El primer día de campaña, Yovana Ahumada se despertó nerviosa. Antes de decidir ser candidata a diputada por Antofagasta se declaraba “antipolítica”, se dedicaba a la venta de seguros y sólo había votado en las dos elecciones en las que le tocó ser vocal de mesa. Al Partido de la Gente había ingresado enganchada por un link de Facebook y solo participaba de forma virtual. Por eso, la mujer de 48 años tenía muchas dudas: no sabía si los electores la escucharían en la calle.

Ese 22 de septiembre la primera persona que se le acercó fue una vecina. Ahí se dio cuenta de que la gente que pasaba de largo con los demás candidatos a ella sí se le acercaba y de que era la única que podía estar con la polera de su partido, el de Franco Parisi, en pleno centro de la ciudad. “Yo soy la candidata, la de la foto”, les decía orgullosa, bajándose la mascarilla para comprobar su identidad. Entonces entendió que ser una completa desconocida podía ser una ventaja en esa elección.

–Al principio mi marido me decía ‘no entiendo por qué le pones tanto corazón a esto’. Pero apenas iniciamos la campaña nos dimos cuenta de que no era una ilusión óptica. La gente llenaba las caravanas y nos escuchaba, se sentía representada y cercana a nuestras propuestas. Llegamos a rincones donde nadie más lo hizo. Alguna gente lloró al sentirse escuchada, porque la sensación de abandono es muy grande- dice Ahumada.

Encontrar los motivos por los cuales a Franco Parisi (54 años) le fue tan bien en la primera vuelta presidencial (12,8%) -sin haber puesto un pie en Chile durante la campaña- puede ser un caso de estudio. Y dilucidar por qué en Antofagasta, una región que históricamente vota por la centroizquierda, obtuvo la primera mayoría es difícil de explicar. En las calles la gente dice que tiene rabia, que está cansada y que se siente abandonada. Por eso buscan ser escuchados y en las últimas elecciones han apostado por una renovación de la política tradicional. Su voto no es antiinmigración, ni tampoco de un sector político. Aquí sus seguidores han votado por la izquierda y la derecha, votarán Boric y votarán Kast. La gracia es que Parisi, literalmente, conectó con ellos.

La diputada electa Yovana Ahumada. Foto: Magaly Visedo

Paula Celis, diseñadora de 36 años, también estaba nerviosa el primer día de su campaña para ser consejera regional (Core). Sentía la misma curiosidad que cuando decidió apretar un link que decía “si me siguen, entren a este grupo” en el Facebook de Parisi.

A Celis le gustaban las ideas del economista desde su primera candidatura presidencial en 2013. Por eso entró en el link. Ahí, ingresó a uno de los dos grupos de WhatsApp transitorios que tenían los adherentes al PDG. En esas conversaciones empezaron a crearse otros subgrupos reducidos con militantes del partido, que poco a poco se empezaron a llenar.

El encargado de los grupos de Facebook fue el ingeniero en telecomunicaciones Jaime López, de 34 años, quien empezó a hacer videos sobre Parisi en 2012. Cortaba frases que le gustaban, realizaba flyers virtuales y difundió información del candidato en redes sociales. Así siguió por años, hasta que en 2019 decidió ingresar al Movimiento de la Gente, que se constituyó como el PDG el 26 de julio de 2021.

–Aburrido de los abusos contra nosotros, la clase media, decidí salir de la sombra de los computadores para ponerme a disposición– explica el ingeniero.

Hoy, en la Región de Antofagasta hay 17 páginas de redes sociales del partido, incluyendo TikTok, Instagram, Facebook y Twitter. Al principio las publicaciones llegaban a 100 personas, pero en los últimos días de la campaña cada una tenía un mínimo de alcance de cinco mil personas. En esas páginas surgió el link en el que entraron los militantes por primera vez y que luego pasó a ser la “familia” del PDG, que tiene más de cuatro mil militantes en la región, según Vilma Esquivel, jefa de campaña de la organización. Según los datos del Servel, el 30 de septiembre el partido tenía 43.570 militantes.

Entre las redes sociales y el trabajo territorial, las propuestas de Parisi se empezaron a masificar. López explica que las dos frases que hacían más sentido en las redes sociales eran: “No más izquierda y no más derecha”.

