“Tengo diferencias con algunos artículos de esta Constitución, pero en el grueso, el 90%, estoy de acuerdo con la mirada que tiene”, sostiene el exabanderado presidencial y exministro Sebastián Sichel, a horas del término de la etapa de los expertos en el Consejo Constitucional. Y enumera con rapidez: “Mantiene el principio de separación de poderes, la autonomía de los órganos como el Banco Central, garantiza la convivencia del sistema público y del sistema privado y la libre elección de los ciudadanos, garantiza derechos sociales, protege adecuadamente a los ciudadanos y, por lo tanto, el grueso de todo esto permite decir que estamos frente a una constitución democrática, liberal, moderna y que permite avanzar”.

¿No considera que -hasta ahora- la propuesta sea una constitución de Republicanos?

Esas caricaturas que se han puesto de moda como ‘la Constitución republicana’, ‘la constitución de la izquierda o de la derecha’ solo demuestran lo mal que hemos enfocado en la política la discusión constitucional. Lo que estamos haciendo al final no es hablar de los contenidos de la Constitución sino de los autores o redactores de la Constitución, lo que es un absurdo. Soy de aquellos convencidos de que se requería una constitución redactada en democracia, por eso voté Apruebo en el plebiscito de inicio y por eso siempre desde mi tesis de pregrado he sido opositor a la idea de que la constitución del tiempo de Pinochet era legítima en su origen. Por lo tanto, ese primer satisfactor para mí está resuelto. Ponerle un apellido a la propuesta demuestra que algunos no creen en la democracia porque están diciendo que lo que eligió la gente -sea a los republicanos hoy día, a La lista del Pueblo ayer- está contaminado sino es tu sector. Esta Constitución no es una Constitución de extrema izquierda o de izquierda, es una constitución, como está hasta hoy día, que al menos ha construido consensos en los temas que para mí son fundamentales.

Fue Evelyn Matthei quien también apuntó que antes de la comisión de expertos lo que había era más un programa de gobierno que una constitución...

No lo creo. Trato de separar los autores del texto. El texto cumple tres requisitos que son fundamentales para mí en una Constitución, y -por lo mismo- voy a votar Apruebo con el texto actual. Uno, es una constitución que garantiza la libertad para quien gobierna de hacer su programa. Con esta Constitución podría ganar un gobierno de izquierda, de derecha o de centro, y permite que conviva la actividad pública y la actividad privada, y, por lo tanto, no establece una camisa de fuerza para quien va a gobernar. Es una constitución democrática y liberal en ese sentido. Segundo, para mí, es una Constitución que fue construida en dos procesos democráticos con distintos orígenes. Uno, consejeros electos, y dos, el Congreso. Ambas han convivido, han conversado, y están proponiendo un texto que mantiene el tronco común en la redacción. Y lo tercero, no creo en una Constitución que sea 100% igual a lo que pienso, porque dejaría de ser una Constitución de todos los chilenos, y evidentemente tengo diferencias con algunos artículos de esta constitución, pero en el grueso, el 90%, estoy de acuerdo con la mirada que tiene. Es evidente que tengo diferencias sustantivas con José Antonio Kast y con el mundo republicano, éstas han sido públicas y conocidas. Creo que el gran culpable de que haya ganado Gabriel Boric la presidencia es José Antonio Kast por haber extremado las posiciones en el tercio. Pero el rol que ha jugado Chile Vamos y consejeros como Gloria Hutt, Germán Becker, Edmundo Eluchans ha permitido que la fuerza que le ha puesto este mundo más de centro-derecha, ha logrado que esta Constitución sea más moderada de lo que le hubiera gustado a los republicanos. Y no voy a aceptar otra vez esta caricatura del mundo de izquierda que quiere Kastizar a la constitución cuando para mí esta es una Constitución en lo grueso que cumple los estándares democráticos que requiere el Chile en el siglo XXI.

Es una caricatura, dice usted.

Si nos compráramos esta tesis de este mundo de izquierda es que la pega que hizo la Comisión de Expertos, el resto de los consejeros y la discusión que hicimos los ciudadanos cuando votamos este proceso inicial estábamos pintados. Y yo creo que no están pintados. Todos estos gustitos que se dio al mundo republicano a esta altura son accesorios en ese texto principal y vamos a tener que pelear en su minuto para cambiarlo. Pero sean honestos, no son el 3% del texto. Además, si republicano no hubiera hecho lo que hizo, probablemente no tendríamos esta discusión tan absurda de cómo un nuevo proceso se encuentra en el filo de fracasar simplemente por la mala comunicación que han hecho ellos de la discusión constitucional. Déjeme destacar que los primeros que hablaron del Comité de Expertos -que hoy día parece ser el salvavidas de la izquierda y que en su momento repudiaron- fue el mundo de Amarillos. El rol que jugó gente moderada en la construcción de este texto ha sido esencial y hay que mirarlo porque ellos son en gran parte los redactores de este texto. Y el segundo atributo de esto es que más allá de las obsesiones, insisto, presidenciales de José Antonio Kast u otros adentro del proceso, no pudieron capturarlo. El rol que jugó Chile Vamos aquí también tiene que ser resaltado. Si no es menor, que hoy día veamos a los patriotas, a los comunistas, oponiéndose al texto. Cuando los extremos están en contra de algo, por lo menos mi intuición de persona de centro me dice que hay que estar al otro lado y aquí los verdaderos extremos en Chile están en contra de este texto y eso demuestra que no lograron hacerse un traje a media.

