Sabiendo que muchos dirigentes y analistas estarían en sus partidos o en distintos medios de comunicación, Sebastián Piñera invitó personalmente a más de 40 excolaboradores y amigos a esperar en su oficina -en Avenida Vitacura- los resultados del plebiscito constitucional, la tarde del domingo 17 de diciembre.
Contra lo previsto, esa tarde llegaron más de 30 personas, por lo que fue necesario abrir la terraza y encender más televisores.
En un distendido ambiente -con sushi, pizza, champaña y otros tragos-, exministros y ex subsecretarios de su segundo y complejo gobierno -Isabel Plá, Emilia Undurraga, Jaime Bellolio, Juan José Ossa, Max Pavez, Alejandro Weber, Cecilia Pérez, Gerardo Varela y Juan Francisco Galli, entre otros- vieron en directo el veloz conteo de los votos en el que el “A favor” -la opción que había defendido Piñera- fue derrotada por un 55%.
Piñera -relatan algunos invitados- no se mostró sorprendido ni inquieto con el resultado. Las mismas fuentes agregan que tenía muy claras tres lecturas que planteó esa noche indistintamente a sus invitados, separados en varios grupos.
La primera, es que la centroderecha perdió una gran oportunidad de haber zanjado bien el debate constitucional, que no se volverá a repetir.
La segunda, que republicanos confundió una Constitución con un programa de gobierno, aunque también les asignó una gran responsabilidad a los consejeros de Chile Vamos. “Aunque eran sólo 11, pudieron haber hecho la diferencia y no la hicieron”, comentó, de acuerdo a lo que recuerdan presentes.
Y lo principal fue que el sector debía mantener la unidad hacia adelante, a pesar de la derrota.
La semana después del plebiscito, el exmandatario partió junto a su esposa, Cecilia Morel, sus hijos, hermanos y nietos de vacaciones a Punta Cana, aprovechando una invitación a pasar la noche del Año Nuevo, junto a otras figuras internacionales, desconectado de Chile y su contingencia política.
Desde allá se enteró de la carta suscrita por 30 figuras de la centroderecha -entre ellos, varios de sus exministros presentes en su oficina la noche del 17D-, en la cual responsabilizaban a los republicanos de la derrota en el referéndum.
Miembros del núcleo cercano al expresidente, como su exasesor Cristián Larroulet, se comunicaron con los artífices de la carta -entre los que se encuentran los exministros Gonzalo Blumel e Ignacio Briones, de Evópoli-, para plantearles que estaba bien plantar una bandera, pero que no se podía escalar las críticas hacia republicanos.
El mismo mensaje transmitió Piñera, al llegar a mediados de semana a Santiago, donde tuvo una maratónica ronda de reuniones en su despacho. Este es, que Chile Vamos tiene que tener una identidad propia, marcarla de forma “fuerte y clara” y no girar en torno a republicanos. Lo que no significa, sin embargo, ir al choque con el partido de José Antonio Kast. Al contrario, ambos proyectos -ha planteado el expresidente- tienen que ponerse de acuerdo ahora para enfrentar al oficialismo este año electoral, en el que coinciden las municipales y de gobernadores (en octubre).
En esa línea, Bellolio -exvocero, quien es una de las exautoridades de gobierno más cercanas a Piñera, explica: “Chile Vamos y el Partido Republicano son proyectos políticos distintos, pero que tienen que poder convivir con sus diferencias y suscribir pactos electorales, lo más amplios posibles, para generar gobernabilidad. Expresar sus diferencias no puede significar un conflicto”.
“Conversamos con él (Piñera) permanentemente sobre diversos temas. Él es un líder importante en el sector y su principal interés es promover la unidad del sector”.
Gloria Hutt, presidenta de Evópoli.
