“Diego, te pido disculpas por el error... no hay mala fe”. Eran las 12.56 de ayer sábado cuando el jefe de asesores del Segundo Piso de La Moneda, Miguel Crispi, le envió un mensaje por WhatsApp al diputado de RN Diego Schalper.
“Aclárenlo, entonces”, le respondió el parlamentario.
Y es que minutos antes, cuando ya habían transcurrido más de dos horas de su alocución ante el Congreso Nacional, el Presidente Gabriel Boric, quien anunció el ingreso de un proyecto de ley de aborto libre, lo que provocó que nueve parlamentarios de oposición se retiraran del Salón de Honor -Agustín Romero, Miguel Mellado, Eduardo Durán, Miguel Ángel Becker y Leonidas Romero, Gustavo Benavente, Henry Leal, Francesca Muñoz y Sara Concha- pidió que se dejara de hacer ruido en la sala para continuar. Pero lo hizo emplazando directamente al legislador: “Diputado Schalper, déjeme continuar”.
El llamado de atención de Boric molestó profundamente al parlamentario RN, quien estaba escuchando con atención el discurso. “Presidente Boric está bien que me tenga presente como opositor firme y constructivo, pero debo señalarle que se equivocó en esta alusión. Yo no estaba sentado siquiera para donde miró”, escribió Schalper, a las 13.02, en su cuenta de X.
Para el diputado las excusas en privado de Crispi no fueron suficientes. Y así, como ese episodio, pasaron otros desapercibidos (algunos no tanto) durante la tercera cuenta pública del Mandatario, quien -en casi tres horas- justificó el cambio de prioridades de su administración y entregó varios gestos a su coalición base -entre ellos lo del aborto libre-, que provocaron el malestar de la oposición. E incluso de la DC, partido con el cual el oficialismo comparte pacto electoral de cara a las elecciones de octubre de este año.
De hecho, el presidente de ese partido, el diputado Alberto Undurraga, estaba sentado al lado de su par del PS, Paulina Vodanovic, cuando Boric anunció el proyecto de aborto. Sin pensarlo mucho, Undurraga le expresó su malestar a la timonel socialista. En paralelo, otros diputados de la DC conversaban sobre las consecuencias del anuncio. Entremedio se le escuchó decir a Eric Aedo, pese a que nunca el falangismo se ha declarado parte del gobierno, que “fue una invitación a irnos a la oposición”.
El emplazamiento de Boric a Schalper, en todo caso, no fue el único. El Mandatario también apuntó al diputado Sergio Bobadilla (UDI), a quien le dijo: “No señor, no mienta”. Esto, luego de que el legislador gritara: “Son empleos públicos”, cuando el Presidente habló de la creación de 500 mil puestos de trabajo.
Las horas previas
A las 17 horas del viernes 31 el Presidente Gabriel Boric cerró sus actividades en La Moneda y se dirigió al Palacio de Cerro Castillo. Allí -junto a la ministra del Interior, Carolina Tohá- se concentró en los últimos ajustes a su tercera cuenta pública, consciente de la relevancia de fijar ahora las enmiendas clave -aunque fueran polémicas- para los dos años que le restan de gobierno. Porque la evaluación al interior de su equipo es que lo que no se haga ahora, simplemente no se hará.
De ahí que incluyera temas valóricos -como el aborto y la eutanasia-.
El Mandatario se quedó trabajando hasta la madrugada con Tohá y su staff, por lo que solo alcanzaron a dormir unas horas antes de arribar al Congreso Nacional.
La jornada había partido tranquila. Con el regreso de la tradicional fotografía oficial del Presidente y sus ministros y ministras en el Palacio de Cerro Castillo, actividad que había sido suspendida por los aforos de la pandemia. No obstante, el Covid siguió pasando la cuenta. Y la afectada fue la propia ministra de Salud, Ximena Aguilera, quien fue la única de los 24 secretarios y secretarias de Estado que no pudo estar presente, por estar aquejada por este virus.
A diferencia de otras oportunidades, hubo una escasa presencia de gente en las calles porteñas y en las afueras del Congreso Nacional. Pues -según se confidenció- no hubo convocatoria de los partidos, por estar concentrados en las primarias del próximo domingo 9 de junio. Tampoco asistieron los expresidentes de la República (Michelle Bachelet se había excusado la noche del viernes por un estado gripal). También se disculpó Cecilia Morel, viuda del expresidente Sebastián Piñera, y hubo una veintena de bajas a nivel parlamentario.
Sí estuvo la familia del Jefe de Estado, en las tribunas, donde se ubicaron su hermano Simón, su pareja, Fiona Bonati, y su hijo, León; su hermano menor, Tomás, y su padre, Luis. A quien no se vio fue a la pareja del Jefe de Estado, Paula Carrasco, que algunos especulaban que podía asistir.
