Javier Milei, el nuevo Presidente de Argentina, asumirá el próximo 10 de diciembre. Llega con una sobrecarga de expectativas, pero también con una estela de incertidumbres. ¿Cómo gobernará un país en crisis severa? ¿Podrá cumplir con sus promesas o la realidad terminará por domesticar al león? ¿Tendrán paciencia?

El periodista y escritor Martín Caparrós ahonda en esas interrogantes, pero también abre nuevas preguntas.

Aún se declara sorprendido por el arrollador triunfo de Milei. Le cuesta entender que millones de argentinos y argentinas hayan votado por una persona que él califica como un “fundamentalista fanático por el mercado” y con alteraciones sicológicas.

Confiesa que quizá emergió otro país. Una nueva Argentina que a ratos resulta ilegible. De ahí que su diagnóstico sobre la etapa que viene sea más oscuro que luminoso.

Has sido muy crítico de la figura de Milei. Sin embargo, casi un 56% de argentinos votaron por él. ¿Pasó el shock o esto recién comienza?

Todavía no ha comenzado. Lo que sí se consolidó es la sorpresa de que tantos argentinos votaran por un personaje tan disparatado como Javier Milei. Y para precisar ese 56%, creo que un porcentaje muy importante votó contra el gobierno, pero especialmente contra la situación que están viviendo. Y otro porcentaje, que debe ser alrededor de un 20%, se acercó a Javier Milei muy desde el principio, porque pensó que él representaba ese odio, esa cólera justa, que tienen millones de argentinos por el recorrido que están tomando sus vidas.

Se ha dicho que lo que movió la elección fue la bronca, ¿no habrá también una necesidad esperanza, de poder sacar la cabeza del agua?

Creo que para muchos, la frase decisiva fue: “Vamos a votar a Milei porque con los mismos de siempre no podemos estar peor”. Es verdad que con los mismos de siempre estábamos espantosamente mal, pero yo creo que con un señor como este podemos estar muchísimo peor.

¿Por qué?

Por varias razones. Por un lado, estamos ante un desequilibrado. Un señor que dice que Dios le dijo a su perro muerto que él tenía que ser Presidente de la Argentina, y su perro muerto se lo contó a él a través de una médium de animales. Eso ya debería haber alcanzado para pensar que puede tener alguna incapacidad para dirigir un país. Pero esto pareció no importarle a nadie.

La alternativa era Sergio Massa, que tampoco daba certezas. La disyuntiva era dramática, ¿no?

Era patética, no dramática. Se trataba de ver cuál era el menos espantoso de los dos. Y, claro, para la mayoría de los argentinos, Sergio Massa y el peronismo ofrecían la certidumbre del desastre. O sea, prefirieron la incertidumbre a la certeza del desastre. Por las características del personaje, yo temo que esa incertidumbre termine siendo un desastre aún peor.

¿Qué sería un escenario peor?

Un escenario peor es que, con todos los recortes que está anunciando, muchísima más gente va a quedar desempleada o caer en la pobreza. Y como el peronismo estará en la oposición, es probable que mucha gente salga a la calle a reclamar. A esto hay que sumar el dato de que el nuevo gobierno ha dado muestras de querer amistarse con los militares... Vamos a ver si es para que los ayuden a reprimir cuando esas personas salgan a la calle.

¿Imaginas un estallido social propiamente tal?

No, no. Estoy pensando en una serie de protestas sociales fuertes que, eventualmente, sean reprimidas por las Fuerzas Armadas. Es sólo una preocupación. No es para nada una certeza. Lo que pasa es que si este señor insiste en retirar todos los subsidios, todos los derechos que mucha gente ya considera ganados, obviamente que van a salir a protestar.

En estos días, Javier Milei ha querido bajar expectativas, advertirle al país que vienen tiempos difíciles….

Claro, pero esas palabras sólo hacen sentido si tienes comida, agua y luz. Hay un momento en que los discursos chocan con la realidad. Mi preocupación es que la realidad se vuelva aún más insostenible para muchas personas. Entonces, no se trata de ajustar expectativas, sino de que se instalen realidades insoportables. Ese es el problema. Sinceramente, no sé cómo piensan llevar adelante sus promesas, porque los argentinos no se caracterizan por soportar demasiado las acciones de sus gobiernos.

¿Una nueva Argentina?

Si millones de argentinos optaron por Milei, ¿qué habría que leer ahí? ¿Qué te sorprende?

Lo que más me sorprende de mis compatriotas es que, además de sus perturbaciones o problemas mentales, Milei es un fundamentalista fanático del famoso mercado. En la campaña dijo que no le parecía mal la venta de órganos. ¿Por qué dijo eso? Porque él defiende la libertad de mercado. Y si dos personas se ponen de acuerdo, llegan a un precio conveniente, no hay por qué intervenir. Sin dudas, es lo más peligro.

¿Por qué? ¿Qué peligro ves?

Es bastante obvio que este señor quiere crear una sociedad donde todo esté regido por las leyes del mercado. Sabemos que el mercado busca sacar el mayor provecho del otro. Bueno, eso nos puede llevar a una sociedad de enfrentamiento permanente. La idea de una sociedad que trata de ser mínimamente solidaria, donde las personas intentan organizarse de muy distintas maneras para ayudarse los unos a los otros, podría terminar en cómo joderse los unos a los otros.

¿Y si esa es la Argentina que surgió en estos años? ¿El fenómeno Milei refleja en algo al país?

