“Soy un optimista de los resultados que vamos a tener”, sostiene el líder del Partido Republicano y exabanderado presidencial José Antonio Kast. Lo dice pensando en las elecciones municipales y de gobernadores del 26 y 27 de octubre, donde su colectividad por primera vez compite a nivel nacional. “Hemos ido siempre subiendo nuestros números”, y remata: “Tenemos una tremenda oportunidad y nos hemos preparado”.
¿Qué se juega el Partido Republicano en las elecciones de octubre?
Estamos seguros que donde gane un candidato del Partido Republicano va a haber un antes y un después en cómo se enfrentan las urgencias sociales. Hoy, la principal urgencia es la seguridad, por lejos, un gobernador que esté consciente de ese drama va a actuar de una manera distinta a la que han actuado varios de los gobernadores hasta el día de hoy. Lo mismo los alcaldes, si bien no tienen atribuciones en temas de orden y seguridad, sí pueden complementar sus labores y los recursos que manejan con las instituciones que pueden brindar mayor seguridad a la ciudadanía.
Diría que es una prueba de fuego para su partido...
No me dedico a los análisis, hoy estamos dedicados a hacer la pega, no estamos tan preocupados del qué dirán...
Claro, pero una elección también se trata de ganar...
Estoy optimista de que vamos a tener un buen resultado y que la gente va a reconocer el estilo de hacer política de los republicanos.
¿Entre las expectativas está tomar la posta en la hegemonía de las derechas?
No estamos preocupados de las hegemonías de las derechas, estamos preocupados de que las cosas se hagan. Creemos que tiene que haber diversidad en la política. El nuestro es un proyecto político distinto al de Chile Vamos. Es la ciudadanía la que tendrá que elegir entre estos dos proyectos políticos que tienen base común, pero que se plantean frente al día a día de manera distinta.
¿Y cuál diría usted que es esa diferencia?
En cómo enfrentamos el tema de un gobierno inepto, ineficiente, incapaz. Nosotros estamos siempre claros en esto y vemos que hay otros que de repente tienen dudas. Chile Vamos tuvo en alguna medida dudas respecto a la acusación constitucional (contra Carolina Tohá). Después se convencieron, salvo los dos diputados de Evópoli, de que no hay otro camino para enfrentar a un mal gobierno, a un Presidente que no ha sido capaz de dirigir la seguridad, el orden, el respeto en Chile, que decirle vamos a acusar a su ministro.
En palabras simples, ¿diría que republicanos ejerce un rol opositor más fuerte que Chile Vamos?
La comparación la tendrá que hacer la ciudadanía. Los calificativos le corresponderán a la gente. Ahora hay una gran oportunidad donde la gente se va a manifestar y escoger qué tipo de liderazgo están esperando de los distintos partidos políticos que hoy existen.
Da la impresión de que Chile Vamos no sabe cómo relacionarse con los republicanos. Hay algunos que los ven como socios, otros como adversarios. ¿Cómo ve usted a Chile Vamos?
Los vemos como una realidad política, como un conglomerado importante en la centroderecha tradicional de Chile. Nosotros vinimos a mover este árbol de la política y eso ha hecho que muchos de ellos reaccionen también y se vayan poniendo a tono con lo que la ciudadanía está pidiendo, que es claridad, certeza, coherencia, consecuencia, que en algún momento algunos líderes de Chile Vamos y de la política en general la han perdido.
Por primera vez se van a enfrentar a la posibilidad de gobernar territorios, eso implica muchas cosas, ya no van a estar desde la vereda manifestando críticas...
Nos hemos preparado. Venimos hace bastante tiempo preparando planes de gobierno que pueden ser para un gobierno nacional, regional y comunal. Hemos hecho un trabajo serio, responsable, incluso, en la elección de nuestros candidatos. No sé qué otras colectividades tuvieron cursos de capacitación para sus candidatos o hicieron firmar compromisos éticos. Está claro que no podemos evitar problemas y situaciones críticas. El punto es cómo reaccionamos o cómo vamos a reaccionar frente a situaciones complejas que puedan afectar a alguien que fue electo en la lista de los republicanos.
La experiencia en el Parlamento no ha sido la más feliz con diputados que se han ido, un senador renunciado, vinculaciones de algunos diputados a temas de corrupción...
Uno nunca espera que algún militante o alguien cercano al partido tenga una mala conducta. El tema está en cómo uno actúa frente a una mala conducta y en eso no hemos tenido dudas, no hemos hecho defensas corporativas, no hemos ocultado nada.
En el tema del Consejo Constitucional levantaron dudas sobre el carácter sectario de los republicanos...
