El domingo 24 de marzo llegaron hasta la casa de Evelyn Matthei, en Las Condes, los presidentes de Chile Vamos: Javier Macaya (UDI), Rodrigo Galilea (RN) y Gloria Hutt (Evópoli).

No era la primera vez que los tres -al menos desde el 6 de febrero, día en que murió el expresidente Sebastián Piñera- llegaban hasta la calle El Alamein, donde la alcaldesa de Providencia suele hacer las reuniones políticas y en las que ha tomado las decisiones más importantes sobre su posible candidatura presidencial. Pero sí fue una de las citas relevantes.

Cinco días antes, Chile Vamos y Demócratas se habían anotado un triunfo al poner al RN José García en la presidencia del Senado, rompiendo el acuerdo que la UDI y Evópoli habían entablado en 2022 con el oficialismo para la testera, basados en que no se había respetado el cupo de Ximena Rincón en la Comisión de Hacienda. Matthei había estado pendiente y preocupada de que primara la unidad en su sector y que no se lesionara la relación con el partido que lidera la senadora por El Maule.

“Siempre que nos juntamos con Evelyn Matthei nos transmite un mensaje de unidad, sobre todo después de lo que ocurrió en el Senado y ante los desafíos que vienen”, comenta Macaya.

Foto: Carolina Oggero / Agencia Uno.

Ese mensaje, de un arco amplio de unidad, fue el que marcó la cita en su casa.

La alcaldesa subrayó ante los timoneles de Chile Vamos la necesidad de que la coalición actúe en conjunto, con generosidad y disciplina frente a los compromisos electorales que vienen y que tienen como primer hito la inscripción de primarias el miércoles 10 de abril.

También -aseguran en los partidos-, Matthei habría terminado de abrochar ante Macaya, Galilea y Hutt su propia definición: que no irá a la reelección por Providencia.

En el entorno de la exministra comentan que en enero comenzó a realizar una reflexión sobre la conveniencia o no de competir otra vez por la alcaldía. Ese mes, hizo una extensa ronda de consultas entre parlamentarios y dirigentes cercanos para analizar el mejor escenario. Sobre la mesa estaban dos factores: si no iba a la reelección, estaría expuesta a las críticas por un tiempo demasiado largo hasta antes de la elección presidencial. Pero, por otro lado, tendría libertad para plantear ideas y apoyar en terreno a los candidatos con miras a la elección municipal y de gobernadores de octubre próximo, intentando maximizar las posibilidades de un buen resultado, base para la parlamentaria y presidencial del próximo año. Y, además, le permitía sacar de la ecuación el factor ético y “antiestético”, de reinstalarse en el Palacio Falabella en diciembre, pero empezar a ausentarse en abril, cuando ya empezara la precampaña a La Moneda.

Foto: Agencia Uno.

La primera señal en orden a que no estará en la papeleta de octubre la entregó la primera quincena de marzo, cuando se reunió con el exministro Jaime Bellolio, para sondear su disposición a competir por la comuna. El exministro de la Segegob -quien ya manifestó su voluntad de tomar la posta- encaja con el perfil que busca la alcaldesa. No sólo por su militancia UDI -con estrechos vínculos con Javier Macaya y María José Hoffmann, presidente y secretaria general de ese partido-, sino que por su experiencia política, por ser parte de la generación de recambio, por su estilo progresista para el sector y por su cercanía al piñerismo.

Por esos mismos factores lo invitó a integrar el equipo que junto al RN Juan Luis Ossa y al Evópoli Gonzalo Blumel está tomando las principales decisiones con miras a la presidencial. Incluso, en Chile Vamos plantean que Matthei les habría transparentado a los presidentes de partido que se debiera ungir como candidato al exsecretario de Estado, omitiendo hacer primarias en la comuna.

La fecha en que la edil dará a conocer su postura aún no está fijada. En su círculo se insiste en que lo hará en sus tiempos, aunque en los partidos transmiten que ello podría ocurrir en las próximas semanas, a más tardar la primera quincena de abril. La presión en torno a su definición ha ido en aumento, sobre todo tras el fallecimiento del expresidente Piñera, para que asuma un rol conductor más visible del sector.

