La campaña de vacunación israelí ha sido elogiada por todo el mundo por su eficiencia. Hasta el jueves, un 56,8% de la población ya contaba con dos dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech, lo que corresponde a casi 4,91 millones de personas. Sin embargo, para los palestinos que viven en Cisjordania y la Franja de Gaza, el proceso de inoculación se ha quedado muy atrás.
Según un informe reciente de la agencia de ayuda Médicos Sin Fronteras, “hay 60 veces más probabilidades de vacunarse en Israel que en Palestina”. En marzo, Israel acordó vacunar a los 100 mil trabajadores palestinos con permiso de trabajo israelíes.
Los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que hay más de 282.000 casos confirmados de coronavirus entre los palestinos, con más de 2.970 muertes en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este. El panorama sanitario, con hospitales colapsados, solo ha agravado la situación para los palestinos que, además, enfrentan una severa crisis económica.
Atendiendo a este panorama, la ministra de Salud de Palestina, Mai al-Kaila, contestó un cuestionario enviado por La Tercera. Se refiere a la compleja situación que viven los palestinos en cuanto a la vacunación.
Anteriormente, Al-Kaila fue embajadora palestina en Chile durante ocho años y aún tiene recuerdos de la comunidad palestina local. “Chile es un país que guardo muy cerca de mi corazón. Fue mi primera experiencia como embajadora y logré descubrir un pueblo fascinante, con diferentes realidades y orígenes, entre las que destacan los grandes aportes de cientos de miles de palestinos por allá. Los palestinos son parte del tejido social de Chile y, como tales, siempre hemos sentido su solidaridad. Sabemos que Chile es uno de los principales países del mundo en lo que respecta a la vacunación y realmente esperamos que las preocupaciones expresadas por los políticos de todos los partidos políticos y la sociedad civil conduzcan a algún tipo de cooperación que es muy necesaria en Palestina”, dijo a La Tercera.
Israel argumenta que una razón para no vacunar a los palestinos es que deben cuidar su propia salud, y mencionan los Acuerdos de Oslo. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Esto es absolutamente hipócrita. Hace solo unas semanas afirmaron que no somos soberanos cuando la Corte Penal Internacional anunció una investigación sobre crímenes cometidos en Palestina, pero cuando se trata del Covid-19, ¿de repente nos convertimos en una superpotencia? El hecho que importa es el siguiente: Israel es la potencia ocupante y, como tal, tiene obligaciones muy claras en virtud del derecho internacional humanitario. Tales obligaciones, incluidas las derivadas del IV Convenio de Ginebra, no han sido anuladas por ningún acuerdo provisional. Pero el gobierno israelí está tratando de evitar esa discusión porque sus puntos de vista extremistas los hacen empujar la línea de que Palestina no está bajo ocupación, lo cual es simplemente ridículo y ni siquiera serio: el Consejo de Seguridad, la Corte Internacional de Justicia, la Cruz Roja, todos están de acuerdo en que se trata de una ocupación, pero Israel nunca ha sido responsabilizado por sus violaciones.
¿Por qué cree que Israel decidió no vacunar a todos los palestinos?
Creo que Israel comprende que, al final, la vacunación de todos los palestinos también beneficia a Israel. Sin embargo, están haciendo todo lo posible para evitar asumir sus responsabilidades como potencia ocupante. Entonces, por ejemplo, permiten que los médicos palestinos vayan de una ciudad a otra y luego afirman que esto es “cooperación”. ¿En serio? Esta es una pequeña obligación que tienen.
¿Qué tan interconectados están los palestinos y los israelíes en la vida diaria, para considerar las vacunas como claves por razones sanitarias?
La ocupación israelí ha estado tratando de establecer dos geografías paralelas, dos sistemas, si se quiere decirlo. Los palestinos que están en contacto diario con israelíes, como nuestro pueblo en la Jerusalén Oriental ocupada, o alrededor de 100.000 trabajadores en empresas israelíes han sido vacunados. ¿Por qué? Porque es de su interés. No le hemos dicho que no, en primer lugar, porque es su obligación, en segundo lugar, porque lo estamos tomando como lo que es: una profunda crisis humanitaria, y en este contexto estamos tratando de conseguir vacunas desde cualquier lugar posible.
¿Cómo es la situación en Cisjordania con respecto a la pandemia?
Es una crisis profunda, casi catastrófica: nuestros hospitales están funcionando a plena capacidad, alrededor del 1% de la población ha recibido las dos dosis de la vacuna y no vemos ningún cambio en el futuro cercano. Agregue a esto la depresión económica y los ataques diarios de la ocupación israelí que, incluso durante esta pandemia, ha seguido demoliendo nuestras casas y arrestando a nuestra gente. La ocupación controla todos los aspectos de nuestras vidas, así que piense en lo que ya era una situación difícil, cómo es ahora con la crisis del Covid-19.
¿Con qué fuerza ha afectado la pandemia a Cisjordania y Gaza?
Muy profundamente sobre la situación sanitaria y económica.
Israel ha prometido vacunas a los países que tienen la intención de trasladar sus embajadas a Jerusalén, ¿cuál es su opinión al respecto?
Vergonzoso, ¿qué podría decir? Fue un intento de sobornar a los países para que violaran el derecho internacional.
¿Qué tipo de apoyo ha recibido de la comunidad internacional?
Agradecemos los esfuerzos de algunas partes dentro de la comunidad internacional, incluidas China y Rusia, que han cooperado directamente con nuestros esfuerzos, así como a varios países europeos que han cooperado a través del programa Covax. También hemos tenido la suerte de recibir la cooperación delVaticano. Hasta el momento todas las contribuciones ascienden a alrededor de 170.000 vacunas.
¿Espera recibir vacunas de Covax? ¿Cuántas?
Sí, recibimos 37.400 de Pfizer y 24.000 AstraZeneca para todo el territorio palestino ocupado, incluidos Cisjordania y Gaza.
¿Cuántos palestinos se han vacunado hasta ahora?
Nuestros esfuerzos han logrado vacunar a 110.000 al menos con una dosis.