Sobre nosotros siempre se hacen caricaturas, que somos de nicho, sectarios, no transversales. Lo que hemos demostrado es que actuamos desde el sentido común y que somos definidos. Si ser definido alguien lo malinterpreta y nos caricaturiza, ya no es responsabilidad nuestra. En estas elecciones, los únicos que muestran quiénes son, somos nosotros. Desafío a cualquiera que haga un análisis de las publicidades de los candidatos y no se sabe de qué partido son. Cuando ejercemos un rol, y sobre todo un rol ejecutivo, no hacemos distinciones de color político. Estoy claro que el alcalde tiene que atender a la gente que tiene pensamiento de izquierda, de centro y de derecha. Este gobierno es sectario, porque atiende más a los delincuentes que a las personas, porque deja que la gente se muera en las listas de espera, porque está destruyendo la educación pública...
Usted se queja de la caricatura y plantea que este gobierno favorece a los delincuentes en vez de a las personas...
Cuando hay más de cien asesinatos al mes y no hay un control de los distintos territorios, no es caricatura. Cuando hay personas que son eliminadas de las listas de espera, cuando más de 40 mil personas se mueren en lista de espera, no es una caricatura, es una realidad. Cuando hay regiones que han estado tres meses en paro, como Atacama, porque diseñaron una mala política pública y no se hace ni siquiera responsable, porque el SLEP (Servicios Locales de Educación Pública) y todas las modificaciones de la educación las hicieron ellos. Es una realidad y hay datos concretos.
¿Cómo va a ser un municipio liderado por un republicano?
En temas de seguridad somos partidarios de que los inspectores municipales tengan algunas atribuciones, que se potencien los patrullajes mixtos. En salud, se puede complementar de mejor manera el trabajo que hacen los consultorios, se puede. En educación, vamos a defender siempre la descentralización de la educación. En el tema de las condiciones de vida, nuestros alcaldes van a ser claros en el tema de la ocupación ilegal de terrenos públicos y el tema del comercio ambulante. Vamos a ser súper duros, porque parte del comercio ilegal es manejado por el crimen organizado.
Usted habla del sentido común y no se me ocurre más sentido común que para derrotar al gobierno la oposición se una. Ustedes no lograron un acuerdo con Chile Vamos ni el resto de la oposición para enfrentar esta batalla electoral...
Lo que pasa es que somos proyectos distintos. Podemos tener bases comunes para enfrentar temas de seguridad, de educación, económicos, pero no necesariamente el mejor resultado se obtiene buscando una alianza a cualquier costo. Le pongo dos ejemplos. El primer ejemplo de los constituyentes, donde fuimos unidos y fue un muy mal resultado, y y hubo otra elección donde fuimos en listas separadas y tuvimos el mejor resultado que alguien podría haber pensado. Sacamos 33 consejeros entre Chile Vamos y el Partido Republicano, 22 de ellos nuestros y 11 de Chile Vamos. Eso es un éxito. No veo cuál es la dificultad de presentarse en listas separadas. Para la elección presidencial fuimos en competencia, pero hubo buen resultado parlamentario. Empatamos el Senado. Eso fue un hito histórico. A veces algunos no dimensionan lo que fue empatar el Senado el mismo año 2021, cuando habíamos perdido casi todas las gobernaciones, el Consejo Constitucional, 80 alcaldías y muchos concejales. Y recuperamos todo eso en noviembre del mismo año 2021.
Es decir, ¿nunca hubo posibilidad de un acuerdo con toda la oposición para enfrentar al gobierno en esta municipal?
Es que no se requería un acuerdo, por ejemplo, en las gobernaciones, porque tienen segunda vuelta. Y tenemos claro que si pasa alguien que sea del sector a la segunda vuelta y al frente tenemos a la izquierda más radical, nuestro adversario está en la izquierda. En eso no nos perdemos.
¿Le cabe alguna duda de que Chile Vamos no va apoyar a republicanos en segunda vuelta?
Si se repitiera la situación que se generó en la segunda vuelta donde yo participé, donde el candidato de Chile Vamos no apoyó, sería lamentable.
Usted me está tratando de convencer de que dos más dos son cinco, en el terreno electoral... Hubo un informe que señalaba que en los gobernadores podían ganar en primera vuelta en varias regiones...
Habría que ver el informe después de las elecciones... En las gobernaciones, no vemos peligro en ninguna de las regiones y veíamos más peligro que fuera en algunos casos solo un candidato de otro conglomerado a que fuera en competencia, porque en este caso la competencia es sana.
Privilegiando más bien su posicionamiento electoral ...
Dos cosas: somos un proyecto político distinto a Chile Vamos y queremos tener mayores posiciones de exposición pública y más republicanos gobernando regiones y comunas, porque creemos en nuestro proyecto. Yo creo en mí. Voté por mí en las últimas presidenciales y espero que todos los republicanos voten por sí mismos. Estamos preocupados de que este proyecto sea lo más extenso posible, porque creemos que nuestras ideas y el planteamiento que tenemos para gobernar les va a hacer bien a las personas. No veo dificultad en decir “oye, es que no le ayudaste a la centroderecha”. Le hemos ayudado mucho.
Lo que pasa es que se podría pensar que una victoria electoral sería más rápida si van de la mano de Chile Vamos...