Por otro lado, está decidida a no repetir la experiencia del 2013, cuando debió renunciar a la cartera del Trabajo para asumir una candidatura presidencial flash por la UDI, tras la dimisión de Pablo Longueira. Esa vez, si bien sorteó la primera vuelta frente a Michelle Bachelet, no pudo hacerlo en el balotaje. “Fue un sacrificio, lo hubiera pasado mucho mejor siguiendo en el ministerio, pero sentía que tenía que tomarlo, y yo creo que esta campaña va a ser absolutamente distinta, totalmente abierta. Creo que esta vez sí voy de candidata, sí puedo ganar”, dijo a La Tercera en 2020 sobre ese episodio.

La alcaldesa, en todo caso, está consciente de que viene un cambio de etapa.

Hasta ahora se mantiene en el primer lugar en los sondeos de opinión. La última Cadem, del 17 de marzo, la ubicó con un 21%, seguida de lejos por José Antonio Kast, con un 12%. Y, por tanto, es un rostro que los postulantes de Chile Vamos quieren tener en sus afiches.

De ahí que esté analizando cuál es la fórmula para su desembarque.

El diseño

El punto sobre la unidad que la alcaldesa trató junto con los tres timoneles el domingo es algo en lo que ha sido insistente. “Ha sido incluso majadera”, grafica un diputado UDI.

El mensaje que ha planteado una y otra vez está centrado en actuar en conjunto, evitar las rencillas y el discolaje. De ahí que en los días previos al 19 de marzo, Matthei optara por intervenir en las tratativas entre los partidos -que ya se tornaban ásperas- sobre la exigencia que RN estaba planteando a la UDI y a Evópoli de apoyar a García Ruminot por sobre el PPD Pedro Araya, la carta del oficialismo.

“Nos parecería muy incomprensible frente a la ciudadanía que la UDI y Evópoli, en particular, votaran en favor de candidatos del gobierno y no de quienes hoy nos sentimos oposición”, había advertido el senador Galilea en las conversaciones previas, cruzadas por las negociaciones electorales.

Foto: Pablo Ovalle Isasmendi / Agencia Uno.

El riesgo de una división -en la que RN apoyara a García y la UDI y Evópoli a Araya- fue el que llevó a la alcaldesa a contactarse por teléfono hasta el mismo día de la votación con los presidentes de los partidos y con algunos parlamentarios. En concreto, les transmitió su criterio de unidad y les pidió que independientemente de la decisión que adoptaran, se evitaran las fricciones al interior del bloque y con Demócratas.

Para Matthei se trataba de una prueba de fuego.

No quería ver a una coalición dividida en el Senado -donde las votaciones frente a reformas como la previsional y el pacto fiscal son claves-, ni tampoco que se lesionaran las confianzas con Demócratas en medio de la negociación para la plantilla de candidatos a los municipios y gobernaciones, donde -además- intentan pactos por omisión con republicanos. Menos aún que ese clima irradiara a la Cámara de Diputados, corporación que en abril debe también renovar su presidencia. Aunque, en ese caso, no se pone en riesgo la unidad de los tres partidos.

“Lo que ocurrió con la elección de la mesa del Senado fue un bochorno para todos. Mi voto, como lo señalé en la sala, fue producto de la falta de cumplimiento de los partidos oficialistas, no de una solicitud de Matthei sobre por quién debíamos votar”, sostiene el senador UDI Iván Moreira.

Esta unidad de propósitos fue justamente la que abordó la semana pasada -en su gira por La Araucanía- en la casa del diputado de la UDI Henry Leal.

“Nosotros -les dijo, según confidencia uno de los presentes- debemos generar confianza y cariño. Primero con el grupo (en referencia a Chile Vamos). Luego, con mucho respeto, hay que tener conversaciones con Demócratas y Amarillos, entendiendo que hay dirigentes que históricamente son de centroizquierda”.

Ante sus interlocutores transparentó, asimismo, que no le gusta hablar de alianzas con Demócratas y Amarillos, porque -según su visión- eso sería pasar por encima de sus convicciones y de su cultura. “Distinto es que podamos respetarnos, pactar. Lo mismo con republicanos. Pero hablar de una alianza con republicanos, Amarillos y Demócratas creo que es pasar por encima de todos”, les advirtió.

