“Hasta ahora, es la campaña electoral más sosa y aburrida que jamás hayamos visto en nuestras vidas. Y es curioso, porque cuanto más los dos grandes líderes de los partidos intentan ser diferentes, más suenan iguales”. Con esas palabras, el político británico populista Nigel Farage anunciaba el lunes 3 de junio pasado su intención de presentarse a las elecciones generales de Reino Unido.

El euroescéptico, que lideró la campaña por la salida en el referéndum sobre la Unión Europea en Reino Unido en 2016, dijo que se postula para un escaño parlamentario en Clacton-on-Sea, una ciudad costera en el este de Inglaterra, que registró un gran apoyo al Brexit.

El plan de Farage era presentarse como candidato en esta modesta ciudad costera de Essex, a 88 kilómetros al noreste de Londres, uno de los pocos lugares que ha elegido previamente a un miembro del Parlamento por uno de sus partidos antieuropeos predecesores. Pero la mayoría conservadora que tiene que derribar es de unos 24.702 electores.

Cuando hizo el anuncio de volver a liderar el partido Reforma UK los expertos pensaban que sería un fracaso, ya que nunca ha conseguido ser parlamentario, pese a que se ha presentado siete veces. Sin embargo, cuando faltan menos de tres semanas para las elecciones generales, los observadores de Westminster especulan abiertamente sobre si la colectividad podría destruir a los conservadores por completo.

Nigel Farage, líder del partido Reforma UK, habla en un evento de campaña electoral general de Reino Unido en Londres, el 14 de junio de 2024. Foto: Reuters

Esto, porque en un nuevo golpe para el atribulado primer ministro Rishi Sunak, una encuesta de YouGov para The Times situó a Reforma UK en el 19% de las intenciones de voto, frente al 18% de los conservadores, que llevan 14 años gobernando el país.

Los resultados se conocieron momentos antes de un debate en el canal ITV entre figuras importantes de los siete partidos principales. Farage no perdió tiempo en alardear de la encuesta y dijo en su declaración inicial: “Justo antes de salir al aire, superamos a los conservadores en las encuestas de opinión nacionales. Ahora somos la oposición al laborismo”, advirtió.

En un giro de la retórica de la campaña conservadora, también afirmó que votar por los conservadores en lugar de Reforma UK permitiría que gobiernen los laboristas.

Por su parte, Will Jennings, analista de encuestas de Sky News, señaló que el sondeo de YouGov “representa un momento de enorme peligro para los conservadores”.

“Debido a la geografía de su apoyo, no se proyecta que los reformistas ganen muchos escaños, pero aún así podrían costarles a los conservadores victorias en escaños estrechamente disputados en todo el país”, afirmó.

“En muchos lugares esto marcará la diferencia entre que un distrito electoral obtenga un diputado conservador o laborista”, añadió

Por su parte, un portavoz de Reforma UK dijo al canal Sky News que “una encuesta no hace una elección”. “Sin embargo, está claro que los conservadores están arruinados, tal como han arruinado al país”, indicó.

“En este momento, los laboristas ganarán, pero los reformistas son la única oposición real”, agregó.

“Aquellos que están pensando en votar a los conservadores por una lealtad injustificada deberían pensarlo de nuevo. Pueden y deben votar por un partido con la energía y la imaginación para desafiar una hegemonía laborista”, sostuvo.

Fiel a su estilo, Farage no ha perdido la oportunidad de burlarse de los conservadores, especialmente del primer ministro, Rishi Sunak, y recientemente lo hizo usando una canción del rapero Eminem.

En un video divulgado en su cuenta de X (antes Twitter), Farage aparece sentado en la parte trasera de su auto escuchando la canción de 2002 del cantante estadounidense Without Me antes de repetir la letra “Adivina quién ha vuelto”. Y en el tuit se etiquetó nada menos que a Sunak.

En una conferencia de prensa a comienzos de mes, Farage afirmó que el país se enfrentaba a una “elección de inmigración”, aunque exageró el número de personas que llegaban para asentarse, afirmando que todos los que entraron en Reino Unido para trabajar o estudiar en el último año tenían la intención de quedarse de forma permanente.

En una columna publicada por The Times, el exparlamentario tory Matthew Parris manifestó su preocupación por el auge que ha tenido Farage. Y señaló que el arquitecto del Brexit “solo guiará a los conservadores hasta el final del muelle”. “Imitar al populista partido Reforma es un pasaje de ida y vuelta a la aniquilación”, escribió.

“En sus intentos por poner de su lado a los llamados conservadores, Sunak ha renunciado a la simpatía de cientos de diputados y millones de votantes tolerantes, reflexivos y centristas en toda Gran Bretaña que no tienen tiempo para el socialismo, pero se sienten repelidos por un conservadurismo cuajado, que se encoge ante el mero nombre de ese impostor de Farage”, indicó.

Mal momento para conservadores

El Partido Conservador se encuentra en el poder desde 2010, pero bajo el liderazgo de Sunak ha caído en las encuestas y se encuentran 20 puntos porcentuales por detrás de los laboristas, según un promedio de los sondeos de opinión. Estos estiman que ganaría solo 140 de los 650 escaños parlamentarios, su peor resultado desde 1906.