En la medida en que ellos quieran tomarnos la mano y seguir lo que estamos haciendo...
Usted no quiere tener una relación de iguales con Chile Vamos. Usted quiere tener una relación hegemónica...
No, queremos que se hagan las cosas para que a Chile le vaya bien. En todas las votaciones que hemos realizado ponemos el bien de Chile por delante, no el bien republicano.
¿Usted cree que el caso Audio tiene un efecto electoral en la oposición?
Creo que le trae costo a toda la política, porque las personas toman distancia de aquellos que ven en situaciones de poder y dicen se van a aprovechar, y da lo mismo el color, por lo tanto, es un daño que tiene que ser reparado con aplicación clara de las normas, con leyes que sean justas, pero que se cumplan.
El exministro Chadwick no está imputado de nada aún. Sin embargo, hay una impresión de que su principal operador incurrió en prácticas controvertidas, por decir lo menos. ¿Usted cree que Chadwick pudiera haber estado al tanto de aquello?
No lo sé. No tengo que juzgarlo yo. Lo tiene que juzgar un tribunal. Lo está investigando un fiscal y él tendrá que dar cuenta de sus acciones. Lo que él tiene que hacer es transparentar todo y creo que fue una buena decisión que renunciara a la UDI. Creo que fue tarde, porque obligó al conglomerado a hacer una especie de defensa corporativa y eso genera tensión interna.
Explíqueme, ¿por qué no fue un fracaso para los republicanos la acusación fallida contra la ministra Carolina Tohá?
Porque en todos los discursos los parlamentarios dijeron “hay una crisis de seguridad”. Entonces es evidente que la persona que está a cargo de la seguridad no cumplió con su tarea. Cada vez que el Presidente sale a decir ‘estoy haciendo la pega’, ratifica que no lo está haciendo. Cuando uno hace la pega no necesita autoaplaudirse. Pusimos en evidencia una situación que nadie se atreve y teníamos claro que no tenemos mayoría en la Cámara. Los diputados de gobierno y algunos supuestamente de oposición decidieron apoyar a una ministra política. No se la jugaron por la gente y es la ciudadanía la que va a votar.
Hasta el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, dijo que esto había sido amateur...
Cada uno se hará cargo de sus dichos. Yo no ando pronunciándome por lo que él dice en sus conferencias de prensa cuando se entera de que renuncia alguien a su partido. Ahora él tenía el derecho a votar en contra. ¿Cómo la votó? A favor. Si votó a favor, encontró que era razonable y prudente esta acusación constitucional. Que no le hayamos pedido permiso... Por qué tengo que pedirle permiso a alguien para hacer el trabajo que nos corresponde hacer a través de nuestra bancada.
¿No cree que han abusado de las acusaciones constitucionales?
No, no nos hemos equivocado. La ministra anterior se tuvo que ir, el ministro Jackson se tuvo que ir, el ministro de Educación, que no lo acusamos nosotros, se tuvo que ir, la ministra de Justicia, se tuvo que ir. O sea, de las cinco acusaciones, cuatro ministros se han tenido que ir...
Pero no se fueron por acusaciones constitucionales...
Se han ido porque han hecho mal la pega y visualizamos eso. Si el gobierno abusa de su posición y polariza la situación, bueno, a la oposición no le queda otro camino.
Usted ha tomado nota de que su liderazgo presidencial se ha ido debilitando según las encuestas...
Uno ve las encuestas y la gente se entusiasma o se deprime. Yo no, sigo trabajando en terreno, conociendo la realidad, acompañando a quienes van a representar a los republicanos. Las encuestas son un dato de la causa, pero que no me influyen en el trabajo que estoy haciendo.
¿Y a qué atribuye la baja?
Las personas evalúan las situaciones de acuerdo al momento que están viviendo, a la aparición en los medios de comunicación, a circunstancias puntuales, pero aquí queda mucho tiempo para una elección presidencial. Si los republicanos miráramos las encuestas habríamos votado igual que Chile Vamos en muchas materias y lo hicimos de una manera distinta. Y al final, ¿qué premió la ciudadanía? Una línea clara, coherencia de decir las cosas por su nombre, no tratar de tener siempre la misma postura que tienen las encuestas.
¿Es una posibilidad que usted sea nuevamente candidato presidencial?
Yo creo que bastante alta. Si fuera por mí, sería candidato y me inscribo mañana. Yo digo, a mí me encantaría ser Presidente de la República, pero es el partido el que tiene que nominarme. No me puedo autonominar. Espero que me nominen, pero todavía no estamos en tiempo de eso.
Sería su tercera incursión presidencial...
Así es, la tercera es la vencida, dicen.
¿Y si no es la vencida es la última vez?
Sí, pues. No sería candidato por una cuarta vez.
Le iba a decir que iba a parecerse a ME-O...
No, podría haberme parecido a Allende, y estoy lejos de parecerme a Allende, porque amo a mi patria.