al otro lado de las barricadas, por decirlo de alguna forma?
Efectivamente, fuimos parte de manifestaciones importantes en nuestro país que buscaban mostrar la necesidad de cambios que había en Chile, y eso creo que sigue firme en mí y en las distintas autoridades que hoy desde diversas partes seguimos luchando por fortalecer la educación pública, mejores condiciones de vida y por la dignidad y respeto a todas las personas. La diferencia es que hoy tenemos la oportunidad de jugar roles relevantes desde la institucionalidad para que esas transformaciones se vuelvan realidad.
En más de alguna de esas marchas usted se enfrentó a Carabineros y hoy debe pedir a ellos que mantengan el orden cuando hay desórdenes en las calles. ¿Es difícil enfrentar esa dualidad en tan poco tiempo?
Yo nunca me enfrenté a Carabineros, sí me opuse y sigo oponiéndome a cualquier vulneración o violación a los derechos humanos que se puedan generar. Desde la municipalidad trabajamos en comunicación directa y permanente con Carabineros y para todas las convocatorias reforzamos el llamado a que sea pacífica, que no afecte a la comunidad, centros de salud ni a nuestra ciudad, así como al respeto irrestricto de los derechos humanos.
Otros de los problemas que afectan a Santiago son las tomas en los liceos, ¿cómo las enfrentará?
Nuestra tarea es recomponer las relaciones en nuestros 44 establecimientos educacionales después de un periodo en que hubo mucha violencia y falta de diálogo. Para ello, escuchar a los estudiantes es fundamental y he recibido aquí (en la municipalidad) a los estudiantes del Instituto Nacional y me he reunido con muchos liceos y comunidades universitarias. Creo que esa actitud marca una diferencia muy profunda en cómo se había abordado este tema desde un gobierno central y comunal que buscó criminalizar. En mi gestión no habrá carabineros en los techos del Instituto Nacional y tampoco entrando a los colegios. No es un camino sencillo, pero a partir del diálogo hemos generado reparaciones en los establecimientos y un cambio en educación sexual integral, no sexista y ambiental, que son prioridades que han puesto las comunidades educativas sobre la mesa.
Este domingo (hoy) se cumple un año desde que ganó la elección en Santiago. ¿Cuál ha sido el sello de su gestión?
Un modelo de cogestión con la ciudadanía a través de cabildos en los 26 barrios de nuestra comuna que, entre otras cosas, prontamente definirán la inversión municipal prioritaria para cada uno de sus sectores a través de una consulta ciudadana. Tenemos una participación de casi 2 mil personas porque independientemente de sus diversas miradas ideológicas, los vecinos y vecinas quieren tener mejores condiciones de vida. Estoy convencida que el diálogo con las comunidades organizadas es la mejor vía para enfrenar los problemas, le guste a quien le guste.
Si los vecinos del Parque O’Higgins quisieran que el próximo año vuelva el festival Lollapalooza, ¿estaría dispuesta a acorgerlo?
Absolutamente, al igual como estuvimos anteriormente. Recuerde que nosotros convocamos una consulta, y ante la posibilidad de definición de la ciudadanía, los organizadores del evento desistieron.
¿Cómo ve el trabajo de la Convención Constituyente que esta semana entra en su etapa final?
Ha sido un proceso álgido que ha implicado debatir todos los temas del país. Hubo muchas miradas que por primera vez en Chile se les daba la oportunidad de escucharlas, discutirlas y ponerlas sobre la mesa. Veo con mucha esperanza el proceso constituyente y como están quedando los distintos articulados del borrador de la nueva Constitución, como la justicia territorial e igualdad de los municipios. Espero que haya una gran participación en el plebiscito de salida del 4 de septiembre y que todas las personas con información verídica sobre la mesa tomen la mejor decisión pensando en el bien del país.