Pablo Quintanilla (34) disfruta el viento de su natal Viña del Mar. Todavía siente el cansancio de su periplo por Marruecos, pero el tener el trofeo en su casa y también saber que su preparación para el Dakar 2022 va a la perfección, lo revitalizan. Es en medio de ese descanso, que conversa con El Deportivo sobre su movido 2021. Cambio de equipo, trofeos, desafíos y anhelos. El mejor piloto de motociclismo del país sabe que vive un momento soñado.
Imagino que las sensaciones tras el éxito en Marruecos son las mejores...
Siempre es una tremenda alegría ganar carreras, sobre todo después de estar tantos meses sin correr. Marruecos siempre se caracteriza por ser una de las más difíciles del año, en donde además de estar todos los pilotos y de ser un piso golpeador y muy áspero, es una fecha donde estamos cerca del Dakar y que de alguna forma nos demuestra en qué posición estamos como piloto y equipo. Ganar nos marca que vamos por una buena dirección.
En la tercera etapa fue donde tuvo más problemas, ¿qué pasó en particular ahí?
Cuando uno parte delante de los tres o cuatro primeros pilotos tiene mucha desventaja en comparación con los que vienen atrás siguiendo las huellas y con una navegación mucho más simple. El día tres sabíamos que íbamos a perder tiempo, era lógico, pero dentro de todo no fue tanto. Ahí entra el conocimiento que cada uno tiene. Uno puede ir viendo qué días va a ganar y qué días va a perder tiempo.
¿Y cuál fue la clave de su victoria?
Ser constante. Hice tres terceros, un 13° y un primero. Eso es lo que hay que buscar. Más que ser primero un día y después irte al veinte, hay que tratar de estar siempre en el grupo del medio. Aprovechar las oportunidades para descontar minutos y generar situaciones de ataque. Eso fue lo que hicimos.
La convivencia con el desierto puede ser extrema, ¿cómo vive esos días al límite?
Es extremo en todo sentido. Tanto en el clima, como en la geografía y en la manera en que se desenvuelve la carrera. Se parte muy temprano, tipo cinco de la mañana ya estás arriba de la moto. Tienes que hacer enlaces de 200 kilómetros para llegar a la partida, después un especial de 500 y después otro enlace de 200, entonces físicamente es muy duro. Pero yo soy piloto profesional, este es mi trabajo y me dedico 100% a esto. Cuando voy a correr, voy preparado. Hay muchos factores de los cuales hay que preocuparse y mejorando para ser un piloto completo.
Además, siempre está el riesgo de tener un accidente.
Es una disciplina donde te exiges mucho y que siempre te lleva al límite. Sabemos que lamentablemente los accidentes son parte de la disciplina. Hay que ser súper metódico y tener un buen equipo de trabajo. En mi caso soy un piloto que está auspiciado por la fábrica de motocicletas más importante del mundo (Honda), en donde tenemos un plan de equipo muy potente. Siempre buscamos encontrar ese punto entre seguridad y rapidez sobre la moto.
Este deporte debe provocar un gran desgaste mental, ¿cómo convive con aquello?
Parte de ser deportista profesional es tener la capacidad de poder sobrepasar las frustraciones y de saber manejar la presión. Eso es súper importante y no solo en el deporte, sino que en la vida en general. En mi caso siento que con los años aprendí a manejar la presión y ahora trato de disfrutar más que nada. Si bien todos queremos ganar y hay mucha exigencia interna y externa, para mí lo principal es disfrutar la posición que tengo. Seguir cumpliendo metas y sueños. Seguir buscando superar mis limitaciones siempre, buscando la mejor versión de mí.
Habla de seguir cumpliendo sueños, ¿cuál es el que más busca?
He hecho una carrera súper sólida, con siete años en el profesionalismo, con dos campeonatos del mundo y podios en el Dakar. Obviamente quiero ganarlo y es un objetivo que tengo en mente, que siento que me falta, pero al final uno trabaja y se esfuerza para llegar cada carrera de la mejor forma posible, con tu mejor versión, pero desde ahí ya hay un montón de factores que no puedes manejar. Lo importante es sentir que diste tu 100% y que cuando partiste la carrera, estuviste lo mejor preparado posible. Así me lo tomo ahora, así es como vivo mi pasión. Siempre tengo presente que esto lo hago porque me gusta y quiero disfrutarlo.
¿Cómo serán los meses previos al Dakar?
Solo preparación. Seguramente tendremos un entrenamiento de equipo en noviembre y ya el resto es todo personal. Pretendo hacer la mayor cantidad de kilómetros de desierto entre Copiapó, Antofagasta e Iquique para así tener un buen mix de terreno y una variedad geográfica.
¿El objetivo es el primer lugar?
Siempre están esas ganas, todos los que corremos profesionalmente tienen ese objetivo. Sería algo increíble, un objetivo para mí y para la marca, quiero hacerlo y voy a trabajar para eso, siento que puedo hacerlo. Veremos que pasa en la carrera pero lo importante es hacer una buena preparación.
Volviendo a Marruecos, esta fue su primera prueba con Ignacio Cornejo como compañero, ¿qué tal fue esa experiencia?
Con Nacho tenemos una relación de amigos desde hace tiempo. Entrenamos juntos y ahora competimos juntos, entonces es otro tipo de convivencia. Siempre nos hemos apoyado con lo que podemos. Conversamos sobre la programación, discutimos qué tipo de entrenamiento vamos a hacer, qué tipo de navegación, cuantos días, etc. Dos cabezas piensan mejor que una y ha sido súper positivo estar compartiendo con él.
También estuvo Tomás de Gavardo en Marruecos, ¿pudo hablar con él, aconsejarlo?
No lo vi mucho, la verdad. al estar en equipos es todo más hermético. Pero me parece increíble que haya corrido allá, en una prueba muy difícil, donde tendrá un approach de lo que es una carrera de rally de máximo nivel. Si va al Dakar, ya sabrá más o menos a lo que se enfrentará. Siempre le deseo el éxito, que disfrute y que por sobre todo se cuide, porque esta es una disciplina muy peligrosa.
Fue su segunda carrera con Monster Energy Honda Team, ¿qué aporta en su nuevo equipo?
Creo que mi carrera ha sido un privilegio. Estoy disfrutando mucho de esta nueva etapa, en la cual ya tengo una experiencia importante. Comparto aquello con el equipo, para así tomar las mejores decisiones. Creo que hemos hecho un muy buen trabajo entre ingenieros, mecánicos y pilotos. Hay un grupo amigable donde hay mucha experiencia y por sobre todo ganas de hacer las cosas bien.