Muchos ven en estas reuniones frecuentes de coordinación con los presidentes de partidos, con diputados y senadores, una fórmula parecida a la que tenía Piñera para dirimir conflictos. “Ella ya ejerce un liderazgo sobre Chile Vamos. No es visible, pero es ella la que está metida e involucrada en que estemos alineados”, asegura un exministro.

En la misma línea, desde el entorno de Matthei han pedido también a los partidos que intenten avanzar por su cuenta lo más posible en la negociación para los comicios de octubre, para así minimizar los casos que probablemente ella tenga que resolver, que serán los más difíciles. Muchos creen que podría pasar por sus manos -por ejemplo- la competencia que se avecina entre la UDI Daniela Peñaloza y la exministra Marcela Cubillos por Las Condes.

Equipos de trabajo

Otro tema que Matthei ha estado sondeando con los partidos y sus presidentes es el programático. “Su preocupación -admite un miembro de su círculo- es que ese trabajo no se vea como algo paralelo a los partidos, sino que como parte de ellos”.

El balance, en realidad, no es fácil. La idea que predomina en el entorno de la alcaldesa es la de invitar a todos quienes quieran colaborar; sin embargo, ello topa con los tiempos de Renovación Nacional y de Evópoli, colectividades que ya anunciaron que tomarán una definición sobre la presidencial después de la elección municipal. Es decir, hacia fines de año. Es por ello que les ha transmitido que no busca presionar a nadie, para que las colectividades tengan espacios de resolución y capacidad de movimiento.

La estructura sobre la cual se va a realizar ese trabajo está en análisis.

FOTO: LUKAS SOLIS / AGENCIAUNO

Tanto en Chile Vamos como en el equipo que rodea a la alcaldesa se han barajado dos fórmulas. La primera es crear una suerte de grupo Tantauco, como el que realizó el programa presidencial de Piñera en la campaña de 2009, cuando logró llegar por primera vez a La Moneda (2010-2014).

La segunda es crear un órgano -una fundación o corporación- que se asemeje a Aire Nuevo, creado por Joaquín Lavín para su frustrado intento presidencial de 1999, o Avanza Chile, plataforma que constituyó Piñera en 2014, al término de su primer gobierno y que le sirvió como base para hacer oposición a la administración de Michelle Bachelet y pavimentar su segundo arribo a La Moneda.

Uno de los que empujan esta opción -que ha ido ganando fuerza- es el expresidente de la CPC Juan Sutil, quien forma parte del equipo más cercano de la exministra. El empresario ya adelantó movimientos. Según sostuvo en La Segunda, en abril lanzará una fundación destinada a “soñar el país del futuro”, para darle un soporte programático “a Evelyn Matthei, si gana la primaria. Y si gana otro u otra, bueno, nosotros igual necesitamos tener un proyecto de unidad, porque o si no va a ser más difícil lograr las mayorías con el actual sistema de partidos en el Congreso”.

Aunque la fórmula les permitiría recibir donaciones, concita los reparos de algunos de los dirigentes que participan en la toma de decisiones. Entre ellos, plantean que esta plataforma se la debe cuidar de tener un solo dueño, y que tiene que ir más allá de una estructura que asegure gestión, sino que tiene que ser política.

Por ahora, Sutil mismo ha sondeado a diversas personas para que formen parte de esta fundación, aunque formalmente no hay una decisión tomada sobre quiénes integrarían el equipo. Lo que sí se augura en el entorno de Matthei es que probablemente el empresario tendrá un rol de coordinador de la campaña, tras bambalinas, tal como lo hizo para la campaña del Rechazo del plebiscito de octubre de 2022.

“Lo que yo estoy proponiendo, y en ese sentido hay un equipo, que estamos trabajando y que es un equipo muy bueno, pero que además no debe trabajar para mí, debe trabajar para el sector, porque en el mismo minuto que se sienta que están trabajando para uno de los posibles candidatos presidenciales, los otros se van a restar”, comentó la propia Matthei en radio Duna a principios de este mes.