Dentro del extenso enjambre que forma el entramado de funcionarios públicos, los secretarios regionales ministeriales (seremis) nacieron para solucionar un problema que entonces parecía urgente: la descentralización en la decisión de los gastos del Estado. Pero luego del lío de platas que explotó a raíz del caso Democracia Viva -y que ya abarca 23 investigaciones de la Fiscalía-, el rol de los seremis ha sido puesto en entredicho. La crítica no es gratuita.
En el caso emblema, tildado de corrupción hasta por el Presidente Boric, el seremi de Vivienda en Antofagasta, Carlos Contreras, asignó convenios por 426 millones de pesos a la fundación presidida por Daniel Andrade, pareja de la diputada por la zona, Catalina Pérez, quien, a su vez, había sido jefa de Contreras antes del inicio de este gobierno. Todos, entonces, miembros de Revolución Democrática. Hoy, los tres están en la mira de la justicia. Pérez y Andrade ya no son pareja, Contreras ya no es seremi y los dos hombres fueron expulsados de RD. La parlamentaria, suspendida en su militancia por un año.
¿Cuál es el verdadero poder de un seremi? ¿Por qué son tan importantes para los partidos?
En el papel, dice el exparlamentario y expresidente del PPD, además de experto electoral, Pepe Auth, la idea original es que los seremis fueran “una antena de cada ministro que ejecutara en sus respectivas regiones, con excepción de los ministerios de Interior, Defensa, RR.EE. y Segpres”. Por lo tanto, eran funcionarios que tenían que rendirles cuentas a los ministros y subsecretarios de su respectiva cartera. El enredo comienza porque, paralelamente, deben trabajar con los delegados presidenciales, que suelen tener voz a la hora de su elección. Esa característica territorial hace que los parlamentarios oficialistas de la circunscripción también quieran tener algo que decir en su nombramiento.
Auth lo resume así: “Yo diría que es el cargo más cuoteado del Estado, porque te ayudan o no en la gestión parlamentaria. Si eres diputado, un seremi te pone y te realza o te oculta y te ignora. Por eso es que los parlamentarios buscan ponerlos mucho más que a los delegados presidenciales”. Esa pelea entre padrinos políticos puede confundir a quién se está sirviendo. “Si tú eres seremi y sientes que te nombra una diputada, le vas a responder a ella en primer lugar. Es cierto que tienen que rendirle cuentas a la autoridad jerárquica, pero yo conozco a muchos seremis que trabajan para el determinado parlamentario”.
La disputa por la influencia regional tiene distintos campos de batalla. En una con problemas graves de vivienda, por ejemplo, el seremi de Vivienda se vuelve un jugador importante. Lo mismo en circunscripciones donde hay problemas de tierras. Ahí el puesto de seremi de Bienes Nacionales es uno muy cotizado. “A pesar de que Bienes Nacionales es como el último de los ministerios en relevancia, el poder de esos seremis en regiones cambia: porque entrega tierras y sedes en comodato a asociaciones, juntas de vecinos, etc. Y claro, si el seremi está asociado a un diputado, dibuja eso como un logro del diputado”. Otras reparticiones con poder de gasto son Educación, Salud, OO.PP. y Desarrollo Social.
¿Qué ganan, entonces, quienes son elegidos para esos cargos? Además de la alta remuneración, puede ser el inicio de una carrera electoral. “Si tú revisas las candidaturas a cargos de elección popular -explica Auth- vas a encontrar una alta cantidad de personas que han pasado por alguna Seremía, porque claro, en regiones son de los funcionarios más visibles y con mayor contacto ciudadano”.
1. El poder en regiones: PS y CS disputan los nombramientos
El 1 de abril de 2022, el Presidente Gabriel Boric comunicó el nombramiento de los primeros 94 de más de 250 seremis que lo representarían en las distintas regiones para plasmar su programa de gobierno. Ese día, en el comunicado, se especificó que dichos cargos seguían el criterio de paridad de género, representación de voces locales y la diversidad que se encuentran en su proyecto político.
Pero lo cierto es que con el pasar de los meses ese diseño se ha tenido que reconstruir por tres principales factores: los diversos problemas que ha tenido el Ejecutivo para imponer sus reformas, el ingreso de mayores articuladores vinculados a la ex Concertación que hoy están agrupados en el denominado Socialismo Democrático y la crisis del caso fundaciones, que ha tenido como protagonistas de este escándalo a tres seremis: Carlos Contreras y Rodrigo Hernández, en Vivienda, y Alejandra Jiménez, en Cultura. Así, el gobierno ha tenido que ir articulando sus piezas y actualmente cinco partidos tienen el control de estos cargos a nivel nacional. De todas formas, la paridad es un elemento que han logrado mantener en las designaciones de estas autoridades: de los 282 cargos vigentes, un 51,1% corresponde a hombres y un 48,9%, a mujeres.