13.10.2023 Santiago Entrevista a Sebastian Sichel Director del Centro de Innovacion y Desaf�os del Futuro UGM Foto: Juan Farias / La Tercera

¿Cuáles son esos que llama gustitos republicanos?

Una, la discusión que abrieron sobre la Ley de aborto en tres casuales. Soy el que más va a defender frente a los tribunales, que el texto, incluso el anteproyecto, permite la existencia de la ley de aborto en tres causales y no limita a esto. Mira lo que dicen las convenciones internacionales respecto a esta materia, tienen definiciones iguales a las que tiene el texto y permite la existencia en toda Latinoamérica de Ley de aborto en tres causales, y en el caso argentino, Ley de aborto, por lo tanto, creo que es más bien una caricatura. Toda la caricatura que se ha hecho respecto a la libertad de los privados de contribuir a los bienes públicos. Con la constitución actual que tiene redacciones similares existe el Auge y existen programas de protección social. Esta constitución va a permitir igual la acción del Estado, que es lo que me importaba. Y la diferencia profunda era la objeción institucional de conciencia en que Chile Vamos se la ha jugado por eliminarla y está construyendo un acuerdo de eso, por eso ha sido vital el rol de los expertos. Si lo que vamos a hacer, insisto, es caer en la trampa moral de la izquierda, que lo que quiere hacer es presidencializar el texto constitucional, obviamente no voy a estar en este camino con Kast. Pero como no estoy votando sobre Kast ni sobre Boric, que creo es la ridiculización de la polarización en Chile, sino que estoy votando en cómo salimos de esta inercia constitucional en que estamos imbuidos, creo que hay que jugarse por aprobarlo. Voy a votar a favor a pesar de José Antonio Kast, porque sé que el texto final no es el que quería ni el que le gustaría. Ese era el con el rodeo, la objeción de conciencia institucional y miles de otros gustos que se quisieron imponer en el debate. En el caso del aborto en tres causales no tengo ninguna duda jurídica de que el texto actual lo permite igual. Chile ya ha suscrito tratados internacionales con redacciones iguales e igual es constitucional la ley.

Si esto no se trata de Kast ni Boric, entonces tampoco el éxito del proceso es un test de gobernabilidad al desempeño de los republicanos… ¿o sí?

Quiero salir de esa pequeñez de la política chilena, cuando miran la coyuntura, los procesos de medio plazo, la constitución espero que rija para mí, para mis hijos, para mis nietos y para mis bisnietos. Por eso existen las constituciones y, por lo tanto, la idea de la gobernabilidad de José Antonio Kast no está en juego en esto. Creo que él no es el líder que Chile necesita en ningún caso, lo digo abiertamente, porque representa una mirada polarizante de la sociedad chilena. Pero yo estoy juzgando un texto y, por lo mismo, estoy dispuesto, en este sentido, a usar el capital político que tengo y lo que entiendo representar que es gente del mundo de centro y liberal en decir que esta constitución cumple esos estándares. Pero además, algo bien importante, esto no es la prueba de gobernabilidad de nadie, ni de Boric ni de Kast sino que más bien es la prueba de estabilidad del país. Ningún país va a llegar al desarrollo, ni va a vencer a la pobreza, ni va a proteger a su clase media con procesos constitucionales permanentemente abiertos. Lo único que vamos a lograr de no cerrar este proceso de manera exitosa es volver a abrir la discusión de si abrimos un nuevo proceso constitucional. Esos que sueñan que aquí sigue la constitución de Pinochet o los que tienen la ilusión que a partir de esto van a abrir un nuevo proceso constitucional, lo único que están prometiendo es inestabilidad futura por no saber el que viene después. Prefiero tener la certeza de lo que viene, tener un texto, como te dije, que no es completamente satisfactorio para mí, que puede ser reformado, pero que avance en el camino correcto. Si no, Chile se va a hundir para siempre en la mediocridad de estar discutiendo cada dos años qué constitución tiene.