Capítulos especiales tuvo también la recepción de Boric por las comisiones de reja y de pórtico. La senadora de la Región Metropolitana, Fabiola Campillai (independiente), quien se había inscrito para estar en ese espacio, se restó, por sentirse -según dijo- “decepcionada de este gobierno”, al que acusó de haber olvidado sus compromisos en materia de derechos humanos y garantías de reparación a las víctimas del estallido social.
Iván Moreira, senador de la UDI, le regaló un pin de una bandera chileno-palestina. “Lo hice por su compromiso con la causa de libertad del pueblo de Palestina y defensa de los derechos humanos”, dijo el parlamentario, quien el viernes -para el “Día del Completo”- se había juntado en La Moneda con el Mandatario y la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, para discutir sobre la reforma previsional.
El momento más emotivo fue el encuentro del Presidente Boric con la diputada independiente del Comité del Frente Amplio, Mercedes Bulnes -esposa del abogado Roberto Celedón-, quien el miércoles pasado socializó que fue diagnosticada de cáncer. No solo la abrazó, sino que le besó las manos.
Una de los hechos que llamó la atención, fue la reaparición del fundador del Partido De la Gente (PDG), Franco Parisi, quien se encuentra en Chile -según ha dicho- para respaldar a los candidatos de esa tienda en las elecciones del 27 de octubre. Su vuelta a la escena política la aprovechó para anunciar primarias en su partido con miras a la Presidencial 2025 y no descartó que ese abanderado sea él. Sería la tercera vez que incursiona a La Moneda. Antes lo hizo en los comicios de 2013 y de 2021.
Tampoco pasó inadvertido que dirigentes del Frente Amplio -entre ellos Diego Vela y el diputado Gonzalo Winter- llegaran vistiendo corbata. Mientras que el diputado Jorge Durán (RN) -en un momento- lució dos poleras. Una que rezaba “No es antigabrielismo, es antichantismo”. Y, otra, con la leyenda “Cuenta pública o cuenta cuentos”.
El último en arribar al hemiciclo (a las 11.16 horas) fue Diego Ibáñez, presidente de Convergencia Social, el mismo partido del Jefe del Estado.
A las 11:05, el Presidente Boric ingresó al Congreso, en medio de aplausos. Lo hizo con sobriedad, sin saludos con la mano en alto. Su discurso se prolongó por dos horas y 45 minutos, y, tal como se había adelantado, fue más corto que el de 2023, que se extendió por 3 horas 36 minutos.
En su intervención tuvo varios capítulos en los que elevó la voz. Uno de ellos fue justamente al anunciar un proyecto de aborto legal y al decir que pondrá urgencia a la iniciativa de eutanasia. Dos medidas que -según la oposición- las dirigió a su electorado.
El error de la página web
Justo cuando comenzó el discurso, la Secretaría de Comunicaciones (Secom) de La Moneda difundió un link con un resumen de los anuncios. Sin embargo, lo hizo tan anticipado que generó revuelo y todos se enteraron, antes que el propio Boric anunciara, que en su tercera cuenta vendría el proyecto de aborto libre. Rápidamente empezaron las críticas en la oposición y se perdió el impacto del anuncio presidencial.
Además, junto con subir la información de la rendición de cuentas, La Moneda estrenó un logo especial, el que tiene tres flechas que apuntan hacia arriba. Tampoco pasó desapercibido en el logo el guiño a Carabineros. Al costado, pusieron la fotografía de una funcionara de la institución.
Sin embargo, dado que se estaban conociendo los anuncios antes de que los dijera el propio Mandatario, el gobierno optó por bajar la publicación. “Fue un error haberlo subido antes”, transmitieron.
Durante el discurso también ocurrieron otros episodios. En las tribunas se levantó un cartel pidiendo el indulto presidencial para Kathy Hurtado, quien -según sus abogados y la Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres- en 2018 asesinó a su exmarido Richard Aravena en defensa propia.
También se alzaron banderas palestinas cuando Boric anunció que Chile se sumaría a la demanda ante la Corte Internacional de Justicia contra Israel.
En paralelo, la oposición se organizó por redes sociales, donde acusaron que la gran omisión del discurso fue que el Presidente no hizo alusión al asesinato de los tres carabineros en Cañete. Y la UDI activó el Hashtag #Tepasamoslacuenta, simulando una boleta con temáticas -entre otras- sobre seguridad, salud, migración ilegal y caso Fundaciones.
Una vez concluido el discurso, Boric se trasladó a Cerro Castillo a un almuerzo privado con los ministros, a quienes invitó junto a sus parejas. Esto, a diferencia del año pasado cuando se hizo un encuentro en la casa del ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz.