Luciano Rivas, gobernador regional de La Araucanía, ha tenido semanas intensas. Desde hace un mes enfrenta una de las mayores emergencias que ha vivido en el cargo: la ola de incendios forestales que han azotado a las comunas de su región y de otras dos regiones. Lo que más lamenta es que entre las comunas más afectadas se encuentran las más pobres, considerando que esta zona ya es la más vulnerable del país: “En Purén y Vilcún tenemos los casos más complicados: en la primera comuna se quemaron 50 casas; en la segunda, siete. Y Purén es una de las comuna con más alta ruralidad, realmente pobre”.

Con ocho focos activos hasta el viernes 24 y aún con “un riesgo alto”, aunque “mejor que hace una o dos semanas”, Rivas analiza el panorama de los incendios en su región y la gestión del gobierno

¿Cómo califica la coordinación entre los distintos estamentos: ministerios, gobernación, delegación y la Conaf?

En el Estado hay lentitud. Creo que no estamos preparados para hacer una buena prevención de situaciones como la que ocurrió este año. Por otra parte, hay lentitud en la reacción para poder enfrentar una catástrofe como esta. Creo que en ese contexto falta todavía mayor coordinación. Falta que los gobiernos regionales podamos tomar un rol mucho más activo en la emergencia. Por ejemplo, los alcaldes nos han agradecido mucho la entrega de maquinarias para hacer los cortafuegos. Creo que el Estado y el gobierno central son mucho más pesados, son mucho más lentos para reaccionar, y los gobiernos regionales tenemos esta facilidad de que tenemos los alcaldes cerca, tenemos a la ciudadanía cerca.

¿Qué cosas que sucedieron en esta emergencia no se deberían repetir en una nueva crisis?

Deberíamos realizar una coordinación mucho más cercana entre Conaf y los municipios. Vialidad (MOP) aquí también es clave, porque tiene que tener las maquinarias disponibles para enfrentar una situación como esta.

¿No estaban disponibles ahora?

Lo que pasa es que es un proceso burocrático. Hay que pedir una autorización. Las maquinarias se demoraron varios días en llegar. Yo creo que ahí falta. No puede ser que, si no hay un informe, no se pueda liberar una máquina. O que cuando queramos destinar recursos de emergencia desde el gobierno central, tengamos que hacer un trámite que demora dos o tres meses. No tiene lógica (...) El trabajo territorial, insisto, es la clave. Yo creo que en eso se ha fallado no solamente en La Araucanía, sino que, lo conversaba también con mis colegas de Biobío y Ñuble. Se sabía por adelantado que este iba a ser un año complejo en cuanto a incendios. Yo creo que no estaban todos los resguardos tomados como corresponde. Quienes somos de acá nos dimos cuenta de que fue una primavera fenomenal para la agricultura, muy generosa: hubo sol, lluvia, el pasto creció, pero eso mismo pasa en el bosque, crecen la maleza y los arbustos. Y si no se hace un buen proceso de limpieza, obviamente nos va a traer un riesgo de incendios forestales fuerte en el verano, que fue lo que ocurrió, lamentablemente, con las condiciones climáticas que tuvimos este año.

¿El gobierno estaba poco preparado, a pesar de que había varias razones evidentes para anticiparse a una temporada fuerte de incendios?

Sí, yo creo que el gobierno estaba poco preparado. Creo que lo demuestra cuando pide apoyo incluso a exministros especialistas en temas de emergencia. No saber no es una culpa, pero creo que tenemos que empezar a actuar mucho más temprano. Aquí la prevención es la clave. Y mientras no se trabaje en prevención, vamos a estar todos los años con esto.

¿Cómo valora la figura de los ministros-enlace en su región?

Valoro que aquí hemos tenido ya tres ministros de enlace: el ministro Jackson, el ministro Grau y ahora está el subsecretario Vergara, de Prevención del Delito. Es súper válido, porque la lógica es que ellos tienen el teléfono directo para poder avanzar con las cosas. Pero creo que un ministro tiene que venir mucho más empoderado. O sea, el ministro tendría que estar acá con recursos frescos para poder distribuir, ya que para la delegación presidencial o para el gobierno regional eso es un proceso burocrático, a diferencia de un ministro, que tendría que tener la facilidad de hacerlo. Pero que sea algo rápido. No puede ser que después de dos semanas recién se empezaron a reconstruir las casas.

¿Cuál es el origen de los incendios? ¿Cree que el gobierno le ha bajado el perfil a una posible intencionalidad?

Aquí lo que menos podemos hacer es minimizar la situación desde dónde vienen los incendios. Yo entiendo, y lo hemos visto, que por ejemplo en la Región del Ñuble hay gente que son pirómanos que salieron a quemar. Aquí en la Región de La Araucanía probablemente también los hay, pero no podemos desconocer que tenemos un problema que es año a año, que nuestros agricultores, nuestros contratistas forestales se ven amedrentados y afectados por los atentados en la zona. Esto no es culpa del calentamiento global, como muchos han querido decir, aquí hay intencionalidad. Y los afectados son los mismos agricultores que les queman todos los años, pero este año les hicieron más focos y los bomberos no fueron capaces de apagar los incendios, porque ya estaban con sus capacidades sobrepasadas.

¿Hay pruebas de la intencionalidad de los incendios en su región?

Aquí siempre es difícil comprobar el origen de los incendios, porque la legislación establece que si no se les pilla prácticamente con el fósforo no los puedes culpar. Pero se ha entregado a la fiscalía, por parte de agricultores, y ha sido de público conocimiento, que hay videos de personas haciendo los incendios. O sea, hay evidencias, pero no olvidemos que son personas encapuchadas, personas armadas. Los mismos agricultores dicen que entran personas en moto que van prendiendo los diferentes focos y después cuando llegan los bomberos son 20 o 30 focos que no tienen cómo enfrentarlos. No podemos negar que hay presencia de personas que andan haciendo estos atentados para amedrentar a los agricultores y quemarles sus bienes.

¿Cuál es la cifra que maneja acerca de la intencionalidad de los incendios? Entre la Corma, Conaf y el gobierno se han entregado cifras que van desde el 25% a un 60%...

El dato que entrega Conaf, donde mezcla la Región del Biobío y La Araucanía, habla de un 41% de intencionalidad. Pero acá hay zonas de la región -que es cosa de hablarlo con los agricultores- donde hay sobre el 60% de intencionalidad. Aquí hay comunas, por ejemplo como Ercilla, Collipulli, donde yo diría que la intencionalidad anda cerca del 100%. Mire, si los incendios forestales y agrícolas son siempre porque las personas hicieron algo: o iniciaron un fuego por accidente o lo hicieron intencionalmente. Hay zonas de nuestra región donde cerca del 100% de los incendios son intencionales. Y eso todos los que somos de acá lo sabemos. Yo creo que finalizada la temporada de incendios, la cifra va a ser superior a lo que reporta hoy día la Conaf.

Hay parlamentarios y alcaldes que señalan que están apareciendo focos de incendios en lugares donde antes no aparecían, además de que son focos múltiples. ¿Eso usted lo ha visto?

Sí. En la zona de Curacautín se ha visto esa intencionalidad. En las comunas, por ejemplo, donde se queman predios agrícolas, aparecen ocho, 10 o 20 focos. A un agricultor le quemaron 70 hectáreas y me dijo que cuando llegan los bomberos a un foco, ya se están prendiendo en otros sectores. Esta gente que anda haciendo estos atentados, uno puede ver en un mapa que a veces son líneas absolutamente rectas: se van moviendo y haciendo los incendios.

¿Son encapuchados? ¿Andan en moto o en auto?

Lo que han reportado es que andan en motos y en autos. La gente identifica el color del vehículo, la marca, cómo entran a los potreros y van avanzando mientras van prendiendo fuego. Operan así en muchas zonas de nuestra región.

¿Y andan armados?

En muchos casos andan armados. Nos comentaban hoy día de unos bomberos que andaban operando en la comuna de Ercilla, cerca de la comunidad de Temucuicui. Ellos fueron amedrentados con armas. Hay sectores donde los bomberos no pueden entrar, porque les disparan, y eso es así.

¿Hay detenidos?

Sí. Hasta la semana pasada entiendo que eran ocho detenidos en la región. Hay un total de 36 a nivel país, de macrozona. Y se están investigando las causas.

¿Por qué cree que el gobierno se ha enredado con la intencionalidad de los incendios? Cuando hablan de no sobredimensionar da la impresión de que quieren exculpar alguna responsabilidad...

Creo que aquí se ha partido con varias teorías con el tema de los incendios por algunas personas del gobierno que han estado erradas. Más que enredarse, el gobierno buscó en primera instancia explicarlo a través del calentamiento global, que no es una lógica para poder avanzar con esto. Se habla mucho del tema de la regulación forestal, que me parece que es una discusión en la que hay que avanzar. Pero cuando hablan de que el problema son las forestales, uno dice bueno, ¡pero alguien prendió el fósforo! La culpa no es de los árboles que están ahí, sino que alguien hizo esto intencionalmente.

¿El gobierno lo hace por un tema ideológico?

Hay un tema ideológico con el tema de la seguridad que es real y nadie lo va a desconocer. No olvidemos que fueron, desde el Presidente y muchos de sus ministros, los que siempre votaron en contra del estado de excepción que hoy día ellos mismos han tenido que solicitar que se renueve 18, 19 o 20 veces, ya perdí la cuenta. Y, por ende, hay un componente ideológico de querer negar el tema de la violencia en La Araucanía, que lo hicieron de manera sistemática durante mucho tiempo y que se han dado cuenta de que es un tema real.

En esa línea, ¿cómo calificaría el rol que han tenido el Ejército y las Fuerzas Armadas en esta catástrofe?

El Ejército ha operado de forma positiva y valorable. No tenemos denuncias de ningún tipo de excesos por parte de las Fuerzas Armadas. El rol de los militares, en general, eso sí, partió muy restringido en comparación a años anteriores, ya que se instaló este estado de excepción acotado. Yo creo que tenemos que avanzar a que tengan mayores atribuciones, no que solo den soporte a Carabineros. Su sola presencia ayuda, pero necesitamos avanzar un paso más.

Chile Vamos ha levantado una ofensiva sobre el gobierno: busca responsabilidades políticas en materia de prevención de este tipo catástrofe. ¿Qué cree usted de eso?

No lo veo de esa forma. Cuando tenemos una emergencia de la magnitud de la que tenemos acá hoy día, hay que tratar de evitar sacar ventajas políticas y hay que aunar esfuerzos para sacar una catástrofe como esta adelante. Creo que las responsabilidades políticas hay que perseguirlas, y si están, se deben buscar. Pero esto no tiene que transformarse en un circo político, sino que en responsabilidades reales.

¿Cuáles son los compromisos que adoptaron junto al gobierno central para la reconstrucción?

Nuestro compromiso como gobierno regional con las familias es que de acá a septiembre tengamos estas casas para las familias de Vilcún y Purén ya reconstruidas. Serán viviendas definitivas, de 50 m2, que van a estar amobladas y equipadas en el mes de diciembre. Esta fue una iniciativa público-privada que hicimos en conjunto con el Desafío Levantemos Chile: el mundo privado, a través de ellos, aportó mil millones de pesos, y nosotros, la misma cifra. Así, tendremos una solución habitacional para esta gente en siete meses. Si lo hacíamos por la burocracia estatal, en cambio, la solución iba a estar en dos o tres años. En cuanto a la reconstrucción rural, eso lo está abordando el gobierno central a través de casas de emergencia, donde nosotros también hemos tenido una conversación con la delegada para la reconstrucción y con el delegado presidencial. Vamos a estar disponibles a avanzar y a apoyar lo que se necesite para poder avanzar más rápido.