Desde Concepción monitoreó la votación que se produjo el jueves en la sala de la Cámara sobre tres aspectos que habían tensionado a Chile Vamos en las últimas semanas: la participación de independientes, escaños reservados para pueblos originarios y paridad de género en la convención constitucional. Y fue ese último punto el que -al aprobarse con votos de la oposición, RN y Evópoli- provocó que la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, coordinara con el resto de los parlamentarios gremialistas, a través de un chat de WhatsApp, una decisión que golpeó a Chile Vamos y al gobierno: suspender la participación del partido en la coalición.
"La molestia surge porque hace poco más de una semana tuvimos una reunión en La Moneda con el ministro Blumel y los tres presidentes de partidos, en donde llegamos a un consenso en tres cosas: que íbamos a respetar el acuerdo del 15 de noviembre; que cualquier cosa distinta íbamos a agotar los esfuerzos para poder llegar a un acuerdo entre nosotros antes de tratar de hacerlo con la oposición, y que no íbamos a apoyar ninguna indicación que fuese inconstitucional, es decir, que necesitase el patrocinio del Ejecutivo. Bueno, las dos últimas condiciones no se dieron", dice la senadora. Y agrega: "Es agotador estar con socios que no respetan la palabra empeñada".
¿En esa reunión RN y Evópoli se comprometieron a no apoyar la cuota de género para la composición de la convención?
Se comprometieron a agotar las instancias de conversación para buscar caminos que pudieran ser comunes. El objetivo no son las cuotas. El objetivo es que haya un porcentaje de mujeres electas en la convención constituyente. Bueno, un camino para eso es, por ejemplo, las listas nacionales cerradas, que resuelven de mucho mejor manera la electividad de las mujeres sin poner en riesgo la democracia participativa. Antes de haber llegado a un acuerdo con la izquierda, podrían haberse dado la posibilidad de conversar con nosotros. Tener socios que prefieren hablar con la izquierda antes que con quienes somos parte de Chile Vamos hace que nos preguntemos nuestra permanencia en Chile Vamos.
¿Quiénes eran los responsables de cumplir ese acuerdo que usted plantea?
Evidentemente, los que estuvimos en esa reunión: los presidentes de partidos con el ministro del Interior como testigo.
Cuando usted llamó a Blumel para notificarlo el jueves, le reprochó una incapacidad de ordenar a Evópoli. ¿Qué refleja eso?
Si tenemos un ministro del Interior que, habiendo estado presente en una reunión donde hubo un compromiso que no cumple el partido del cual él es miembro, yo esperaría de él que a lo menos pudiera ordenarlo, decirles que él estuvo cuando eso se hizo y ejercer su liderazgo. Frente a una situación donde ni un solo parlamentario de Evópoli respetó ese acuerdo, no me queda más que pensar que o no ejerció su liderazgo o no lo tiene.
Más allá de este episodio, ¿qué significa para usted que un ministro del Interior no tenga -como usted acusa- ese liderazgo?
Solo estoy constatando un hecho, no estoy haciendo un juicio de valor. Esa es una respuesta que tiene que dar él. Para qué vamos a hacer reuniones en donde vamos a asumir acuerdos, donde ponemos como "ministro de fe" al secretario del Interior, si posteriormente nadie lo respeta.
¿Y el ministro Felipe Ward aquí no existe? Él es el responsable de la agenda legislativa…
Sí, pero esto iba más allá de la agenda legislativa. Era un compromiso político. Y en la reunión que te menciono, no estuvo Felipe.
¿Blumel le ha dado a Ward el espacio suficiente para desarrollar su labor? Uno se pregunta cómo es posible que el jefe de la Segpres no esté en prácticamente ninguna reunión que se ha hecho en las últimas semanas para ver la agenda legislativa frente a la crisis…
Efectivamente, en un comienzo -y lo hicimos saber- nos parecía que Blumel tenía que dejar la Segpres atrás y permitir que cada miembro del comité político ejerciera su función. Y creo que eso se ha ido dando.
¿Por qué tanta resistencia a la idea de fijar cuotas de género en la convención?
Hay que darles todas las facilidades a las mujeres para competir, pero si, ponte tú, salen más mujeres que hombres, nos parece que hay que respetar ese resultado. No podemos alterar la democracia.
La UDI, Evópoli y RN han votado de manera distinta varios proyectos. ¿Por qué esto es tan trascendental que los lleva a ustedes a suspender la participación en Chile Vamos?
Porque creemos que es una muy mala salida. No se da, prácticamente, en ninguna parte del mundo, solo en países asiáticos y africanos. Altera la democracia representativa.
¿Se rompieron las confianzas?
Tenemos que buscar la fórmula para ver si podemos seguir adelante de alguna manera. No ayudan en nada las descalificaciones personales que he visto durante el día. Nosotros hemos manifestado un hecho claro, es decir, esa reunión existió. Hubo ese compromiso. Hay testigos. Si eso no se cumple, para nosotros es bien difícil poder seguir. Cuando nuestros aliados toman decisiones relevantes asustados por el miedo que le tienen a la izquierda o por tratar de hacerles guiños a la izquierda, y después celebran con la izquierda, en lugar de cumplir la palabra empeñada, es bastante complejo poder avanzar. Se han roto las confianzas, y las confianzas no se reparan con facilidad. La próxima vez que tengamos una conversación, voy a tener que grabarla para que no la desconozcan.
