La encargada de comunicar la cifra fue la subsecretaria Paula Daza, apenas una hora antes de que se revelara que el ministro Jaime Mañalich dejaría su puesto. Con los 231 fallecidos por Covid-19 informados ayer, Chile llegó a los 3.101 decesos por esta causa en lo que va de la pandemia, alcanzando, a su vez ,los 167.355 casos. El epicentro sigue estando en la Región Metropolitana: casi 135 mil contagios o, más simple aún, uno de cada 60 santiaguinos ha sido diagnosticado con el virus desde marzo. Y tiene el 86% de los muertos por esta causa de todo el país.
Sin embargo, el número de muertos, por más que impresiona, está en el centro del debate. Tras los múltiples cambios metodológicos en las últimas dos semanas, el reconocimiento retroactivo de fallecimientos y la polémica por las muertes no registradas que se podrían adjudicar al virus, Mañalich pasó sus últimas horas con una nueva polémica: en un reportaje, Ciper aseguró que el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), una repartición del propio ministerio, informaría más decesos a la OMS que la cifra reportada oficialmente, considerando casos probables. Y que, a mediados de esta semana, el total habría superado los cinco mil decesos.
Más aún, tanto el consejo asesor del Minsal como el Consejo para la Transparencia instaron al ministerio a unificar criterios y a que entregue más información. La primera instancia, incluso, pidió al ministerio que desglose los fallecimientos a lo menos por sexo y comuna, información que hasta hoy no se ha disponibilizado.
Porque la cantidad de víctimas por Covid-19 en cada municipio es uno de los misterios más dolorosos de la pandemia, en especial en Santiago. En regiones, esta información es entregada por las autoridades locales, pero la Región Metropolitana no tiene el desglose.
Sin embargo, hay una nueva estadística disponible que ayuda a arrojar luz. El propio DEIS disponibilizó el pasado 22 de mayo el acceso en tiempo real a las defunciones mes a mes, por comuna de residencia y con comparación desde el año 2000, es decir, los últimos 20 años. Aunque no incluye la causa de muerte, el documento -al que accedió La Tercera- sí permite ver la tendencia de los decesos, y para mayo esta es muy clara: en la RM los fallecimientos se dispararon en especial en las comunas más vulnerables, coincidiendo, además, los mayores aumentos con municipios que tuvieron una más alta tasa de incidencia de casos en las semanas previas.
Fuera de rango
Nunca, en ningún mes de los últimos 20 años, San Ramón pasó de los 80 fallecimientos totales. Por eso, lo ocurrido en este mayo escapa a la norma totalmente: de acuerdo al registro del DEIS, 114 habitantes murieron entre el 1 y el 31 de ese mes, 44% más que el peor mes en dos décadas, agosto de 2007, donde hubo 79 defunciones. El municipio, el sexto más vulnerable del Gran Santiago según la estimación de pobreza multidimensional a partir de la encuesta Casen 2017, tuvo la mayor tasa de mortalidad de la RM en mayo: 131,78 decesos cada 100 mil habitantes. Un factor adicional: tuvo la tercera tasa de incidencia de casos más alta de la región hasta el 31 de mayo, de acuerdo al informe epidemiológico del Minsal.
Recoleta e Independencia son las comunas que siguen en cuanto a tasa de mortalidad: 127,32 y 116,14, respectivamente. Ambas más que duplicaron sus tasas respecto del año previo, ajustada por población, que eran de 51,56 y 49,98, respectivamente. Y comparten con San Ramón el haber estado entre las cinco comunas con más contagios proporcionalmente a su población en la capital.
La comuna más vulnerable de Santiago, siempre según la Casen 2017, es La Pintana. Allí, en mayo el DEIS contabiliza 175 fallecidos, 53% más que la peor cifra previa para cualquier mes de las últimas dos décadas. Y la segunda comuna en ese ranking, Cerro Navia, aparece también como la quinta con más fallecimientos por habitantes.
En cuanto a número de muertes totales, las comunas con más decesos son -predeciblemente- las con mayor cantidad de habitantes: Puente Alto, La Florida y Maipú. Pero para las tres, mayo es con largueza el peor mes de las últimas dos décadas en defunciones. Un ejemplo: si antes el mes más crítico en Puente Alto registraba 288 decesos, el pasado mes tuvo 366,78 muertes más.
De hecho, para 30 de las 52 comunas de la región, mayo de 2020 es su mes con mayor cantidad de muertes, al menos desde 2000. Entre las excepciones se encuentran las áreas rurales y comunas del sector oriente de la capital, como Providencia, La Reina y Vitacura.
Y a nivel regional también ocurre lo mismo. Según el DEIS, 5.682 personas murieron en mayo en la región. 50% más que en mayo de 2019, que era, además, la mayor cifra previa para ese mes.
Los datos también revelan otra fotografía: la de decesos según la edad. Al comparar entre 2019 y 2020, hay un grupo que tiene un aumento explosivo: el de personas entre 55 y 79 años, que supera el 60% de incremento en la RM. Y los decesos en ese tramo pasan de ser el 42,9% del total en mayo de 2019 a representar el 47,7% ahora. A su vez, las muertes de personas entre 0 y 24 años sufrieron una caída significativa en el mes recién pasado.
Una correlación
A partir de la información comparada, y revisando los excesos de defunciones entre 2020 y los años previos, surge la pregunta: ¿Hay un patrón vinculado a un mayor aumento en la medida de que las comunas son más vulnerables en la RM? La firma de análisis de datos FK Economics revisó los guarismos proporcionados por La Tercera y encontró que existe una correlación importante entre ambos factores.
“En nuestro análisis se observa que las comunas que tienen mayor aumento de muertes durante el año 2020 serían, en general, de bajos ingresos y altas tasas de pobreza, mientras que las que han tenido menor aumento de muertes serían en general comunas de mayores ingresos. Esto sugiere que el nivel socioeconómico influye en la capacidad para prevenir el contagio o reducir el impacto del virus a mejores servicios de salud”, dice Felipe Sepúlveda, analista de FK que realizó la revisión.
El propio Sepúlveda destaca que el análisis tiene algunas limitantes. “Existen otras variables que serían interesantes de incorporar en el análisis, como lo son el hacinamiento, allegamiento interno, acceso a transporte público y la densidad territorial, que también afectarían el número de fallecimientos a través de un mayor o menor número de contagios”, plantea.
Más allá de eso, el dato faltante clave para comprobar a ciencia cierta la relación entre el Covid-19 y el aumento de decesos es el desglose de las causas de muerte. Esta estadística fue comprometida por el saliente ministro Mañalich hace 10 días, diciendo que se pondría a disposición de académicos, investigadores y la comunidad científica en general. Y es uno de los temas pendientes que deberá resolver su sucesor en el cargo, Enrique Paris.