En materias de poder, el Partido Socialista (PS) y Convergencia Social (CS) son las tiendas que dominan con los nombramientos. Ambas colectividades registran 38 seremis. Les siguen Revolución Democrática (RD), con 31; el Partido Comunista (PC), con 28, y el Partido por la Democracia (PPD), con 24. En esa línea, el PS domina tres regiones: Valparaíso, Maule y Biobío, mientras que el partido del Presidente Boric, CS, se impone en la Región Metropolitana, en O´Higgins, Los Ríos y en Magallanes.
Al revisar estas designaciones con los parlamentarios de esos partidos en regiones, no se puede apreciar un vínculo directo, pues sólo el PS tiene representación en casi todo Chile a nivel de diputados y senadores. Pero sí se puede advertir que Convergencia Social tiene presencia de seremis en todas las regiones y que el PPD es el más beneficiado dentro del Socialismo Democrático, pues con una fuerza de 11 parlamentarios a nivel nacional, cuenta con 24 secretarios ministeriales, mientras que el PS cuenta con 38 seremis, pero con un grupo de 20 parlamentarios.
2. Las profesiones: ingenieros y abogados mandan y el 10% tiene estudios de magíster
La revisión de La Tercera a los seremis en ejercicio da cuenta de que casi todos cuentan con títulos profesionales tradicionales. La profesión que más se repite es ingeniero en sus distintas menciones, como comercial, civil industrial y en ejecución: 68 seremis informaron esa condición universitaria. En segundo lugar aparecen los abogados, con 47, y les siguen los profesores, con 33 casos. Al final del listado también se pueden encontrar administradores públicos, periodistas, sociólogos y arquitectos, entre otros.
De los más de 300 secretarios ministeriales, cerca de un 10% presenta estudios de magíster vinculados a su profesión o en administración pública, mientras que sólo 10 continuaron perfeccionándose para alcanzar el grado de doctor. Son el caso del seremi de Bienes Nacionales de Magallanes, Sergio Reyes Tapia (PC), quien es periodista y doctorado en Comunicación, y la seremi de Medio Ambiente de la Región Metropolitana, Sonia Reyes Packe, quien es bióloga y doctora en Geografía.
En la misma revisión también se pueden encontrar seremis cuyas profesiones no tienen mucha relación con la orientación de su trabajo. Dentro de los más llamativos están dos seremis de Minería. Es el caso de Macarena Barramuño en Antofagasta, quien tiene la profesión de trabajadora social y magíster en Desarrollo con Perspectiva de Género, y Carlos Ulloa en Atacama, que ejerce su rol en el ministerio como sociólogo. Mientras que más al sur, en el Maule, la seremi de Agricultura, Ana Muñoz, fue designada en el cargo con su profesión de educadora diferencial, y en Magallanes, el periodista Rodrigo Hernández Navarro quedó a cargo de la Seremi de Transportes.
3. El “premio” de ser excandidato
De los 304 secretarios regionales ministeriales analizados, al menos 127 registran un paso como excandidato de una elección popular como parlamentario, alcalde o concejal electo o derrotado, o como un funcionario de confianza en alguna repartición del Estado en los gobiernos de Michelle Bachelet. En ese sentido, en la revisión se constató que al menos existen 18 que fueron candidatos a la Convención Constitucional.
Este tipo de designaciones se caracterizan en las administraciones de turno, pero al menos sorprende que casi la mitad de los seremis tengan esta característica en el actual gobierno del Presidente Gabriel Boric, quien fue bien categórico durante su campaña con este tipo de nominaciones, que a simple vista se puede apreciar como un “premio” de consuelo para los candidatos que no lograron ser electos en las elecciones en que participaron.
Dentro de esos casos destaca la seremi de Vivienda de Arica, Gladys Acuña (PS), quien fue intendenta regional durante el segundo mandato de Bachelet, entre 2015 y 2018, e intentó ser diputada en las elecciones de 2021, perdiendo ante Vlado Mirosevic y Enrique Lee Flores. También es el caso del seremi de Bienes Nacionales del Biobío, Eduardo Pacheco (CS), que cumplió labores como jefe de comunicaciones en el Serviu y gobierno regional de su región y fue candidato a la Convención Constitucional por un cupo de RD.
Mientras que en la Seremi de Desarrollo Social de la Región Metropolitana fue nombrada Lorena Estivales (RD), quien antes ejerció como concejala por La Florida, consejera regional metropolitana e intentó, sin llegar a la papeleta, ser candidata a alcaldesa por la misma comuna en un cupo de Revolución Democrática.
4. Los vínculos y redes políticas
“La lealtad siempre se paga” es un dicho común en el ambiente de cualquier sector político y que aparece en el momento en que se deben designar nuevas autoridades. Y el gobierno del Presidente Gabriel Boric tampoco quedó ajeno, a pesar de que insistió en que en su mandato no habría “pitutos políticos” y que las personas se escogerían por sus cualidades.