Usted no notificó de la decisión al presidente de RN, Mario Desbordes…
No, de la misma manera como él no me notificó que no iba a cumplir el acuerdo.
Ustedes no han hablado. ¿Él no la ha llamado tampoco?
No, me ha insultado por los medios de prensa, pero nada más.
El peor momento de Chile Vamos…
No sé si es el peor, pero si estamos en una coalición que es solo un mero pacto electoral, preferimos tener la libertad de la independencia. Si vamos a ser un mero pacto electoral, prefiero que se sincere.
¿Está diciendo que para la próxima elección podría haber solo un pacto electoral, pero no una coalición política?
Claro. Si lo que vamos a hacer es solo un pacto electoral, bueno, nosotros, que somos disciplinados, vamos a actuar como si esto es un pacto electoral.
¿Pero usted es partidaria de hacer eso?
No, yo no. Por eso no nos salimos de Chile Vamos, a pesar de que muchos en la UDI lo que querían era irse. Creemos que tenemos que repensar cuáles son las condiciones en las cuales podemos estar en un pacto de esta naturaleza, donde en una semana hacemos un compromiso y a la semana lo rompemos.
¿Con el Presidente Piñera ha hablado de esta decisión de la UDI?
Sí, conversé hoy (viernes) con él. Le dije que para nosotros es complejo estar en una situación como esta, porque somos, por naturaleza, un partido que es leal, que es coherente, que respalda, que cumple. Por lo tanto, esta situación en donde las cosas son todas interpretadas, la verdad es que no nos gusta. Le dije que lo vamos a pensar y que lo invitaba a él y a los partidos de Chile Vamos a buscar la fórmula de cómo resolver los conflictos sin incumplir los acuerdos que tenemos.
Poscrisis, La Moneda tuvo que modificar su programa de gobierno, cambiaron las prioridades y los énfasis. Como que se acabó ese programa. ¿Lo comparte?
Sí, lo comparto absolutamente. Yo lo habría cambiado incluso antes. Pero, sí, hoy es distinto y es lo que correspondía hacer.
¿En qué sentido dice que hubiera cambiado antes el programa de gobierno?
Era predecible que la integración (tributaria) para las grandes empresas no iba a flotar. Eran varias cosas predecibles. Habría tomado las decisiones antes, pero está bien que se haya cambiado la agenda de gobierno.
¿Y en el caso de Chile Vamos? ¿También se acabó la coalición, al menos como estaba pensada inicialmente?
Espero sinceramente que no. Espero que esto sirva para poder establecer una forma de funcionamiento que evite que estas situaciones vuelvan a pasar. En estas condiciones se hace difícil mantenernos. Chile Vamos tiene que encontrar la forma de resolver este problema, porque si seguimos así, no vamos a terminar este gobierno como coalición, sino que como un mero pacto electoral.
Si la decisión pasara por usted, ¿cuál sería: quedarse o irse?
Eso no lo voy a contestar, porque no es una decisión que pase por mí. Yo tengo una opinión en esto, pero al contestar esta entrevista, no estoy hablando como persona. No puedo separar el rol de presidenta de la UDI. No quiero que sea interpretado como una decisión mía o, como dijo el presidente de RN, "le hemos dado el gusto en todo a ella". Ese comentario es bastante misógino. Esta es una decisión colectiva y colegiada.
¿Son muchos en la UDI los que quieren irse de Chile Vamos?
No son pocos.
¿Conversaron esta decisión con Andrés Chadwick?
Yo hablé con Andrés.
¿Antes de tomar la decisión?
No, porque no alcancé y era tarde.
Y cuando habló con Chadwick, ¿qué visión le dio él, que viene recién, prácticamente, saliendo del gobierno?
Él piensa muy parecido a nosotros: que hay que hacer los esfuerzos por tratar de buscar la unidad, pero que la unidad no se construye sobre humo, sino sobre confianzas.
O sea, ¿usted dice que Chadwick comparte la molestia?
No sé si la molestia, porque en eso Chadwick es bastante…
Como jugador de póquer…
Exacto. Pero yo creo que él, al igual que todos nosotros, lamenta que esto haya sucedido. Si a nosotros no nos gusta esto. Nosotros siempre somos como los soldados que se quedan defendiendo el fuerte, pero no nos gusta defender el fuerte cuando todos se fueron.
Felipe Kast dijo que él entiende la decisión de ustedes como un mensaje al electorado duro, como una forma de contener ese flanco, aludiendo a la amenaza que significa para la UDI José Antonio Kast. Y Desbordes dijo que "no nos carguen ese muerto a nosotros".
¿Cuál muerto?
José Antonio Kast…
Ah. Nuestro electorado es, más bien, popular. Y la UDI tiene la capacidad de conquistar votos. Lo que pasa es que RN es el que tiene la mayor cantidad de diputados cercanos a José Antonio Kast. Y respecto de Felipe, bueno, no soy yo la que tiene el mismo apellido que José Antonio. Por lo tanto, el que tiene el problema no soy yo (se ríe). Lo que sí, yo pediría un poquito más de respeto, porque Felipe no estuvo en la reunión. Cuando uno exige que se cumpla la palabra y que quien ostenta el cargo de ministro del Interior sea capaz de jugar el rol de garante, no es una pataleta, es una solicitud de respeto. No solo yo, sino que la UDI completa lo merece y lo exige.