El Presidente Boric ya señaló que no impulsará un nuevo proceso constituyente. ¿Esa no es garantía?

Estoy seguro que no puede mantener esa promesa. Primero porque lo que le pasa a Gabriel Boric y su gobierno en general es que mientras dice una cosa, sus aliados dicen lo contrario. Él dice eso y casi todos los de su sector dan declaraciones que lo que tiene que venir, si se rechaza, es abrir un nuevo proceso. Por lo tanto, pónganse de acuerdo, claramente, él no es el líder de esa coalición y su promesa vale lo que vale su palabra que a esta altura es bien poco porque no ha podido sostener las promesas políticas que ha hecho desde el principio. Pero también es una ilusión de cierto mundo de derecha de creer que con esto se van a quedar con la constitución de Pinochet vigente. Yo les diría al revés. Lo que les va a pasar es abrir un nuevo debate en la próxima elección presidencial y en la siguiente sobre cómo tenemos un nuevo proceso constitucional. Lo más importante acá es romper esa ingenuidad del mundo de la derecha y el mundo democrático de centro izquierda de creer que se acabará esta discusión porque es no entender lo que ha hecho la izquierda chilena durante años. Si lo que vamos a tener es una izquierda que lo que dice es que no va a estar conforme con la Constitución hasta que haga una Constitución a su medida y que sea un programa ideológico de ellos. Lo que tenemos es una izquierda no democrática que le da lo mismo que haya una constitución en democracia, lo que quiere tener es su constitución.

13.10.2023 Santiago Entrevista a Sebastian Sichel Director del Centro de Innovacion y Desaf�os del Futuro UGM Foto: Juan Farias / La Tercera

¿Qué le dice a aquellos que dicen que de todas maneras Kast será un beneficiario colateral de todo este proceso si gana el A Favor? El lo va a presentar como un triunfo político...

Si cada elección se va a tratar de quien es presidente de la República o como le va a un sector político de este país, se va al fracaso. Tengo la sensación que muchos, incluyendo a José Antonio Kast, sólo están preocupados de eso. Esto es como el señor de los anillos y Gollum. Esto no es su proceso, ni el de Kast, ni el de la izquierda, ni el del próximo candidato a la presidencia, ni el que va primero en las encuestas. Esto es un proceso que es de todos los chilenos. Dejen de enamorarse del anillo y pensamos un poquito más en el futuro de Chile. Entonces, a la vuelta y a la esquina, como te lo he reconocido, y como es público, con todas las diferencias que tengo con Kast, no me interesa si esto va a beneficiar a Boric, a Kast, a Matthei, a Ximena Rincón o a Marco Enríquez-Ominami. El día que haga eso, dejo de dedicarme a la política y me dedico a competencias de popularidad en mi barrio. Creo que la política, para poder darse el salto hacia adelante en Chile y tiene que volver a pensar en los temas en serio y no en quién administra el poder. Lo más ridículo de lo que ha pasado es que todos compiten por administrar el poder y cuando lleguen al poder, como le pasó a Boric, no pueden administrarlo porque hoy es imposible gobernar. Además, esto es una historia sin fin. Alguna vez preocupémonos de cómo vamos a gobernar y después de quién gobierna y eso tiene que ver con esta discusión. Déjense de mirar tanto a Boric, Kast, Matthei, si algo aprendí yo, incluso conmigo, es que la popularidad desaparece rápido cuando estás en procesos electorales y no sabemos quién va a ser el candidato a presidente en los próximos dos años. Lo que sí sabemos es si vamos a tener texto o no constitucional y qué constitución queremos que nos rija en los próximos 20 años.

El estado anímico ciudadano, que recoge las encuestas, es que está muy cuesta arriba que se cierre este debate constitucional y se apruebe esta propuesta…

Por eso es valioso salir a decir lo que uno piensa y no lo que está de moda en las redes sociales. Lo que quiero transmitirle a la mayoría de los chilenos es que tenemos que cerrar este proceso, que el texto en grueso, es una buena forma de cerrarlo y que puede ser una Constitución que represente al país del futuro. Los que están mirando las encuestas todos los días, lo único que han hecho hasta ahora, como fue con los retiros de la campaña presidencial, como fue con las promesas de Boric que no puede cumplir, como ha sido con la posición de Kast muchas veces de decir lo que le suena popular para su votación, es jugar con un proceso que tiene que ser serio, que tiene que ser de mediano plazo y que tiene que darle estabilidad a Chile. Y por lo tanto, a la pregunta de por qué estoy diciendo hoy día que voy a aprobar, creo que hay que juzgarse una posición, parte de la pega que tenemos que hacer los políticos también es pedagogía. En el sentido de decir lo que creemos y no decir lo que está de moda y arriesgar los capitales políticos que tenemos.