Por supuesto. Y yo insisto en creer que es un reflejo del muy justo cabreo de millones de personas que lo están pasando muy mal. La mayoría de los que votaron a Milei no tienen mucha idea de cuál es su programa de gobierno. Entre otras cosas, porque lo cambió dos veces por semana en la última etapa de la campaña. Por lo tanto, no creo que hayan votado por un conjunto programático coherente.

¿Entonces…?

Mi impresión es que muchos votaron por un señor que se identificaba con el sentimiento de bronca y porque estaban hartos de los políticos tradicionales. Hasta ahí llega. Claramente, hay mucha gente que no tiene idea de por qué votó por Milei. Pero ahora empieza un juego totalmente distinto. Una cosa era un señor que vociferaba y otra cosa es tener que gobernar, pactar con otros y aceptar que hay muchas áreas en las que no sabe absolutamente nada. Estamos en un momento en que recién se está rearmando todo. No sabemos qué va a resultar.

Javier Milei, presidente electo de Argentina.

En la Argentina de hoy, ¿todo es incertidumbre?

Lo que empieza ahora en la Argentina es incalculable. No se sabe hasta qué punto Milei va a seguir con sus ideas o las va a resignar. Ya en la semana previa a la votación fue cambiando cosas que había dicho que iba a hacer.

¿La realidad lo podría domesticar?

Javier Milei es un personaje impredecible. Hay que ver qué pasa, porque la gente está esperando soluciones urgentes, pero no sabemos si él podrá responder. Por ejemplo, en estos días le preguntaron si estaba garantizado el pago de los aguinaldos. En Argentina, el decimotercer sueldo anual está establecido por ley. Él dijo que si el Estado no recaudaba suficiente no iba a pagar esa plata, lo cual lo coloca directamente fuera de la ley. Si eso pasara, va a haber un momento de cierta intensidad en el que se verá hasta dónde es capaz de mantener sus ideas…

La presencia de Mauricio Macri y de Patricia Bullrich, ¿no puede aportar más certezas en su capacidad de gobernar?

Pueden dar certezas en la capacidad de administrar. Porque si uno analiza el gobierno de Macri, probablemente preferiría que nada de eso se repitiera. Y otra cosa curiosa es que Milei hizo toda su campaña contra la casta política que incluía a Bullrich y Macri. En muy poco tiempo, Milei dejó de ser anticasta y pasó a ser uno de ellos. Entonces, es un señor de dudosa confiabilidad. Yo pensé que eso le iba a afectar en la elección.

¿Pensaste que le iba a restar?

Claro, pero no sucedió. Lo cual me confirma que a la gente no le importa ni lo que propone ni lo que dice. Es simplemente la personificación del cabreo.

El peronismo que viene

El peronismo salió muy derrotado, pero claramente tendrá un rol opositor. ¿Tiene fuerza para hacerlo?

Este es uno de los muchos momentos que ha vivido el peronismo en los últimos 75 años. Me refiero a un peronismo que muta y empieza a ser otro. Si miras sus diferentes etapas, sus gobiernos, verás que no se parecen en nada. Se mantiene una cierta retórica, una gestualidad, pero sus elecciones políticas son totalmente distintas, adaptadas al momento.

¿Cómo es eso?

Claro, en cada momento encontraron la orientación política que les podría servir para lo único que realmente quieren que es conseguir y conservar poder. Dicho de una manera muy simple, el peronismo es una máquina de conseguir y conservar poder. Y si para eso tienen que ser nacionalistas, católicos, guevaristas o neoliberales, da igual.

¿Y ahora tendrían que girar?

Justamente, la gran intriga ahora es saber qué peronismo va a emerger. Hay una posibilidad, por supuesto, de que el peronismo consiga sobrellevar su derrota. Durante las elecciones, más de una vez, yo decía que la forma de acabar con el peronismo de una buena vez era votar por Massa.

¿Massa habría anulado el peronismo?

De seguro, Massa iba a acabar con el peronismo para poder gobernar solo, tranquilo. Pero no votaron a Massa, sino que a Milei, lo cual le da al kirchnerismo una posibilidad de constituirse en el líder de la oposición. Tiene la provincia de Buenos Aires, que todavía es un baluarte fuerte, y podrían hacerlo. Pero también es cierto que dada la derrota que sufrieron, los cambios en la situación general del país, quizás a partir de ahora aparezca otro peronismo. Las medidas de Milei son muy duras con la gente más pobre. Quizás surja un peronismo más combativo. Pero combativo de verdad.

¿La dificultad para Milei será evitar que la gente se vuelque a las calles?

Es muy probable que aquellas personas que se sienten parte del peronismo van a salir a la calle. Por eso te decía, lo interesante de esta etapa que se abre es ver cuál es el nuevo peronismo que se inventa. Quizá surge de un enfrentamiento contra los ajustes de Milei. Y, eventualmente, de la represión que le siga a eso. Puede que se dé una situación medio inflamada, pero no lo podemos saber ahora.

¿La hiperinflación sería el escenario más complejo para Milei? Me refiero a que no sólo es una posibilidad para un país en crisis, sino que un fantasma, una amenaza que Argentina ya vivió.

Obviamente. Milei tiene que hacer todo lo que esté a su alcance para evitar ese escenario. Porque dentro de las muchas razones que pueden darse para que gente salga a la calle y se oponga a su gobierno, la hiperinflación sería la peor de todas. Y ahí nadie se va a acordar del viejo truco de que ellos recibieron una pesada herencia del gobierno anterior.