El primer ministro británico Rishi Sunak asiste a una conferencia de prensa en Downing Street en Londres, el 22 de abril de 2024. Foto: Reuters

El sistema electoral de mayoría absoluta de Reino Unido hace que sea muy difícil para los partidos más pequeños ganar escaños, incluso si obtienen una proporción significativa de votos. Pero si Farage logra ser elegido miembro de la Cámara de los Comunes y conseguir suficientes votos para que su partido pueda recibir financiamiento estatal, eso puede ser una plataforma de lanzamiento suficiente para hacer estallar a la derecha de la política británica.

“Los conservadores han hecho un trabajo terrible”, dijo al portal estadounidense Politico, Richard Tice, el millonario empresario y exlíder que está ayudando a financiar al partido Reforma UK. “Han destrozado a Gran Bretaña y deben ser castigados”.

“Nuestra tarea es presentar una alternativa seria al pueblo británico. Se trata de un plan serio, a medio plazo, para sustituir a los conservadores y convertirse en la oposición al Partido Laborista”, afirmó.

En estas elecciones del jueves 4 de julio, Farage tiene una suerte de sangre en el ojo con los conservadores. Esto, porque en los comicios de 2019, su entonces Partido Brexit acordó no presentar candidatos en cientos de escaños para salvaguardar una victoria conservadora. Desde entonces acusó a la colectividad de fallarle a la derecha política y dijo el lunes que era hora de una “rebelión”.

El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, habla durante una conferencia de prensa para presentar un informe sobre el cambio constitucional y la reforma política, en Nexus, Universidad de Leeds, el 5 de diciembre de 2022. Foto: Archivo

“Lo que realmente estoy pidiendo -o lo que pretendo liderar- es una revuelta política”, señaló en una llamada conferencia de prensa de emergencia en Londres.

Farage ha dejado claros sus planes de reemplazar a los conservadores como oposición oficial si los laboristas ganan de manera aplastante, como predicen las encuestas actuales.

Ha descartado llegar a un pacto con los conservadores después de que la destacada tory Suella Braverman dijera que su partido debería apoyar al exlíder del UKIP porque considera que “realmente no hay mucha diferencia entre él y muchas de las políticas que defendemos”.

Reforma UK se formó en 2020 a partir de los restos del proyecto anterior de Farage, el Partido Brexit, que a su vez se había formado a partir de los restos del UKIP. No es un partido común, de hecho, Reforma se creó como una sociedad de responsabilidad limitada, con Farage como accionista mayoritario y presidente honorario.

Hasta hace poco, indicó Politico, apenas podía permitirse el lujo de contar con funcionarios a tiempo completo y no tenía ninguna sede. Gawain Towler, exeurodiputado del UKIP y antiguo lugarteniente de Farage, dirigía las operaciones desde su casa en las afueras de Londres.

Mientras que otros partidos recurrían a encuestas internas y grupos de debate, Reforma dependía de un único activista nerd: Alex Wilson, apodado el “John Curtice de Reform” (en referencia a un conocido gurú británico de las encuestas) debido a su afición por los datos y las hojas de cálculo.

“Si bien Reforma había experimentado varios impulsos significativos con respecto al año anterior –buenos resultados en un puñado de elecciones parciales parlamentarias y la deserción de alto perfil del exvicepresidente del partido conservador Lee Anderson–, todavía sufría de oscuridad más allá de la burbuja de Westminster”, indicó Politico.

Nigel Farage celebra un evento de campaña electoral general de Reino Unido en Londres, el 14 de junio de 2024. Foto: Reuters

El propio Farage admitió al portal que Reforma necesitaba algo de trabajo.

La amenaza a los conservadores siempre fue clara. Tanto el Partido Brexit como el UKIP habían logrado importantes avances frente a los conservadores durante la década de 2010, lo que obligó al partido a virar hacia la derecha en respuesta.

A juicio de los expertos, esa habría sido, en parte, la razón por la que Sunak convocó elecciones anticipadas, porque buscaba sorprender a Reforma UK en momentos en que el partido carecía de la estructura y los recursos para representar una amenaza seria.

Al principio pareció que la apuesta había dado sus frutos. Farage anunció que no se presentaría a las elecciones y dijo que no había tiempo para construir una campaña ganadora. Prefirió centrarse en la campaña presidencial de Estados Unidos, dijo, donde ha sido un habitual animador de su amigo Donald Trump.

Hasta ese momento, las elecciones de 2024 habían prometido ser una batalla de nerds. Pero desde que Farage cambió de opinión les ha puesto condimento a las elecciones y, según la cadena BBC, los laboristas en privado señalan que están encantados con la presencia del populista, porque pude dividir el voto conservador. Esto, aun cuando Reforma no gane ningún escaño, debido a que si el voto de derecha se divide en algunos distritos electorales, especialmente en los más marginales, sería un gran problema para los tories, ya que Farage tiene la capacidad de influir en la política conservadora, incluso sin un asiento en la Cámara de los Comunes.