Los últimos jueves y viernes de febrero, mientras la mayoría de los políticos disfrutaba sus últimos días de vacaciones, José Antonio Kast citó -en distintas tandas- a la sede del Partido Republicano a los 72 candidatos a consejeros constitucionales para que se tomaran las fotos junto a él que acompañarán sus campañas en todo Chile.

En la casona de Las Condes, Kast recibió a los candidatos con maquilladora, fotógrafo, camarógrafo y distintos espacios, desde el tradicional set fotográfico a una terraza encarpada y una bandera chilena gigante. Ambas jornadas terminaron con un cóctel, al que se sumaron diputados y dirigentes de la joven colectividad que en junio cumple cuatro años.

La idea era que los postulantes al órgano -que deberá redactar un proyecto para una nueva Constitución- tuvieran el mismo material audiovisual para iniciar este miércoles sus campañas en redes sociales y en terreno.

“La figura de Kast y la marca Republicano serán las principales armas para conquistar el corazón de los votantes”, señalan en la colectividad, donde apuestan a que la obligatoriedad del voto los favorezca.

El concepto de la campaña será el prefijo Re, de Republicanos, que, según explican, significa reconstruir, recargar, pero también rechazo y resistencia. Agregan que engloba otros conceptos que serán utilizados en la campaña, como reciclaje, regionalización y, aunque no lo expliciten, el reinicio de una nueva aventura presidencial del líder y fundador de la colectividad, cuya primera batalla será el próximo 7 de mayo.

Para explicar la relevancia que estos comicios tienen para Kast -aunque él y su partido no apoyaron un nuevo proceso constituyente-, una persona de su equipo cuenta que el excandidato no tomó vacaciones en el verano y en febrero continuó recorriendo el país “incansablemente”, reuniéndose con sus nuevos candidatos, como se puede apreciar en los Twitter, Instagram y Facebook de varios de ellos.

Y aunque le “picaban la manos” por ir a las regiones afectadas por los incendios que partieron el 4 de febrero, optó por no hacerlo, para que no se prestara para malas interpretaciones o acusaciones de uso político de la tragedia, cuenta un dirigente.

Lo que está en juego

Aunque el nuevo presidente del partido, Arturo Squella, y el jefe de campaña, Martín Arrau, aseguren que el objetivo de la elección es defender sus ideas en la nueva Constitución, varios dirigentes reconocen que los comicios de mayo tienen otro sentido estratégico igual de relevante: competir a Chile Vamos en todo el país y disputarle la hegemonía de la derecha. De ahí la negativa a ir en una lista junto a la UDI, RN y Evópoli replicando la exitosa alianza de la campaña del Rechazo en el plebiscito de septiembre pasado.

“Está elección es muy importante para consolidar nuestro crecimiento y liderazgo ascendente en el sector y, por supuesto, para enfrentar con más fuerza y convicción a la izquierda en la nueva Convención, marcando posiciones que impidan repetir el desastre ideológico que fracasó en el proceso anterior”, reconoce el diputado republicano Cristián Araya.

“Más que la hegemonía de un sector o partido, en esta elección estará nuevamente en juego el recuperar la tranquilidad, seguridad y crecimiento de Chile”, advierte Arrau.

“La defensa de nuestras ideas va a ser con mucha más potencia de la que hemos tenido hasta ahora”, advierte el senador Rojo Edwards, dejando entrever que estos meses endurecerán su postura en el Parlamento, lo que podría arrinconar a la UDI y al sector más duro de RN.

En la UDI no esconden su preocupación ante la competencia de los republicanos desde Arica a Magallanes. Y recuerdan que hasta días antes de la fecha para inscribir las listas en el Servel (6 de febrero) intentaron -sin éxito- pactos de omisión en algunas regiones.

Desde la directiva gremialista aseguran que en la campaña mantendrán sin ningún complejo y con fuerza la línea -más dialogante y más liberal- que ha marcado la gestión del senador Javier Macaya (ver entrevista en págs. 18 y 19) y desde ahí enfrentarán el “conservadurismo” republicano.

Resaltarán, por ejemplo, que el triunfo del Rechazo se debió en gran parte a los compromisos que ellos adquirieron con la ciudadanía para continuar con un nuevo proceso que “entierre” la Constitución de 1980, y al trabajo con otras fuerzas políticas como Amarillos, Demócratas y sectores de la ex Concertación, y no al silencioso rol de los republicanos en la campaña anterior, en que Kast -al igual que el expresidente Sebastián Piñera- debió marginarse por motivos estratégicos.

Chile Vamos también marcará la “contradicción” que hay en ser el partido que lleva más candidatos en un proceso electoral del cual nunca estuvieron de acuerdo e intentaron torpedear hasta último minuto.

Desde el partido de Kast responden que el hecho de haberse opuesto a un nuevo proceso constituyente “es un gran activo” para ellos en esta campaña, ya que más de la mitad de los chilenos no era partidario de una nueva convención.