Pero Parisi quiso llegar más lejos. Unas semanas antes de la elección, José Miguel Latorre (43 años) recibió un mensaje en su cuenta de Twitter. Era Parisi invitándolo a un live. ‘Déjame tu cel’, le dijo el candidato. Latorre es conocido en Antofagasta: tuvo el primer programa de política en radios locales y sigue siendo recordado. Además cuenta con 115.023 seguidores en Facebook y una cuenta de Instagram que recibe más de 10 mil visitas por video. En ellos, llamó a votar directamente por Parisi y también por sus amigos Pedro y Jaime Araya (senador y diputados elegidos por la Nueva Mayoría). Antes había trabajado en la candidatura de Alejandro Guillier.

Aunque eso era antes. Ahora su bandera de lucha es el cuarto retiro y está seguro de que el rechazo de la medida en noviembre fue el golpe final para que la candidatura de Parisi obtuviera la primera mayoría en Antofagasta en la elección presidencial.

–Acá la gente busca a quién escuchar, porque busca desesperadamente a personas que se hagan cargo de sus problemas, y Parisi, pese a que estaba lejos, los escuchó–, cuenta el asesor comunicacional.

Por eso, el domingo 21 de noviembre los resultados no sorprendieron a los militantes del PDG, ni a sus rivales. Ahumada salió electa como diputada, Celis y Carolina Moscoso fueron elegidas consejeras regionales, y Franco Parisi obtuvo la primera mayoría de la ciudad, con 36.236 votos (29,6%).

–Se sentía al escuchar a la gente en la calle y es un voto de protesta, porque se sienten abandonados por los sectores políticos y tenemos que ser autocríticos en eso. Antofagasta produce riqueza, pero no se ve reflejado en el desarrollo de las comunidades– reconoce el senador Pedro Araya.

Carolina Moscoso fue elegida consejera regional en Antofagasta.

El votante Parisi

El stand donde se orquestó la campaña del Partido de la Gente estaba en el Paseo Prat, el más transcurrido en el centro de una ciudad que está dividida entre un norte emergente y un sur que concentra el poder económico. También está partida por una línea del tren, que marca diferencias entre los que están cerca del mar y los que viven en los cerros.

En el norte de la ciudad, Parisi alcanzó su mejor votación.

Ahí, sobre la línea del tren, está la Villa Los Copihues. Entre el calor que sofoca, el polvo que no deja respirar y los hoyos de calles eternamente en reparación, la gente se cansó de esperar.

Mariela Espinosa, parvularia de 42 años, es la secretaria de la Junta de Vecinos e hizo campaña, pese a no ser militante.

–Parisi no estaba y fue al candidato que más vimos, a través de las redes y de los militantes de su partido. No sé si habrán venido los otros candidatos, pero no los vi. En cambio, Parisi nos escuchó. Tenemos muchos problemas, es cosa de ver los pasajes, los hoyos en las calles, el polvo, para darse cuenta de nuestro abandono–, detalla la parvularia, quien además es dirigenta de la Junji.

Hace un año, Espinosa tuvo una trombosis cerebral. Cada sesión con el neurólogo le costaba $ 50.000 y, en marzo, se tuvo que hacer un examen. Si se lo hacía en Antofagasta, costaba $ 1.300.000, mientras que en Santiago, donde se lo realizó finalmente, terminó gastando $ 350.000.

–Era así de caro, porque los exámenes de aquí los mandan a Santiago, por falta de implementos. Ese es el nivel del centralismo en Chile–, reclama Espinosa.

Mariela Espinosa es la secretaria de la Junta de Vecinos de la Villa Los Copihues y votó por Parisi.

María José Ossandón es nutricionista, tiene 30 años, y ha sido testigo de los problemas en la salud de la ciudad. Diariamente trabaja en consultorios y casas de las poblaciones más vulnerables, con adultos mayores. Según relata, la situación es realmente precaria, al punto de que algunos tienen que vivir con mil pesos al día, y eso que, asegura, Antofagasta es muy caro.

–Hay mucha rabia. Piensan que todos los de acá somos mineros y que podemos vivir como ellos. Por eso voté por Parisi, porque no nos perjudica como los demás, que solo piensan en Santiago y no conocen la realidad de Antofagasta. La mayoría de mis amigos jóvenes votaron por Parisi–, dice Ossandón.

Para el sociólogo de la Universidad de Antofagasta Pablo Camus, en el norte de la ciudad las ideas de Parisi tomaron fuerza porque es gente emergente que busca nuevas alternativas. Antofagasta, dice, no es un territorio que responde a itinerarios tradicionales. Por eso, explica, la última elección municipal la ganó el alcalde independiente Jonathan Velásquez, quien transmite a través de redes sociales y se hizo conocido en medios regionales.