El exmandatario había planteado la importancia de cuidar el tono incluso semanas antes del plebiscito, cuando se juntó a comer con unos 15 exministros en el Club Providencia, invitados por la alcaldesa Evelyn Matthei. En esa cita, tanto Matthei como Piñera coincidieron en que, independientemente de los legítimos cuestionamientos al rol de republicanos en el proceso constituyente, había que evitar un cobro de cuentas sobre la base de los compromisos electorales que vienen. Y aunque hubo duros enfrentamientos la primera semana posplebiscito, estos fueron amainando progresivamente.
El exgobernante no cree que el camino de la centroderecha sea “sacudirse el lastre conservador que encarna el Partido Republicano”, como lo señaló hace unas semanas el rector de la UDP, Carlos Peña. Y tampoco “deshacerse” de Kast, como dijo Eugenio Tironi.
Si en agosto planteaba a La Tercera que “Chile Vamos debe aspirar a una gran alianza desde la derecha republicana a Amarillos, Demócratas e independientes”, hoy su apuesta va un poco más allá: suscribir lo más pronto posible una “declaración de principios básicos” que incluya un acuerdo programático y un compromiso para escoger al candidato presidencial del sector a través de primarias presidenciales. Un aspecto no menor, considerando que Kast ya advirtió al resto de los partidos de la derecha que será candidato por tercera vez y que no está dispuesto a participar en primarias.
Unidad municipal y en el Parlamento
-Usted es el único candidato que hoy dobla a la actual alcaldesa Irací Hassler y recuperar este municipio es uno de los grandes desafíos del sector.
Con esa seguridad, hace algunas semanas, en un encuentro en su oficina, Piñera le comentó al RN Felipe Alessandri que “al final del día” se vería obligado a competir por Santiago en las municipales. Y es que una de sus principales preocupaciones es que la derecha -incluyendo a republicanos- negocie de forma unitaria para la elección que se celebrará en octubre de 2024.
Alessandri es uno entre muchos otros dirigentes al que Piñera ha invitado a conversar sobre esos comicios. También lo ha hecho con Karla Rubilar, quien aparece como una de las cartas favoritas para mantener Puente Alto en manos de la oposición, ya que Germán Codina no puede ir a la reelección. Y con Cecilia Pérez, otra de sus excolaboradoras cercanas, que hoy corre con ventaja para competir en La Florida -Rodolfo Carter tampoco puede repostular-.
A ellos y a otros les ha señalado que es indispensable competir con un solo candidato a alcalde del sector, que él se la jugará por eso y que los apoyará firmemente en la campaña municipal.
“El expresidente ha transmitido que va a respaldar a Chile Vamos en las elecciones de manera bastante decidida y colaborar en todo lo que pueda para que nos vaya bien”, señala el diputado de RN Diego Schalper.
“Más que un bloque de derecha, creo que el expresidente Piñera aspira, igual que muchos de nosotros, a ampliarnos a los sectores más moderados”.
Frank Sauerbaum, jefe de la bancada de diputados de RN
“Conversamos con él (Piñera) permanentemente sobre diversos temas. Él es un líder importante en el sector y su principal interés es promover la unidad del sector”, señala Gloria Hutt, presidenta de Evópoli.
No obstante, en el piñerismo creen que la eventual amenaza de republicanos de competirle a Chile Vamos en todo el país es una “pistola de agua”. “Primero, porque no tiene gente, y segundo, porque el costo que tendrían que pagar, si lo hicieran, es demasiado alto”, señala un exministro, si bien otros calculan que la tienda fundada por Kast sí podría ganarles -y por lejos- en la elección de concejales.
Cercanos al exmandatario cuentan que Piñera posee información electoral actualizada con datos de las últimas elecciones en cada municipio del país. También tiene informes de la gestión de los alcaldes y una completa demoscopia de las principales comunas del país, especialmente las que podrían ser recuperadas por su expartido, RN, como Copiapó, Ñuñoa, San Miguel, Cerrillos y Puerto Montt.
“Tiene una radiografía completa de cada una de mis comunas, donde tenemos más posibilidades de ganar y recuperar municipios”, cuenta Marcia Raphael, diputada de RN por Aysén. Piñera -agrega- le envió el miércoles toda la información con las fechas claves del calendario municipal, como el plazo para inscribir candidatos en RN (20 de enero) y la fecha final para inscribir candidatos a primarias (9 de abril).