En esta radiografía del poder ministerial, La Tercera detectó que del total de seremis, 28 mantuvieron vínculos con autoridades o dirigentes políticos de Apruebo Dignidad o el Socialismo Democrático antes de ser nominados para sus nuevas funciones como secretarios ministeriales.
Por ejemplo, en Magallanes fueron nombrados seremis dos funcionarios que trabajaron con Gabriel Boric cuando ejerció como diputado por la región austral. Se trata del seremi de Desarrollo Social, Danilo Mimica (CS), quien fue el encargado de la Oficina Parlamentarismo, y del seremi de Cultura, Diego García (CS), que fue su asesor en la diputación.
En la zona centro sur aparece el seremi de Bienes Nacionales del Maule, César Concha (PS), quien fue asesor legislativo del ministro Álvaro Elizalde cuando ejerció como senador. En esa región también aparece la seremi de Gobierno, Daniela Aberreuter (RD), que fue asesora de la constituyente Damaris Abarca.
En Valparaíso se constataron dos casos llamativos. La seremi de Cultura, Patricia Mix (Comunes), hermana de la diputada Claudia Mix, y la seremi de Educación, Romina Maragaño Schmidt (CS), quien fue la jefa de la primera campaña del alcalde Jorge Sharp, que le valió ser nominada como Dideco. Pero tras denuncias de irregularidades perdió la confianza del edil y tuvo que salir del cargo con un sumario administrativo incluido.
Finalmente, en la Región Metropolitana aparece el seremi de Justicia, Jaime Fuentes (CS), que fue asesor jurídico de la diputada Gael Yeomans entre 2019 y 2022.
5. Designaciones jóvenes: 44 años es la edad promedio
La experiencia política es relevante para la selección de cargos en un gobierno. Sobre todo, se espera eso para las designaciones de un seremi, quien debe representar las gestiones del nivel central en cada región. A pesar de ello, el promedio de edad de los seremis de esta administración llega a los 44 años. Incluso, aparecen secretarios regionales ministeriales con 27 años, quienes no tienen más de cinco años de experiencia laboral.
Son los casos de tres seremis: Camila Lazo (CS), exasesora de la diputada Camila Rojas (Comunes), en la repartición de Mujer en Valparaíso; Javiera Vivanco (PC) en Economía en el Maule, y Patricio Poza (PPD) en Obras Públicas en La Araucanía. Este último había sido nombrado en Transportes al comienzo del gobierno, pero a las pocas horas se descartó sin una explicación. Poza, cercano al senador Jaime Quintana, puede que no dure hasta el final de esta administración, pues en su entorno se baraja la opción de postular como diputado por su partido, según informó el medio local Araucanía Diario en enero pasado.
En ese sentido, la Región de Los Lagos es la zona que registra el promedio de edad más bajo del consejo de seremis, con 39 años. Al otro extremo, la Región Metropolitana es la que cuenta con los representantes ministeriales más longevos, con un promedio de 48 años.
Así, la seremi de Desarrollo Social de Arica, María Isabel Cid (PC), es la funcionaria con mayor edad en ejercicio con 74 años. La profesora de Estado y magíster en Educación asumió en marzo pasado y tiene como experiencia la dirección regional de Junaeb y el Fosis en gobiernos pasados.
6. Sueldos dispares y con diferentes criterios
El sueldo de altos cargos se ha intentado emparejar en las últimas reformas aplicadas en materias de administración del Estado. Sin embargo, el sueldo de los seremis es bastante dispar entre ministerios. Al revisar las remuneraciones de la totalidad de los secretarios regionales ministeriales, La Tercera detectó grandes diferencias entre estos directivos.
La explicación de estas diferencias radicaría en que cada ministerio tiene la facultad de fijar sus propios presupuestos y remuneraciones, por lo que algunos pagan un mejor sueldo, porque son reparticiones nuevas y que se han beneficiado de algunas reformas.
También entran las variables de funciones críticas, vivir en zonas extremas y contar con postítulos, como magíster y doctorados, que van incorporando mejores condiciones y permiten optar a grados más altos que pagan más dinero.
En esa línea, la seremi de Minería de O´Higgins, Bárbara Gavia Herrera, es la que recibe el sueldo más bajo, con $ 3.093.693, de acuerdo a la última remuneración informada por el Portal de Transparencia Activa de esa repartición pública. La geóloga tiene más de 17 años de experiencias en el área minera subterránea y cielo abierto, donde se especializó en manejo de sondaje.
Mientras que la seremi de Vivienda de Aysén, Paulina Ruz Delfín (PPD), es la secretaria regional ministerial mejor remunerada, con un renta bruta mensual de $ 5.978.554. Ruz es abogada y antes de ser nombrada fue excandidata a constituyente y asesora legislativa del comité de senadores del PPD.
En la revisión se constató que el Ministerio de Vivienda es el organismo que paga los mejores sueldos en materia de seremis, cuyas rentas se encuentran en su mayoría arriba de los cinco millones brutos cada 30 días.