“Ha sido una instalación un poco lenta, difícil”, reconoce la timonel del PPD, Natalia Piergentili. En el modelo de “un gobierno y dos coaliciones”, la dirigenta mira el proceso desde el Socialismo Democrático (PPD-PR-PS-PL) y plantea que “la práctica de ser gobierno es compleja y se ha notado. Al haber dos coaliciones también hay más intereses en juego en la instalación, y conciliar esos intereses, sumado a llevar la agenda de gobierno, es una tarea difícil. Y cuando se tiene menos experiencia que otros, se puede volver más compleja aún”
¿Existe armonía entre las dos coaliciones, Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad?
Las coaliciones se basan en proyectos comunes, pero por sobre todo en confianzas, y las confianzas no se decretan, se construyen. Hemos estado muy abiertos -y yo creo que Apruebo Dignidad también- a empezar a tender esos puentes de confianza, pero llevan tiempo. Todavía se nota que somos dos coaliciones en un gobierno y que tenemos diferencias, matices, experiencias vitales y políticas distintas. No somos un equipo, pero hay voluntad de construirlo.
El Presidente planteó como “deseable” converger en una sola coalición. ¿Lo ve posible?
Todavía no hay diálogo sobre eso. Y se va a propiciar en la medida en que haya voluntad no solo de compartir un programa y un proyecto, sino también tiene que tener una expresión electoral, y yo no tengo tan claro si tenemos una maduración política lo suficientemente asentada para que eso se produzca. Soy de la idea de no forzar nada, aquí hay dos coaliciones que colaboran con el gobierno desde lo que son y desde la experiencia que tienen.
¿La reunión semanal del comité político ampliado está siendo una instancia resolutiva?
El comité político debe aceitarse más de manera urgente, donde los presidentes de partidos podamos ser vasos comunicantes entre las definiciones políticas, nuestros parlamentarios y las bases de apoyo.
¿Por qué el proceso de nombramientos ha sido más problemático que en otras ocasiones?
No sé si ha sido más problemático, pero sí hay más actores interviniendo y eso siempre lo complejiza más. Y hay de todo un poco: más intervinientes, no estuvieron tan claros los criterios desde un principio y, además, hoy el estándar es otro y te obliga a revisar doblemente y buscar mejores perfiles.
El estilo del Presidente Boric contrasta con el del expresidente Piñera, aparece menos. ¿Es adecuado?
Gabriel Boric tiene claro que la sola figura presidencial no basta para construir gobierno. Él no es la figura, deja de lado el personalismo en pos de una construcción colectiva y de mostrar que sus ministros tienen autonomía para hacer lo que hay que hacer. Sin perjuicio de que el Presidente es el capitán del equipo, está dentro de la cancha, da lo mejor de sí, pero sabe que los otros tienen que hacer lo mismo.
¿Cómo vio el último error no forzado de la ministra Siches?
Me preocupó, porque fue un planteamiento no solo complejo, sino que en un formato con mucha adjetivación.
¿Poco prudente para el cargo?
Puede ser. ¿Es esta una generación que planteó una nueva forma de hacer política? Sí. Pero hay ciertas formas que (la ministra Siches), a pesar de ser tremendamente empática o auténtica, tiene que cuidar. Cuando se asume un cargo de esta envergadura, no tiene por qué perder su esencia, pero te conviertes en ministro de Estado y representas algo por sobre ti. Eso obliga a que tu relación con otros es institucional. Las formas importan y van a importar siempre.
Los primeros respaldos a la ministra vinieron desde su bloque...
Nosotros, antes que todo, tenemos espíritu de coalición, lealtad y sentido de compromiso. Y tener espíritu de coalición no es cerrar filas ante cualquier cosa: es entender que hay errores, disensos, pero que por sobre esos errores -porque además la ministra pidió disculpas- está la necesidad de seguir adelante con los temas importantes. Pero por si a alguien le quedaba alguna duda o no le había quedado claro, obras son amores y no buenas razones.
Con la preocupación que expresó el Presidente Boric sobre el proceso constituyente, ¿cómo lo miran desde el PPD?
A los convencionales no se les puede olvidar que nosotros pusimos las esperanzas de un país en ellos, en la construcción de una casa común llamada Chile. Kast logró un 44%, casi la misma proporción que para el Sí y el No, entonces esas bases de apoyo de la derecha existen. Negarlo y tener una Constitución que es solo un espacio de reivindicación me parece que es un error.
¿Es momento de plantearse en una postura por el Apruebo “a todo evento”?
Estamos en otro momento. Hacerlo ahora es anticiparse. Hoy debemos bregar para que se posibilite el diálogo y evitar los maximalismos.
¿Cuál es el escenario en la discusión del quinto retiro entre los parlamentarios PPD?
Tenemos complicaciones, pues algunos de nuestros parlamentarios han sido parte de la bancada por el retiro. En mi rol como presidenta, he tratado de hacer ver que al frente no tenemos un gobierno que ‘regatea’ las ayudas como fue Piñera. Entendiendo lo popular que pueden ser los retiros, he pedido evaluar, tener mesura y cuadrarse con el gobierno.
¿Hay algún aspecto en donde el gobierno les ha pedido ayuda a los partidos?
En las conversaciones que hemos tenido en el comité político se subentiende que tenemos que jugar un rol y es claramente cuadrarnos con la posición del gobierno, no solo por una cosa verticalista, sino porque nos hace todo sentido, ya sea la reforma previsional o laboral o el plan de reactivación son políticas públicas que se hacen cargo del fondo.