Y el experto electoral de Republicanos, Emiliano García, recuerda que ni Evópoli ni Renovación Nacional estuvieron disponibles a pactar con ellos, y que el haberse abierto a conversar “habría generado un impacto más negativo que positivo” para ambos.

Las apuestas republicanas

La apuesta del partido de la estrella blanca -que emula el escudo del Capitán América- es obtener al menos cinco consejeros constituyentes. Los más optimistas hablan de seis e incluso siete representantes.

Las fichas de Kast están puestas en un puñado de candidatos, la mayoría de su círculo de confianza:

-Antonio Barchiesi (Valparaíso). Exsecretario general y fundador del partido, es hermano de la diputada Chiara Barchiesi.

-Macarena Bravo (RM). La cientista política, quien se presenta como “hija de un papá feriante y de una mamá asesora del hogar”, es una de las grandes apuestas de Kast más allá de esta elección.

- Luis Silva (RM). Abogado y académico de la U. de los Andes, veía con buenos ojos ir en una lista con el Partido de la Gente.

-Sebastián Figueroa (O’Higgins). Actual director de Acción Republicana, el brazo operativo de Kast.

-Ricardo Ortega (Maule). Excomandante en jefe de la Fach durante Bachelet 1.

-Héctor Urban (La Araucanía). Hijo del agricultor René Urban, cuyo fundo en Victoria ha sido atacado varias veces por grupos radicales.

-Beatriz Hevia (Los Lagos). Exasesora del exministro Economía de Piñera 2, Lucas Palacios, es apoyada por el diputado Harry Jürgensen (ex RN).

Desde la tienda advierten que la obligación de que una mujer encabece cada lista en el voto podría potenciar a varias de sus candidatas, como María de los Ángeles López (Valparaíso), María Gatica (Maule), Cecilia Medina (Ñuble) y Patricia Spoerer (Biobío), y dejar afuera a alguno de los favoritos.

“Lo más probable es que el Partido Republicano crezca mucho. Si pasamos de un senador electo en 2021 a cinco asientos en el consejo, quieran o no reconocerlo (en Chile Vamos), cambiará la correlación de fuerzas en el sector”, dice Rojo Edwards, quien recuerda que los convencionales se elegirán de la misma forma que se escoge el Senado, es decir, 50 cupos en 16 circunscripciones.

Su par de RN Manuel José Ossandón también cree que los republicanos crecerán, pero no a costa de su partido, sino de la UDI. “Creo que Republicanos ya se comió a la UDI y eso se va a demostrar el 7 de mayo. La derecha más tradicional, que ha visto a sus dirigentes negociando con Boric y con los socialistas, no apoyará a sus candidatos”, sentencia el senador, el gran damnificado por el pacto UDI- PS que el año pasado lo dejó fuera de la presidencia del Senado.

Desde la UDI, sin embargo, confían en su nómina de postulantes, “mucho más competitiva” que la de sus adversarios republicanos, que llevan nombres poco conocidos por los electores, lo que en una campaña corta como esta les podría jugar en contra.

En Republicanos reconocen que se optó por “no quemar las naves” en esta elección y apostar por hombres y mujeres jóvenes, la mayoría profesionales que en sus regiones han combatido la inseguridad que existe en el país, pero que efectivamente -en su mayoría- no son personajes públicos.

La idea -confirman- era guardar nombres para las municipales del próximo año y para las parlamentarias de 2025. Ello, considerando la cláusula que inhabilita a los actuales candidatos a competir en una elección en los próximos tres años. De no haber existido este impedimento -señalan-, el propio Kast hubiese sido candidato por La Araucanía, como era su plan inicial.

Pero lo que sus adversarios ven como un pasivo, para la diputada republicana Chiara Barchiesi es su ventaja. “Apostamos por nuevos liderazgos, con ideas frescas. Chile Vamos, en cambio, fue a buscar a la vieja guardia, con algunos (políticos) que lo hicieron bien y otros mal, pero que ambos son parte del problema actual y no pueden ser parte de la solución”, señala, en referencia a exparlamentarios que van de candidatos, entre ellos Jorge Ulloa, Carlos Recondo y Edmundo Eluchans, de la UDI, y Luis Valentín Ferrada, Gonzalo Ibáñez y Mario Ríos, que compiten como independientes en la lista de RN.

Pero los dados ya están echados y el expresidenciable -que perdió con Boric en el balotaje- está dispuesto a poner todo su capital político en esta elección, recorriendo el país sin pausa, desde el 14 de este mes, donde parte en La Araucanía, hasta el cierre de la campaña, el 4 de mayo.

¿Qué pasa si el líder republicano no logra sacar cinco constituyentes y su partido es ampliamente superado por Chile Vamos?

“Se perdió una batalla, pero no la guerra”, responden en Republicanos. Y agregan que las elecciones municipales del 27 de octubre de 2024 serán el duelo que definirá la presidencial que viene, como ha ocurrido hasta ahora.