–La gente está disconforme, porque lo que la región produce no tiene nada que ver con lo que recibe. Somos una ciudad dolida– asegura Camus.

En los testimonios de los votantes de Parisi muchos repiten la misma metáfora: “Somos la billetera de Chile y recibimos migajas”. Y las propuestas del PDG que más los motivaron fueron las que apuntaban directamente a su región: trasladar el Ministerio de Minería a la ciudad, potenciar las pymes de mujeres o abrir nuevas zonas francas en el norte.

–Escuchó a la gente, porque tenía ideas que hacían sentido en las personas. Recuerdo que la primera vez que hablé con él me dijo: “Ustedes son mejores que yo, brillan más que yo, son más inteligentes que yo”–, recuerda Paula Celis.

Magdalena Díaz, emprendedora de 58 años, votó por Parisi por las oportunidades que les ofrecía a los medianos y pequeños empresarios, pese al hecho de que el candidato mantiene una deuda de $ 207 millones por pensión alimenticia y una orden de arraigo decretada por el no pago. Pero Díaz optó por no creer.

La diputada electa Yovana Ahumada recuerda que debió responder esa pregunta varias veces en el stand del PDG y que para eso usó su propia historia familiar: fue criada hasta los nueve años por una madre soltera y cuando tuvo a su primera hija también debió pelear por la pensión. Pero ella, explica, exigía entre $ 20 mil y $ 40 mil. Por eso, cuando escuchó los montos de la demanda de Parisi sintió que había una profunda desconexión con el Chile real. Y los argumentos de su candidato la convencieron,

–Franco, a través de sus abogados, nos explicó que él sí pagaba, pero que lo demandaron por un aumento.

Los votantes también defendieron a Parisi a partir de su biografía.

–Muchos decían lo de la pensión, o por qué Parisi no está en Chile. Pero esos son los problemas de la clase trabajadora de nuestro país. Por mí, que si tenía que trabajar, que llegara a gobernar el 11 de marzo–, comenta Emilio Gómez, un conductor de Uber de 36 años.

Gómez se encantó con las propuestas de Parisi a partir de las charlas que dio en Antofagasta en 2013. Tras eso, votó por él en las elecciones de fin de año, donde también tuvo un buen resultado en la ciudad: obtuvo 21.922 votos, y fue la segunda mayoría en la ciudad, con el 21,91%.

Emilio Gómez (a la izquierda) y Rolando Opazo (a la derecha, junto a su sobrino), votaron por Parisi.

¿Boric o Kast?

El miércoles 24 de noviembre, Yovana Ahumada volvió al lugar donde inició su campaña, para agradecer a sus electores. Caminó por el Paseo Prat y dobló en la feria de la calle Matta, donde el espacio está saturado por feriantes que luchan palmo a palmo por un lugar para poder vender.

Una de ellas es Rosa Maureira, de 56 años, quien reconoce que votó por Parisi, pero que no sabe a qué parlamentarios eligió. Tampoco sabe ninguna de las propuestas del candidato. Pero quiso expresar su rabia.

–Mira la mierda en que vivimos, todo sucio, mira a las madres pidiendo plata con sus hijos en las calles. Y nadie se hace cargo–, dice la comerciante, quien asegura que en segunda vuelta votará por José Antonio Kast, porque le preocupa la inmigración.

Su compañero Cristián Riquelme, a pesar de tener las mismas motivaciones para elegir a Parisi en primera vuelta, ahora votará por Boric, porque no le gusta la ultraderecha.

Solo un par de los transeúntes reconocieron a Ahumada en su trayecto. La pregunta que le hicieron fue obvia: ¿Por quién votarás en segunda vuelta?

Pero la diputada electa se mantiene firme con la postura que Parisi anunció hace unos días, que es esperar a realizar una consulta ciudadana del partido:

–Me da pena la gente que luchó tanto y ahora estamos amarrados entre dos extremos.

Para entender lo que podría pasar en el balotaje de diciembre, el comunicador José Miguel Latorre realizó varias encuestas privadas en sus redes sociales. La mayoría respondió que anulará o que no votará, pero también notó una leve inclinación hacia el candidato del Partido Republicano.

De todas formas, asegura Latorre, ya dejaron de mirar esta elección. Su foco ahora está en el 2026:

–Estoy seguro de que Franco Parisi será el presidente de Chile.