Pero también ha urgido a su sector a mantener la unidad en el Parlamento ante el debate de las reformas impulsadas por el gobierno.
Para el próximo jueves, en esa línea, fueron invitados a una reunión en su oficina los jefes de las bancadas de diputados de Chile Vamos Frank Sauerbaum (RN), Guillermo Ramírez (UDI) y Francisco Undurraga (Evópoli) para analizar la tramitación del pacto fiscal, de la reforma de pensiones y de salud, y para “conocer y organizar” la agenda de los proyectos que el gobierno del Presidente Gabriel Boric tiene para este 2024.
“La idea es analizar la planificación legislativa del año, para actuar en una unidad permanentemente que nos permita ir ampliando a los sectores más moderados”, señala Sauerbaum.
El exsubsecretario de Hacienda de Piñera 2, Alejandro Weber -otro de los políticos que hoy forman parte del núcleo cercano al expresidente- señala que el exmandatario está abierto a apoyar buenos acuerdos con el gobierno: “Estoy seguro que respaldaría buenos acuerdos en seguridad pública, crecimiento económico, salud y educación. Lo que ocurre es que las reformas del gobierno, tal como están, no son buenas para el país”, señala
Piñera y su entorno llegaron a la convicción, señalan fuentes cercanas al exmandatario, de que sólo un acuerdo instrumental, al estilo de la Concertación de Partidos por la Democracia, les permitirá lograr una cohesión en el Parlamento para enfrentar como bloque al oficialismo e impedir que La Moneda logre dividirlos.
Según cuentan diversas fuentes, el exgobernante suele recordar que una de las claves que a él le permitió llegar a La Moneda por segunda vez fue la unidad del sector en torno a su candidatura y la coordinación que se produjo entre la UDI, RN y Evópoli en el Congreso, en 2016 y 2017.
De ahí su interés de ayudar a buscar esa anhelada unidad política.
Justamente, el apoyo municipal que ha puesto al servicio de eventuales candidatos, su activa participación en diversos chats (con sus exministros, ex subsecretarios y parlamentarios) y su activo protagonismo en Instagram han provocado -otra vez- suspicacias en la derecha.
No son pocos los que creen que el exgobernante no desaprovechará la oportunidad de postular por tercera vez a la presidencia, si es que se le llegaran a dar las cosas.
“Me parece legítimo que él (Piñera) intervenga, opine y coordine, como uno de los líderes de la coalición. Yo creo que él quiere ser candidato, estoy convencido de eso”, afirma Mario Desbordes, expresidente de RN.
El tema se ha conversado informalmente al interior de RN, reconoce un dirigente territorial. Pero Karla Rubilar descarta completamente una tercera candidatura de Piñera: “Él nos lo ha dicho en todos los tonos que lo único que quiere es ser un buen expresidente”.
“Él nos lo ha dicho en todos los tonos que lo único que quiere es ser un buen expresidente”.
Karla Rubilar, exministra
Su activa agenda internacional
En forma paralela, Piñera tiene planeada una intensa agenda internacional para este año, que incluye su participación en varios encuentros internacionales. Ya confirmó su asistencia a un foro sobre protección del medioambiente y crisis climáticas en Surinam y a uno sobre tecnologías y emprendimientos en Estados Unidos. Además, tiene contemplado hacer clases en una prestigiosa universidad y realizar exposiciones en varias otras más.
Además de esas actividades, el exmandatario preside el Grupo Libertad y Democracia, en el cual participan 22 expresidentes o presidentes en ejercicio de Iberoamérica del ala de la centroderecha, tales como Mauricio Macri y Mariano Rajoy, y que este año tienen como prioridad el seguimiento de elecciones en México y en Venezuela.
Rubilar agrega que Piñera busca que Chile Vamos tenga más proyección y presencia internacional, por lo que está invitando a parlamentarios de la coalición a participar en distintas instancias en otros países.